He aprovechado el fin de semana y me he puesto un poco al día terminando de leer lo planificado para la primera tanda, os dejo mis impresiones y alguna cosita que no se había comentado hasta ahora.
#21 y #22Aquí tenemos el final del primer arco, y poco que comentar puesto que ya lo habéis diseccionado perfectamente. Simplemente mencionar que me gustó más la primera parte del arco, con la presentación de la Doom Patrol y el planteamiento de la situación que su resolución final, aunque me gusta la idea de los dos sacerdotes y esa contradicción lógica que lleva a la resolución del problema (la contraposición entre el algo y la nada que después se retoma en el siguiente arco). Me parece un final un poquito más simple y sencillo de lo que esperaba, pero en general buen comienzo de la serie (más interesante que el que tuvo Morrison con su Animal Man, aquí parece que ya ha puesto más carne en el asador desde el primer número).
#23 y #24Pues he de decir que este arco me ha encantado, tanto algunas imágenes e ideas potentísimas como el villano que se nos presenta, y al que espero volver a ver por la serie. Curioso que, siendo el escocés un gran admirador de Moore y habiendo realizado distintos homenajes a las obras del barbudo de Northampton a lo largo de su carrera, en este caso hiciera su propia versión de From Hell antes siquiera de que ésta se hubiera publicado
Toda la idea de que Red Jack se alimente de un dolor y de un sufrimiento sin fin, la reflexión existencialista sobre el (sin)sentido de la vida... Suponen una vuelta a su obra anterior, Animal Man, y especialmente al mítico número de "El evangelio del coyote" que, de una forma no tan diferente, hablaba de lo mismo. Porque aquí vemos sufrir no solo a las mariposas crucificadas (otra referencia bíblica como la que tenemos en el propio título de ese número de Animal Man, al igual que la propio autodeclaración de Red Jack como Dios jugando un papel similar al que Morrison juega en Animal Man como cruel hacedor), sino a los protagonistas: Rhea es apuñalada, Cliff pierde la mandíbula, un ojo y un brazo, el espíritu oscuro de Rebis es atravesado por un rayo... Sin que ello suponga el final, como explicita el propio villano. Claras reminiscencias a ese mítico #5 de su Animal Man y a uno de los ejes sobre los que pivota esa colección.
Vuelve a retomarse además la idea del "algo" como sinónimo de vida, y la "nada" como representación de la muerte, a través de esas últimas palabras de Red Jack antes de ¿morir?
Por cierto, curioso que ese atractor de Lorenz del que habla Caulder al inicio lo tenga reflejado Red Jack en sus vestiduras. Está claro que nada se deja al azar, y todo tiene una cierta coherencia dentro de este caos organizado.
Y varias referencias cinéfilas que he notado en estos números, aparte de las que ya habéis tratado:
- Cada vez son más evidentes las influencias del cine surrealista en esta obra: Buñuel, Jodorowsky, Lynch... De hecho, y puesto que no lo estoy leyendo con la edición de ECC, tengo curiosidad por saber cuáles son las referencias cinematográficas que menciona Morrison en su prólogo. Incluso no me extrañaría ver citada a Freaks de Tod Browning.
- La frase que pronuncia Red Jack "tanto trabajar y nada de jugar hacen de Jack un chico triste" es la misma que otro célebre Jack, en este caso el protagonista de la película de El Resplandor, teclea una y otra vez como loco en la máquina de escribir, del Hotel Overlook, cuando ya ha perdido definitivamente la cordura.
Por lo demás, tengo curiosidad por saber cuál es el juego de palabras en inglés entre "meretrices" y "sueñatrices" que realiza Jack, puesto que en castellano tampoco parece nada especial (por si se nos ha pasado de nuevo otro "bacalao" como en el #20).
Destacar en este punto el papel de Cliff como los ojos y la mente del lector, siempre escéptico y confuso ante lo que ve. Y mención de nuevo para los rostros que dibuja Case: después de la inolvidable cara de Crazy Jane al percibir a los hombrestijera, aquí tenemos varios que reflejan extraordinariamente los sentimientos de los personajes (especialmente remarcable en el caso de alguien que no debería ser capaz de expresar esos sentimientos como Cliff).
#25Tenemos un número autoconclusivo más sencillo, pero no por ello destacable. De hecho, me parece que como historia de terror funciona bastante bien. Porque algunas de las ideas que se presentan dan algo de mal rollo, la verdad. Por ejemplo, todo lo de la familia imaginaria y cómo acaba con ellos Dorothy.
En este caso, me da la impresión que Morrison opta por hacer su versión surrealista de Carrie, teniendo de nuevo como eje central el paso de la infancia al inicio de la edad adulta, o lo que es lo mismo, de ser una niña a una adolescente, simbolizado con la llegada de la menstruación como elemento traumático, y relacionándolo con la falta de aceptación social y el rechazo.
Por último, el recurrir a pesadillas infantiles o a amigos imaginarios que se plasman en el mundo real con fatales consecuencias es algo relativamente común en el género de terror. De hecho, hay un excelente arco de La Cosa del Pantano de Moore que ya contaba la historia de un ser asesino, amigo imaginario de un niño que habitaba en un orfanato, quien le invocaba inconscientemente a través de sus pensamientos (habiendo llegado a asesinar a sus padres de esa forma). Estoy seguro de que el escocés había leído ese número, aunque ni mucho menos quiere decir que lo tomara como referencia, pero sí que me ha recordado en algunos aspectos a él.
Como nota al margen, y ya comenté en mi primer mensaje, la edición que publicó Planeta en prestigios sigue estando plagada de erratas y faltas de ortografía. En este caso había hasta un bocadillo tapado en parte por la imagen, quedando oculto parte del texto
Con ganas de seguir y de saber al final quién es el tal Mr. Nadie y qué planea con esa Hermandad del Mal