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Mensajes - rockomic

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Cita de: Winter Widower link=topic=43113.msg2548102  #msg2548102 date=1726765167
Genial, pero creo que deberían plantearse un quinto MLE de Namor, como ya dijimos, con las dos series limitadas ochenteras y numerazos como el dibujado por Mignola. ¿Hay alguna planificación para este hipotético MLE? Este material lo merece y hace décadas que no ha visto lanluz en España.

Aquí un comprador  :birra:

En cuanto salgo en USA, yo también lo estaré esperando como agua de Mayo por aquí en MLE

Otro para mí.

Yo también,  aunque reconozco que el completismo nos puede , y tener este material en tus estanterías,  te puede provocar una urticaria del copón.  :cafe:

Yo no lo recuerdo tan malo.
La Limited me tocará releerla en un año o así.

Pero bueno, en mi caso, siendo Namor...  :)

2
Cita de: Winter Widower link=topic=43113.msg2548102  #msg2548102 date=1726765167
Genial, pero creo que deberían plantearse un quinto MLE de Namor, como ya dijimos, con las dos series limitadas ochenteras y numerazos como el dibujado por Mignola. ¿Hay alguna planificación para este hipotético MLE? Este material lo merece y hace décadas que no ha visto lanluz en España.

Aquí un comprador  :birra:

En cuanto salgo en USA, yo también lo estaré esperando como agua de Mayo por aquí en MLE

Otro para mí.

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Panini / Re:Marvel Limited Edition 27. ¡Ahora también en tapa blanda!
« en: 19 Septiembre, 2024, 20:34:20 pm »
Namor: Marvel Limited Edition 4: Olas de Cambio (1972-1976)




Reseña en la web de Universo Marvel:
https://www.universomarvel.com/resenas-namor-tomo-4-pendiente-1972-1976/


Finalmente, llegamos al cuarto y último volumen recopilatorio de la colección clásica de Namor. Un tomo que se inicia con una renovación total en el apartado de autores.
El encargado de intentar dar un nuevo impulso a la serie no es otro que Bill Everett, el propio creador del atlante en el ya lejano año 1939. De este modo, en el ocaso de su carrera (y de su vida), Everett vuelve a mover los hilos del personaje por el que siempre jamás será recordado.

Bill vuelve, además, como autor completo, si bien en algunos números cuenta con la ayuda de Mike Friedrich en los diálogos.
Tan sólo iniciar su etapa, el autor introduce un nuevo personaje que tendrá un abundante recorrido por delante. Se trata de Namorita, una adolescente híbrida, como el propio Namor, prima-sobrina de nuestro protagonista. Namorita es hija de Namora, aquella prima del monarca, desaparecida años ha.

Everett abre fuego con un arco argumental de lo más disparatado y loco, empezando ya por la extravagante alianza entre Byrrah y las Badoon. Una historia no especialmente inspirada que por lo menos vale para contarnos el origen de Namorita, y como su pasado está vinculado a Llyra y Byrrah.
Sin embargo, en la parte gráfica seguramente Everett hace su mejor trabajo desde la creación del Universo Marvel al principio de los 60. Se agradece el esfuerzo detallista del veterano artista, pero debo reconocer que no puedo evitar sentir cierto grado de primitivismo en sus diseños. Y no necesariamente lo digo por el regreso de los “ojos de mosca”, esos ojos grandes y negros con los que Everett representa tan característicamente a los atlantes puros.
También los diálogos recuerdan a épocas pasadas. Se nota cierta tendencia al relato costumbrista con reminiscencias del cómic romántico de los 50. Especialmente por parte de Namorita, una adolescente con cosas de adolescente.
La primita de Namor, por cierto, pronto pasa a un transitorio segundo plano al quedar a cargo de Betty Dean, la vieja amiga de Namor en los 40. Ahora una señora mayor que Everett decide recuperar.

La siguiente trama está ambientada en Japón y tiene a un samurái como oponente y al mutante Fuego Solar como invitado central del relato. Una historia en la que las escenas de acción dan el pego, pero no ocurre lo mismo con el guion en sí.

Es a partir de este momento cuando considero que la colección empieza su descenso a los infiernos.
Primero nos encontramos con un relato corto sobre una sirena escrito por Mike Friedrich y dibujado por el peculiar estilo de Alan Weiss. Un estilo de dibujo que a mí personalmente me tira bastante para atrás. Y a continuación, un Bill Everett cuesta abajo y sin frenos nos horroriza con un monstruo llamado Torg. Supuestamente, el abominable hombre de las nieves. Según dice el propio monstruo.
Luego es el turno de un nuevo relato de relleno, realizado por Mike Friedrich y Dan Adkins. Una historia que resulta más potable, pero va tan por libre que casi parece estar fuera de continuidad.

En lo que resta de la etapa Everett como autor completo, la serie parece tocar fondo.
Al autor no se le ocurre otra que ponerle un pendiente a Namor. Un regalo de Namorita, que, a la postre, resulta ser una especie de pinganillo con el que comunicarse con él. También vemos a la propia Nita uniéndose al movimiento flower power, y el acabose ya es la recuperación, a falta de mejores ideas, de un personaje de la era Timely que gozó de colección propia. Venus, diosa del amor, en contraposición a Ares, dios de la guerra, en una historia de lo más mala.

Del trabajo solista de Everett de los últimos números pasamos al extremo opuesto. Steve Gerber entra como dialoguista, siendo todavía Bill Everett quien lleva las riendas argumentales. Mientras que el flojo Sam Kweskin, a su vez, se ocupa de los lápices, luciendo regular u horroroso dependiendo del entintador.
Una nueva etapa que empieza como la primera, con la introducción de nuevo personaje femenino. El turno, en este sentido, es ahora para Tamara, una muchacha de piel roja procedente de otro mundo. En un principio sus intenciones son hostiles y vengativas en base a una historia delirante relativa a los atlantes, pero la chica acaba justo en el polo opuesto, en el lado de los buenos y pasando a ser una ciudadana más de Atlantis.

La nueva incorporación pronto se acaba convirtiendo en centro de atención al ser capturada por los hombres de la superficie. Atlantis acude a su rescate en un pequeño arco que no pasa de correcto.


Gerber y el fin de una era.

Justo aquí, Steve Gerber toma las riendas de la colección, ocupándose de los guiones y argumentos. Y creo que se nota un cambio a mejor.
En primer lugar, nos encontramos una línea argumental en la que el Dr. Hidro, un chiflado, autoconvertido en un hombre anfibio, verde y con escamas, pretende aplicar la misma receta a toda la humanidad. Una historia que trae como consecuencia la presentación de una nueva raza de terrestres mutados en anfibios, a imagen del villano, que se ven condenadas a vivir por siempre más en las profundidades marinas. Gerber juega aquí con la doble moral de los atlantes, cuando éstos consideran a los desamparados anfibios como seres inferiores a los que hay que enjaular. El propio Namor, conocedor de las prácticas de los nazis, se opone a semejante discriminación racial y deja libres a los hidromanos.
Interesantes ideas que, sin embargo, no se ven respaldadas gráficamente dado que quien hace su entrada en este momento no es otro que Don Heck. Un Heck en plena debacle de su carrera como ilustrador.

A continuación, entra en escena otro pueblo de las profundidades, Zefirland. Un pueblo, quizás sobrante por reiterativo, que vive aterrorizado por la tiranía de su gobernante. La tirana en cuestión, una mujer que tiene la capacidad de convertirse en una bestia, se alía con el atlante Orka, viejo conocido de esta colección, con el fin de invadir Atlantis y el consecuente reinado en los océanos. El caso es que el grueso de la saga no tiene mucho más contenido que épicas batallas submarinas. Escenas de acción que se ven perjudicadas por el pobre lápiz de Heck.
Es al final de dicha saga donde la cosa se pone más interesante. De entrada, parece volver el Namor testarudo y engreído, un atributo que creo que se iba echando de menos tras convivir un tiempo con el Namor más dócil modelado por Everett. Por no hablar de otro clásico que vuelve, el de los hombres de la superficie vertiendo productos químicos que acaban contaminando a los atlantes. Pero el fruto más resaltable que nos trae estos números es el cambio sufrido por Namor, que ve alterada su estructura celular al quedar afectado por los mismos productos.
En consecuencia, Tritón traslada al agonizante atlante al cuartel de los 4 Fantásticos. Allí, el genio de Reed Richards confecciona una cura consistente en un traje que Namor deberá vestir permanentemente. Es evidente que la historia no es más que una excusa para renovar la imagen de Namor para intentar remontar las bajas ventas de su colección, pero la idea es buena.
Si bien la imagen de Namor para mí siempre será la clásica del atlante portando sólo un bañador, el diseño del nuevo traje creo que es tremendamente vistoso.

A partir de aquí, la línea argumental se centra en encontrar una cura para los atlantes, sumidos en un aparente sueño eterno por los efectos de los productos químicos.
Steve Gerber cierra su etapa en la colección con menor fortuna. Básicamente, un nefasto villano llamado Fuerza y una trama paralela en Zefirland que no aporta nada. Por no hablar del inocuo cameo de Spiderman, lo justo para aparecer en portada.

Ya en el ocaso de la colección, Marv Wolfman y George Tuska nos presentan a Piraña, un nuevo terror de las profundidades con historia de origen de lo más ridícula.
Y en el último número, el 72, Steve Skeates y Dan Adkins no están mal en una historia aleccionadora para Namor. El atlante entona el mea culpa tras un grave suceso provocado por uno de sus arrebatos de impulsividad.
No hay tiempo para más. Hasta aquí llegó la serie clásica del Príncipe Submarino.

Tendría que pasar un año y medio para volver a disfrutar de una aventura de Namor. Fue en un solitario número dentro de la serie Marvel Spotlight, también incluido en este volumen.
Bill Mantlo y Jim Mooney se hacen cargo de lo que en realidad no es más que el colofón a una rama argumental que había quedado en el aire en la serie Super-Villain Team-Up, coprotagonizada por Namor. Mantlo decidió finalizar la trama fuera de Super-Villain y aquí se acaba la historia.
En ella, Namor se enfrenta al Hombre Simbiótico, creación de Simon Ryker, que también es el creador de Deathlok en un hipotético futuro próximo. Aceptable, sin más.


Relatos de Atlantis.

Dejo para el final esta serie de historias cortas que complementaron las aventuras de Namor. Y es que, durante tan sólo cinco números, todos ellos incluidos en este volumen, la serie de Namor contó con unos breves complementos, al estilo de los Relatos de Asgard de la serie de Thor.
De la misma forma que ocurría con el asgardiano, nos encontramos ante relatos continuados que dan muestra del pasado de Atlantis anterior al reinado de Namor I.
Steve Gerber es el encargado de guionizar los cinco episodios mientras que un magnífico Howard Chaykin, una elección muy adecuada para estos menesteres, pone los lápices en los tres primeros y Jim Mooney hace lo propio en los dos últimos.
Las historias se enmarcan en la fantasía heroica, espada en mano, en una línea parecida a la de Conan, contando con feroces batallas entre reinos. Eso sí, bajo el agua.
Para mi gusto, especialmente los tres primeros, son con diferencia lo mejor que se incluye en este volumen.
Lástima que estos Relatos de Atlantis se quedaran en muy poco y no tuvieran mayor continuidad.


Conclusión.

Los Relatos de Atlantis por sí solos no son suficiente para salvar lo que es un volumen bastante flojo en conjunto.
La etapa Gerber es la única parte que ofrece ideas interesantes dentro de la propia serie de Namor, mientras que el resto está entre lo pasable y lo horrorizante.
La parte gráfica, muy pobre en general, pese a los esfuerzos de Bill Everett, que logra presentarnos algo bastante digno.

4
Panini / Re:Plan Editorial Panini 2025: Tenemos huevos, señora
« en: 18 Septiembre, 2024, 18:14:51 pm »

 Mi lista de deseos es imposible de editar    :torta:
 Que se le va a hacer....

Bueno, siempre puedes desear que lo reedite Marvel.

El Sargento Furia, claro.  ;)

 Bueno... y Cap. Savage, Combat Kelly, Rawhide Kid, Kid Colt, Two-gun Kid, Outlaw Kid, Ringo Kid...
 Todo imposible     :lloron: :lloron: :lloron:

 Y ojo, que de algunas tengo casi todo yanqui, pero verlas editadas aquí sería   :yupi: :yupi: :yupi:

De western hay algún MMW editado.
A ver si hay suerte y sale en MLE...

5
Panini / Re:Plan Editorial Panini 2025: Tenemos huevos, señora
« en: 18 Septiembre, 2024, 14:30:15 pm »
Puede ser, aunque mi impresión es que la BM se va a saturar de títulos y aquel comprador que solo siga dos, tres, o cuatro series va a pillar un par de tomos al año (10 o 12 números).

En la misma línea BM de Panini pero "edición especial" puedes sacar tomos de 250-280 páginas que te distingan series cerradas, como Estela Plateada.  Opino que Conan puede estar yendo muy bien porque tienes un tomito mensual, pero imagina que son cuatro rotando, ahora 4F,  ahora DD, ahora ...

No sé...

Yo lo que también veo es que la BM necesitará que le vayan insuflando vidilla de vez en cuando en forma de títulos nuevos. Que se vayan repitiendo los mismos títulos durante años y años no creo que sea bueno para la salud de la colección.
Y ahí creo que pueden hacer su función colecciones cortas del tipo Estela, Warlock, Guardianes, Viuda Negra... o incluso más largas como Capitán Marvel, Defensores, MTiO...

6
Panini / Re:Plan Editorial Panini 2025: Tenemos huevos, señora
« en: 18 Septiembre, 2024, 13:45:36 pm »
No se ha mencionado, quizás por estar presuntamente programado, pero a mí me gustaría que se publicara el OG 4 del Dr. Extraño y una reedición del MH de Stern del mismo personaje.

Que continúe la publicación de Spiderman 2099 Colección Completa.

También me ha gustado mucho los MLE en TP, quizás lo más parecido a los Epic que tenemos por aquí. Sería bueno que series que podrían salir en BM se desviaran a MLE TP por agilizar: Capitán Marvel, Defensores... Y yo hasta valoraría la rentabilidad económica que podría sacar Panini con, por ejemplo,  un volumen de Estela Plateada en 2 tomos del tamaño MLE TP en vez de atrabancar la BM, aunque ya me estoy excediendo de la cuestión.

O, en lugar de quitar material a la BM, pasar a 4 tomos al mes. Seria lo mismo, no?

7
Panini / Re:Plan Editorial Panini 2025: Tenemos huevos, señora
« en: 17 Septiembre, 2024, 23:15:36 pm »

 Mi lista de deseos es imposible de editar    :torta:
 Que se le va a hacer....

Bueno, siempre puedes desear que lo reedite Marvel.

El Sargento Furia, claro.  ;)

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Panini / Re:Plan Editorial Panini 2025: Tenemos huevos, señora
« en: 17 Septiembre, 2024, 15:03:58 pm »
BM sin subidas
ROM
Micronautas
Godzilla
MLE Ka-Zar
MLE Luke Cage
MLE Spiderwoman
...

9
Muy buena reseña Rocko, una pena que esté agotado y sin fecha de reimpresión.

Gracias.  :birra:


Peter Parker, el Espectacular Spiderman: Marvel Héroes 1: Noches de Nueva York (1982-1984)




Reseña en la web de Universo Marvel:
https://www.universomarvel.com/resenas-peter-parker-el-espectacular-spiderman-marvel-heroes-1-noches-de-nueva-york-1982-1984/


Conclusión.

Bill Mantlo sigue manteniendo un nivel más que digno en su viaje como guionista de Peter Parker the Spectacular Spider-Man. Diría que, en conjunto, esta segunda etapa es más regular y disfruta de más alicientes, pese a que la primera contaba con la mejor saga, la de Carroña.
A destacar la saga Octopus vs. Búho, pero también una serie de episodios muy especiales en los que Mantlo intenta contarnos historias diferentes.

Voy a insistir en que, a título personal, sus últimos 20 números en Spectacular me parecen lo mejor que hizo Mantlo. Tomo muy recomendable, a pesar de no tener dibujantes hot precisamente. Una pequeña época dorada esta que tuvo en paralelo a Stern en Amazing y Mantlo en Spectacular.

Pues sí, es bastante disfrutable esta etapa, pese a no ser especialmente reconocida.
Mantlo pocas veces falla.

10
Peter Parker, el Espectacular Spiderman: Marvel Héroes 1: Noches de Nueva York (1982-1984)




Reseña en la web de Universo Marvel:
https://www.universomarvel.com/resenas-peter-parker-el-espectacular-spiderman-marvel-heroes-1-noches-de-nueva-york-1982-1984/


Siguiendo con esta particular serie de reseñas de la historia del Universo Marvel, le toca el turno a una nueva entrega de las aventuras del nuestro amistoso vecino Spiderman. El cuarto tomo recopilatorio, ya, correspondiente a colección "suplente" del Trepamuros, Peter Parker the Spectacular Spider-Man, que para la ocasión estrena cabecera como parte del título Marvel Héroes.
Tras la etapa guionizada por Roger Stern que ocupaba la anterior entrega, la parte escrita de la colección vuelve a caer en las manos de Bill Mantlo. Mantlo, efectivamente, fue quien llevó las riendas de este título en una extensa etapa anterior a la de Stern. El "ascenso" de este último a Amazing Spider-Man, provoca el retorno de Mantlo a Spectacular Spider-Man en otra extensa etapa que viene recogida en el tomo que nos ocupa, además de los dos últimos episodios del volumen precedente.
De hecho, este tomo, guionizado en su totalidad por Bill Mantlo, coincide cronológicamente en casi su totalidad con el de Asombroso Spiderman que recopila la etapa de Roger Stern. Sin ir más lejos, ambos tomos cierran de la misma forma, con la escena de Spiderman entrando en el portal que lo trasladará a las Secret Wars.

De igual forma que ocurre con el volumen de Amazing de Roger Stern, este de Mantlo se puede leer también de forma independiente, si bien resulta inevitable irnos encontrando con algunos trances ocasionados en el otro título arácnido.
Lo más interesante de esta sincronía de aventuras de Spidey está en apreciar los distintos derroteros por los que transcurre cada uno de los títulos. Como iremos viendo durante el transcurso de la reseña, Bill Mantlo pone el foco en un entorno diferente al de Roger Stern en Amazing Spider-Man, especialmente en lo que se refiere al 50% de nuestro protagonista que representa Peter Parker.

Si la estabilidad en el apartado escrito es absoluta, con Mantlo guionizando la totalidad de los números incluidos, no ocurre lo mismo en el apartado gráfico. En este sentido, podemos dividir el tomo en dos partes, una primera en la que Ed Hannigan sería el dibujante oficial y una segunda donde lo sería Al Milgrom, no obstante, en ambos casos sus etapas se ven continuamente interrumpidas por diferentes dibujantes invitados.


Mantlo y Hannigan nos presentan a Capa y Puñal.

El primer episodio del volumen significa la presentación de un nuevo dúo de personajes que tendrán un papel abundante durante la década de los 80. Se trata de Capa y Puñal, una pareja de adolescentes víctima de experimentos por parte de una organización mafiosa de narcotraficantes en la búsqueda de drogas más potentes. Experimentos que provocaron cambios en su química corporal y la eclosión de superpoderes en un sentido opuesto. El blanco de Puñal frente al negro de Capa. La luz y la oscuridad no sólo en sus respectivas capacidades sino también en sus personalidades. Donde Capa se muestra más implacable y frío en sus objetivos, Puñal destila una mayor indulgencia.
Capa y Puñal deambulan sobre la fina línea que separa el bien del mal. Antihéroes de manual que vienen a representar la encarnación de la lucha contra el narcotráfico en cada una de sus apariciones en la colección.
Una carrera despiadada del hampa para hacer negocio en el mundo de las drogas que no deja de ser una de las ramas delictivas del crimen local neoyorquino, principal ámbito en el que transcurren las aventuras de Spiderman en esta segunda etapa de Bill Mantlo.

Ya en el segundo episodio, Ed Hannigan cede su puesto en el lápiz a Bob Hall. Un nuevo ataque de Kraven al Trepamuros, bajo la influencia de su novia Calypso. Nada del otro mundo, con algún elemento ridículo como lo de los tambores desorientadores, pero por lo menos es un nuevo capítulo en la evolución hacia un Kraven más humano, cuyo honor e integridad pasan por encima de la derrota de su histórico enemigo.
Y unos pocos números más allá es Luke McDonell quien coge el lápiz en el inesperado regreso de uno de los villanos más olvidados de la etapa Lee-Ditko. Hablo del profesor Stromm, aunque en realidad se trata de una creación artificial hecha a imagen y semejanza del profesor Stromm original, con sus propias pautas cerebrales, y aquí rebautizado como el Amo de los Robots. En cualquier caso, un episodio bastante discreto.

Los villanos clásicos de Spidey siguen compareciendo con una nueva amenaza de Electro. Un episodio con un delicioso sabor a la época Lee-Ditko, en el que Peter se confecciona un traje de goma para aislarse de los poderes del villano.
Y a continuación es el pringado de Bumerang, una vieja gloria que atesora varias intervenciones en el Universo Marvel, quien intenta poner en apuros a Spiderman. Lo interesante de este episodio está en el regreso de Kingpin a las páginas de Spiderman después de que Frank Miller lo reciclara como enemigo mortal de Daredevil. A partir de aquí tendremos un constante goteo de intervenciones de Kingpin a lo largo de todo el tomo. Un Kingpin calculador, siempre en segundo plano y jugando un interesado papel de cooperación con el arácnido.
En el apartado gráfico, Ed Hannigan creo que viene haciendo un buen trabajo. A Hannigan le asisten dos de los entintadores más prolíficos de aquellos años, Jim Mooney y Al Milgrom, que en esta primera parte se alternan las tintas de todos los números.

El caso es que Kingpin inaugura la cuenta de líderes del crimen de Nueva York o aspirantes a ello que irán desfilando por la etapa recogida en este volumen.
El siguiente de la lista es otro clásico: Cabello de Plata. El anciano capo del crimen se erige en el principal antagonista del primer arco argumental que ocupa más de un número. Un Cabello de Plata cuya cabeza acaba sobreviviendo en un destructivo cuerpo robótico.
La línea argumental, además de contar con la presencia de Kingpin en su papel de oportunista, también significa el regreso de Capa y Puñal en su cruzada contra el crimen relacionado con la drogadicción. En resumidas cuentas, una historia de crimen y mafias bastante entretenida.

Otra de las inquietudes de Bill Mantlo está en su implicación en cuestiones sociales. Entre otras tramas que dan idea de su ideología progresista está la trama relativa a Debra Whitman. La pretendiente de Peter sigue tratamiento psicológico como consecuencia de un aciago pasado de maltratos físicos por parte de un antiguo marido. Más avanzado el tomo también está una historia en la que deja bien retratado a un político oportunista más preocupado por su cara electoral que por la marginalidad de la que intenta sacar tajada.
Pero el capítulo más atrevido, en este sentido, tiene relación con un tema tan controvertido en los EEUU como es la tenencia de armas. Mantlo formula un contundente alegato en contra en un estupendo episodio dedicado a ello por entero. Rick Leonardi es el dibujante a lápiz para la ocasión.

Más inofensivo, en este sentido, es otro número igualmente especial. Ollie Osnick es un niño cuya particularidad está en la de idolatrar, no a un superhéroe, sino al mismísimo Doctor Octopus. El crío ha sido capaz de armar unos brazos mecánicos similares a los de su ídolo, con los que se lanza a una inocente carrera "criminal" asaltando almacenes de juguetes. Un episodio que también avanza, de forma hábil, el regreso del Doctor Octopus, el de verdad.

Como decía al inicio de la reseña, pese a ser etapas simultáneas, el entorno cotidiano de Peter Parker en ésta a cargo de Bill Mantlo difiere respecto lo tratado por Roger Stern en Amazing Spider-Man. Mantlo se ocupa mucho más del entorno universitario de Peter, de forma que los personajes de apoyo que adquieren mayor protagonismo en esta primera parte del volumen son Debra Whitman, Marcy Kane o el Doctor Sloan. De hecho, el proceso reflexivo que llevará a Peter a dejar los estudios en las páginas de Amazing Spider-Man, obtiene su oportuno desarrollo a lo largo de unos cuantos episodios de la colección que nos ocupa. Básicamente, se trata de la enésima manifestación del rosario de dificultades con las que convive nuestro protagonista, entre la presión de sus estudios de doctorado, la necesidad de ganarse el pan, su doble vida como Spiderman y el consecuente abandono de sus amistades. Nada nuevo, vamos.

También en estas páginas se da explicación al alejamiento de Debra Whitman del entorno de Peter. Como comentaba más arriba, Mantlo se saca de la manga un pasado tortuoso de la joven para dar explicación a su permanente lloriqueo. La trama que se monta al respecto creo que tiene más sombras que luces, sobre todo en todo el embrollo referente a la identidad secreta de Peter como Spiderman, pero al menos sirve para sacarse de encima a la chica.

Las otras dos patas que sustentan la vida de Peter fuera de su disfraz de Spiderman, la Tía May y el Bugle, obtienen más o menos la misma dedicación por parte de Mantlo que de Stern. Ya sabéis, May y su ocurrencia de convertir su vieja casa en una residencia de ancianos, con la ayuda de su nuevo amigo Nathan Lubenski. Y en cuanto al trabajo de Peter como fotógrafo del Daily Bugle, poco hay a comentar.


Entra Al Milgrom y regresa la Gata Negra.

Si la primera etapa de Bill Mantlo en la colección tenía su punto álgido en la saga de Carroña, en esta segunda etapa tampoco falta esa gran saga digna de ser recordada. Para la ocasión, el guionista compone una obra en capítulos fundamentada en la carrera por el liderazgo del crimen de Nueva York. Una lucha por el poder entre dos aventajados de la profesión como son el Doctor Octopus y el Búho, habitual oponente de Daredevil. Y en medio, de nuevo Kingpin en su papel de pivote y de interesado cooperante de Spiderman.
Pero eso no es todo, porque este ciclo argumental significa también el regreso a la vida (la suya propia y la de Peter) de la Gata Negra. La encantadora e inconsciente gatita no duda en meterse en medio de la mortal batalla entre los dos pesos pesados en una emocionante carrera por hacerse con una mortífera bomba de neutrones. Una letal batalla en la que la alegre Gata acaba protagonizando el lado más trágico de la saga al estar punto de irse al otro barrio, pero esta vez en serio.

Esta saga coincide también con la entrada de Al Milgrom como dibujante estable. De hecho, con la excepción de un sólo número en el que cede el lápiz a Bob Hall, Milgrom se ocupa de dibujar prácticamente toda la saga. Y bueno, no puedo decir que el resultado sea malo, sino más bien todo lo contrario. La fuerza narrativa de Al Milgrom creo que es uno de los puntos fuertes en el desarrollo gráfico del cúmulo de batallas entre Octopus, el Búho, Spiderman y la Gata Negra que nos deja esta saga. Estéticamente, el dibujo de Milgrom es donde más flojea, pero creo que el entintado de Jim Mooney arregla bastante la papeleta en este sentido.
En cualquier caso, Mantlo y Milgrom demuestran una muy buena química en el desarrollo de una saga tan entretenida como emocionante.

Pero todavía falta la traca final: el enfrentamiento final contra un Doctor Octopus más poderoso que nunca. Pero antes hacemos un pequeño alto en el camino para encontramos con el Gladiador, otro enemigo clásico de Daredevil. Una breve trama que supone un paso más en el proceso de conversión del Gladiador al lado de los buenos, que sirve de aperitivo para el último capítulo de la saga.
Un último acto que se cuece a fuego lento, de un dramatismo casi apocalíptico, que lleva a un último enfrentamiento con un Octopus colérico. Una apasionante persecución del supervillano al coche conducido por la Capitana DeWolff, alma protectora de la convaleciente Gata, y de Spiderman al propio Octopus, narrada con mano firme por Al Milgrom. Espléndido.
Seguro que no estaremos ante una de las más grandes sagas de la historia del Trepamuros, pero esto es Spiderman puro, y del bueno.

El nivel de Bill Mantlo sigue en lo más alto en el número que sigue. Un episodio muy especial, dibujado esta vez por Ron Frenz, que significa un bonito homenaje a la profesión de reportero y, de paso, al propio J. Jonah Jameson. Protagonizado y narrado en primera persona por un Jonah que se juega el pescuezo llevando personalmente un caso de investigación periodística sobre una trama de corrupción, atreviéndose incluso a chantajear al mismísimo Kingpin. Una demostración de amor apasionado por su profesión, de un Jameson que, sin embargo, no sospecha que le viene siguiendo un ángel de la guarda vestido de rojo y azul.

Capa y Puñal, que por aquellos tiempos estrenaban serie propia limitada, regresan una vez más en otro arco, como no, dedicado al narcotráfico. En esta ocasión, el dúo comparte invitación con otro antihéroe, el mismísimo Castigador, en una carrera por dar caza y ejecución a los criminales de turno. Spiderman, por su parte, está más por la vía inculpatoria.
El objetivo de los antihéroes no es otro que Kingpin, que sigue apareciendo en todos los fregados.
La trama es algo reiterativa respecto a la de Cabello de Plata, a la vez que menos eficiente. Personalmente, me chirrían un poco ese Kingpin insólitamente descuidado y un Castigador salido de madre que toma por delincuentes a vulgares conductores que se saltan un semáforo en rojo.
La historia tiene continuación en un juicio al Castigador, con Ben Urich y Peter Parker por ahí cubriendo el reportaje. Un episodio que pretende llevar a la reflexión a Spiderman, pero bajo argumentos un poco impostados.

El episodio citado más arriba, el que deja en pañales a un político hipócrita, no está nada mal, aunque quizás es demasiado evidente en su denuncia. Esta vez bajo el dibujo de Dave Simons, es una historia de contrastes de clases sociales. Una muestra de lo más marginal de la sociedad americana y el abandono al que está sometida.

Pero para insólito está el número en el que Bill Mantlo se acompaña ni más ni menos que de Fred Hembeck, el caricaturista oficial del cómic de superhéroes paródico. Desde luego, no falta el humor en el prólogo del episodio, pero la gracia de la jugada realmente está en ser, tal cual, un capítulo más de la continuidad arácnida con la diferencia de estar dibujado por Hembeck con su habitual estilo humorístico. El villano para la ocasión es la Mosca.

Volviendo a las disimilitudes entre esta etapa de Mantlo y lo que estaba escribiendo Roger Stern sobre el Trepamuros por esas mismas fechas, en esta segunda parte del tomo la principal diferencia la marca la Gata Negra. En Amazing Spider-Man sabemos de la relación amorosa entre Spiderman y Felicia más por las referencias al respecto en los textos que por la presencia físicas de la fémina. Stern, en realidad, prefiere poner el foco en el retorno de Mary Jane al entorno de Peter.
Mantlo opta por justo lo contrario. Su relación con Felicia Hardy es casi lo único que ocupa y preocupa a Peter en lo que resta de etapa. A sus amigos de toda la vida tan sólo se les ve en la escena en la que Liz Allen y Harry Osborn anuncian la espera de su primer hijo.
De hecho, la Gata es el primer amor de nuestro protagonista que sobrepasa su entorno cotidiano y participa también en sus batallas contra los supervillanos. La razón, por supuesto, está en que Felicia con quien está manteniendo una relación es con Spiderman, no con Peter Parker. Para el recuerdo queda la imagen de Peter quitándose la máscara ante el semblante de incomodidad, y hasta de horror, de la Gata. A partir de ese momento todos sabemos que la relación tiene poco futuro, más cuando Felicia tiene cosas de criatura inmadura, como ser incapaz de comprender que su amante no pueda ser Spiderman las veinticuatro horas del día. A pesar de todo, Peter decide abrirse de pleno a su nueva amante.

La Gata se estrena como acompañante de Spiderman en el único choque con el Duende en todo el tomo, precisamente el personaje estrella de la etapa de Roger Stern en Amazing. Stern le presta su creación a Mantlo para un episodio y le echa una mano con el argumento. Un único episodio que no es lo que se dice del montón, puesto que contiene la escena en la que el Duende adquiere la fuerza sobrehumana del viejo Duende Verde al bañarse en los potingues descubiertos en los almacenes de Osborn.

Un nuevo capítulo de la caza de Cobra por parte de su antiguo aliado, Míster Hyde, es el marco para una nueva salida en equipo de Spiderman y la Gata. Una trama que allana el camino para el episodio que cierra esta segunda etapa de Bill Mantlo.
Spiderman intenta repetidamente apartar a su pareja de baile de las batallas contra los villanos que albergan algún tipo de superpoder. Ante esta circunstancia, Felicia considera que no está en igualdad de condiciones respecto a su socio y que necesita algún tipo de superpoder. En una nueva muestra de su inconsciencia infantil, la Gata se lanza a la búsqueda desesperada de una autoridad en la materia que esté capacitado para convertirla en una verdadera superheroína. Tras llamar a la puerta de los Vengadores o los Cuatro Fantásticos, sin suerte, acaba metiéndose en la boca del lobo. Un lobo que no es otro que Kingpin, que ve en ella una oportunidad de jugar sus cartas contra Spiderman. Inconsciente de con quien está tratando, Felicia llega a un acuerdo con el orondo mafioso, que complacerá sus anhelos a cambio de recibir sus servicios cuando lo requiera.
El superpoder seleccionado no es otro que el que aparentaba poseer la Gata Negra en sus primeras apariciones: provocar mala suerte en sus adversarios, como el felino que le da nombre. Si pasamos por alto lo inverosímil que resulta que nadie, por sofisticados medios que posea, sea capaz de inocular semejante superpoder, el episodio es francamente bueno.

El número, y el tomo, cierran con el famoso cliffhanger que conducirá a Spidey a las Secret Wars, así que habrá que esperar a la próxima entrega para saber cómo sigue la historia.


Conclusión.

Bill Mantlo sigue manteniendo un nivel más que digno en su viaje como guionista de Peter Parker the Spectacular Spider-Man. Diría que, en conjunto, esta segunda etapa es más regular y disfruta de más alicientes, pese a que la primera contaba con la mejor saga, la de Carroña.
A destacar la saga Octopus vs. Búho, pero también una serie de episodios muy especiales en los que Mantlo intenta contarnos historias diferentes. Muy buena etapa, desde luego.

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Panini / Re:Marvel Limited Edition 27. ¡Ahora también en tapa blanda!
« en: 16 Septiembre, 2024, 19:06:19 pm »
Mi tomo de La Tumba de Drácula: Princpio y fin es 464. No recuerdo si lo puse en su día.  :oops:

Lo pusiste.  :birra:

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Dejo las tres de este mes.  :birra:

Biblioteca Marvel 63: Los Cuatro Fantásticos 12 (1967)
https://www.universomarvel.com/resenas-biblioteca-marvel-63-los-cuatro-fantasticos-12-1967/

Biblioteca Marvel 64: Thor 9 (1967)
https://www.universomarvel.com/resenas-biblioteca-marvel-64-thor-9-1967/

Biblioteca Marvel 65: El Asombroso Spiderman 10 (1967)
https://www.universomarvel.com/resenas-biblioteca-marvel-65-el-asombroso-spiderman-10-1967/

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A mi esto de publicar la Saga del Clon noventera,me recuerda a las pelis yankis esas que encuentran/desentierran una caja antigua y un personaje (normalmente indio o negro) dice que mejor no jugar con eso y dejarlo donde estaba y claro,no hacen caso y luego se lia parda y todo el mundo lo lamenta.

 :contrato: :adoracion:

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A mí esta Biblioteca Marvel me parece, sin más, la edición perfecta para estos tebeos. Lo llevo diciendo desde que se anunciaron, pero solo recientemente me he animado a comprarlas aprovechando una oferta en wallapop con los primeros 40 tomos. Y ya he hecho otro pedido con otros tantos más justo al MLE TPB de este mes.

Y si se quedan por el camino, siempre tendré mi anterior edición, la Biblioteca Marvel original, los Romita o incluso los Omnigolds.  :thumbup:

Por ahí voy yo.  :birra:

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 Y nada en grapa antigua?
 Nada anterior a los tochos?

 No tenías nada hace 10 años?       :incredulo:

A ver.
Lo que tenía en Vértice y Forum lo he ido sustituyendo por OGs, MHs, MLEs, etc.
No soy de guardar ediciones repetidas, quitando algunos ejemplares emblemáticos.

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