Bueno, espero que más gente se vaya apuntando a valorar esta primera entrega. Recordad, solo hay que citar el mensaje de un compañero anterior y luego quitar los «quotes», puntuar y dar un breve comentario, nada parecido a lo que Malkav y yo estamos haciendo
Mmm... Yo difiero en que sea un cómic de derechas. Miller pone en cuestión la figura del justiciero y la analiza desde perspectivas diversas y a veces contrarias (cómo lo ve el cuerpo de policía, cómo lo ven los medios de comunicación, cómo lo ve la ciudadanía...). No creo que llegue a una postura concluyente ni que justifique sus actos, simplemente deja ahí las preguntas y que cada lector se posicione como crea oportuno.
Que todos sabemos de qué pie cojea Miller, pero aquí le veo suficientemente inteligente como para no firmar un panfleto.
Bueno, querido contertulio Malkav, eso nos llevaría a un apasionante debate
Pero en serio, por eso digo que es brillante. Realmente lo es. No es un panfleto. Es una obra maestra del cómic. Pero a mí me parece tremendamente de derechas (que no es bueno ni malo en sí mismo). Lo que pasa es que está escrito con tal dosis de inteligencia que es capaz de sacar las vergüenzas a sus propios planteamientos (por ejemplo, cuando los mutantes se ponen a apalear a delincuentes de baja intensidad siguiendo el «ejemplo» de Batman).
Pero la base ideológica está ahí y me parece clarísima. Y va más allá del planteamiento simple del partidismo, porque de hecho le mete caña a Reagan.
Este cómic es un fiel reflejo del pánico colectivo a la delincuencia propio de los 70 y los 80, del que el propio Miller participa, al haber sido víctima de un atraco, ya que ha contado más de una vez cómo esa experiencia le marcó. En su día, todos esos pánicos fueron bien recepcionados por la derecha política de la rama más conservadora. Muchos de los argumentos entonces esgrimidos por ese ala «a la derecha de la derecha» están presentes con una increíble nitidez en este cómic.
Sobra decir que ninguno de los negros vaticinios sobre la delincuencia se cumplieron en los 90 o posteriormente. De hecho, ocurrió todo lo contrario. Pero en aquél momento, con una delincuencia en sus peores momentos, se compraba todo este argumentario mucho más fundadamente que ahora.
Y eso insistiendo en que, como decía, da para repartir a todo el espectro ideológico.
Maldición, Thesys, ¿se puede saber dónde estabas metido cuando en el Club de lectura se comentó DKR? Lo bien que habría venido tu aportación
Ciertamente, creo que aquí hay un tema de debate que da para que corran ríos de tinta. Sorry but you are not allowed to view spoiler contents.
Por añadir un solo comentario final, creo que aquí hay un caso de sobreinterpretación debido al conocimiento del contexto y de elementos extranarrativos; es decir, todo lo que sabemos sobre Miller, sobre la anécdota de cuando lo atracaron (si no recuerdo mal, fue recién llegado a NY, cuando intentaba hacerse hueco como dibujante de Daredevil, y no ocurrió una, sino dos veces, e incluso en una de ellas le llegaron a poner un cuchillo en el cuello, lo que acrecentó su rabia... ¿es también el DD de Miller un cómic de derechas?) o sobre cómo recibió la derecha esta obra, todo eso, digo, puede llevar a interpretar TDKR en unos términos ideológicos que, a mi juicio, no están legitimados desde la propia obra. No creo que pueda tildarse de derechas un cómic que en ningún momento se posiciona a favor del justiciero, y es que, pese a la fascinación que produce, y aunque hay personajes que lo apoyan, como Gordon, también hay otros que lo censuran, como Yindel; y todos tienen argumentos de peso para defender su postura, argumentos que Miller se empeña en exponer, intentando no inclinar la balanza a un lado ni a otro.
En fin, lo que pienso de este cómic (sobre todo en lo referente al análisis de la figura del vigilante como elemento de control social) lo dejé escrito cuando el Club, si quieres echar un vistazo, te lo dejo por aquí
Pues el Club de Lectura me parece probablemente el mejor hilo en mucho tiempo. Una pena no poderlo seguir con calma por falta de tiempo y de pasta para comprarme todos esos cómics
Sobre lo que comentas, bueno, interpreto que quieres decir que tengo sesgo de confirmación, es decir, que como ya sé que Miller es de derechas, voy buscando donde no hay elementos de esa ideología. Pero en mi caso no es así (o no lo es, según creo, en lo sustancial) por varios motivos:
-primero porque cuando yo leí por primera vez esta obra no tenía ni idea de quién era Miller, y mucho menos de qué ideología tenía, y sin embargo ya me llamó la atención el enfoque.
-segundo porque el propio Miller no oculta que quiere hacer un cómic ideológico. Lo dice en la introducción, maravillosamente disponible en la fantástica edición en Pocket
Dices que Miller se limita a presentar diferentes posiciones y, un poco, el lector puede juzgar. Pero eso hay que matizarlo, porque Miller ni es neutral ni lo pretende. La tertuliana de derechas dice cosas con las que la gente de derechas, o de izquierdas incluso, se puede identificar. El doctor, que representa las ideas de la izquierda sobre la criminalidad, no dice más que un montón de majaderías con las que es imposible que nadie se identifique, incluida la izquierda. Es una parodia bastante vulgar, por cierto, de la idea de la reinserción, defendida eminentemente por la izquierda. Además, el terapeuta es desmentido por los hechos: todos los delincuentes que avala con su criterio para que salgan en libertad condicional son invariablemente reincidentes particularmente crueles, en tanto por el otro lado se presenta como dato objetivo que desde que Batman vuelve a repartir estopa por las calles han bajado los índices de criminalidad.
Sin embargo, la realidad demostraría más bien lo contrario. Todos los días, lo sepa la gente o no, sale de prisión gente que ha cumplido pena por homicidios. La inmensa mayoría no vuelve a cometer un homicidio, pero en la prensa obviamente solo saldrán los casos aislados de reincidentes. En cuanto a la otra cuestión, el vigilantismo tal vez haya tenido que ver con alguna reducción a corto plazo del delito, pero su eficacia es, en general, bastante dudosa.
Y, en fin, muchas más cosas. Por ejemplo, la presentación de los mutantes como un enjambre de miles de jóvenes delincuentes representa la ideación de la derecha durante los 70 y 80 relativa a los «crack babies» (que no baby crack, que hace referencia a algo completamente distinto
).
En un contexto de incremento de la natalidad especialmente entre las clases pobres, y especialmente entre los adictos al crack, el vaticinio era que en los años 90 la generación de nacidos de adictos al crack, con cinco o más hijos a menudo, poco menos que invadiría las grandes ciudades como una plaga de orcos (bien porque ellos mismos consumirían drogas o porque las consumían sus madres estando embarazadas, lo que provocaría una afectación en el desarrollo fetal). De ahí que se incida tan a menudo en la juventud de los mutantes, y de ahí que se los presente por miles. Esa predicción no solo no se cumplió en las décadas siguientes, sino que ocurrió todo lo contrario.
Y muchas más cosas, pero no quiero aburrir
Respeto cualquier opinión y me encanta el debate más que a un tonto un lápiz, pero creo que el planteamiento ideológico de Miller es claro e intencional. Ni siquiera creo que pretendiera ser sutil.
Lo que pasa es que es muy bueno