Día 136: X-Men #94. 2ª Historia. Noviembre de 1999.
Banda sonora: Corrían los años 90, cuando Nirvana homenajeaba una canción de Bowie de los 70: "The Man Who Sold The World" en su mítico unplugged. Byrne hacía lo propio en este tebeo:
https://www.youtube.com/watch?v=fregObNcHC8
Créditos: John Byrne (guion, dibujo); Tom Palmer (tinta); Gregory Wright (color); ¿? (rotulación).
Portada de Alan Davis y Mark Farmer.
¡Empiezan los Años Perdidos! A modo de introducción, John Byrne metió una historia de 10 páginas en la serie de X-Men (a no confundir con Uncanny X-Men) que se ubicaba tras The X-Men #66. Fue, nada casualmente, en X-Men #94. Ante todo, decir que no vamos a tratar todo el contenido de X-Men #94, sino solamente la segunda historia, llamada "Test of Destruction", que consta de diez páginas -como ya se ha dicho-. El resto del número proseguía su trama con el tema de los Diarios de Destino. Eran los tiempos de la Patrulla-X de Alan Davis y, aunque parezca poco creíble ahora mismo, ya llegaremos ahí en unos años
La portada sin embargo tenía reminiscencias de tiempos remotos, pues salía Fuego Solar. En las páginas interiores, aparecían más invitados de los 60. Pero en fin, que nada de eso toca ahora. Habréis podido, tal vez, comprobar que en una esquina de la portada ya se anunciaba "Los Años Perdidos".
Algunas de las cosas que voy a decir ahora ya se saben. Siempre he sido de los que prefieren centrarse en la historia y dejar que otros hablen del contexto y las anécdotas que rodean los aspectos más editoriales, porque saben y yo no
Pero en fin, digamos que, para entender este tebeo, hay que saber que Byrne hizo una carambola peculiar. El número 1 de The Hidden Years salió un mes después que X-Men #94, y digamos que, en términos de trama, nuestras diez páginas de historia se insertan en mitad de THY #1, partiendo ese número en dos, por así decir. Para mantener la unidad de las historias tal y como fueron publicadas, sin embargo, veremos primero este X-Men #94.
Hay que reiterar, por otra parte, que el empeño de Byrne en publicar sus diez páginas retro en la segunda cabecera mutante no era casual. The X-Men #94, posteriormente renombrada como Uncanny X-Men, contenía el debut de Claremont con los mutantes. Así que era un gesto simbólico bastante importante empezar a hablar de los años perdidos justo cuando en la cabecera histórica -y hermana- de The X-Men se había dejado de reimprimir historias.
En cuanto a historia, no hay realmente mucho que decir, pues Byrne -acompañado por Tom Palmer, al que ahora recordamos con cariño, pues fue ayer mismo cuando supimos de su fallecimiento- solo contó con diez páginas. Eso sí, tienen su sustancia. El Profesor-X se ha recuperado después de que le fuera aplicado el aparato de Bruce Banner. Estuvo casi en coma tras unir las mentes de la humanidad para derrotar a los Z'nox, inundándolos de una bondad para ellos insoportable.
Cuando Xavier llega al hangar de la Patrulla, Byrne ya nos recuerda, con tino, que la nave en la que viaja la Patrulla en los últimos números de la colección de los 60-principios de los 70, la tomaron prestada de Larry Trask.
Xavier reprocha a sus alumnos que no se hayan asegurado de que la nave contenía alguna trampa oculta, y les envía a que la chequeen. En realidad, tiene otros planes, que comparte con Jean. Aunque ella tiene sus reservas, Xavier se acaba imponiendo. ¿Qué querrá Xavier? Pronto lo sabremos. Bobby pone palabras a lo que muchos de nosotros pensamos: el profe se pone puntilloso cuando les ha engañado fingiendo su muerte. A Warren este especial celo con la nave le parece absurdo, pero entonces Hank encuentra una extraña consola.
No parece estar activada, aunque la Patrulla-X sospecha que puede ser tecnología centinela. Es justo ahí cuando el mismo Magneto entra en escena, diciendo que el aparato es suyo, atacando a los hombres-X
A partir de ese momento, los héroes van de sorpresa en sorpresa, pues, uno por uno, van apareciendo la Mole, el Sapo y Juggernaut, atacando a los héroes. Xavier le dice entonces a Jean que se una al combate, y esta replica que no sabe si eso tendrá mucho sentido, de una forma tal, que confirma nuestras sospechas de que todo el ataque forma parte de la manipulación mental del Profesor-X. Porque Jean ya sabe esto, claro, y se intuye desde el comienzo.
¿Por qué querría el Profesor que Jean se metiera en una refriega que los dos saben que es fake? Pues sencillamente para atacar gratuitamente a Cíclope, exponiendo públicamente su amor por Jean Grey. Algo que la Chica Maravillosa considera muy cruel por parte de su mentor.
Como podéis ver en la viñeta anterior, cuando Cíclope acude a liberar a Jean -que ha caído presa de Magneto en la escena mental-, el falso Magneto comenta con desprecio el "angustioso grito de un adolescente enamorado". Cuando Jean protesta ante Xavier, Cíclope deduce fácilmente que nada de esto es real y "vence" a sus atacantes simplemente dejando de combatirlos. Las imágenes mentales atraviesan a los chicos de Xavier
Bobby, al enterarse de las manipulaciones de su maestro, no duda en echárselo en cara. Charles Xavier explica que todo lo hizo "por su bien", para comprobar si estaban bien entrenados para las amenazas por venir. Tenía que asegurarse al no haber seguido sus progresos. Claro.
Alex y Lorna se habían perdido el entrenamiento y aparecen a última hora. Bobby, que está cabreado, no pierde la oportunidad para fingir una vez más que Lorna es su novia. Esta le da calabazas por enésima vez, y Bobby se cabrea y se va. Que siga el salseo.
Xavier emplaza a los mutantes para que, al día siguiente, le pongan al día de lo que ha pasado en su ausencia. Cíclope se queda reflexionando con Hank sobre lo que Xavier les ha hecho, y solo puede coincidir con Jean en que ha sido un ejercicio de pura crueldad sin justificación.
Bueno, pues aquí tenemos ya la puesta a punto para que empiece a rodar la serie principal de Los Años Perdidos, esta vez en su cabecera independiente. La verdad es que en solo diez páginas, Byrne ha plantado mucha semilla de disensión y algunas tensiones en el grupo. Veremos lo que da de sí todo esto, pero las apuestas están bien altas. ¡Seguimos mañana!