He leído
One Piece Nº 96.
Retomo la lectura de la serie tras mi
anterior comentario.
Un tomo algo irregular, con momentos interesantes, revelaciones inesperadas y bastante denso. En gran parte ha sido una lectura entretenida, pero la verdad es que algunos capítulos me han parecido algo aburridos. En mi opinión, Oda parece empeñado en alargar esta saga más de lo recomendable, provocando que el desarrollo de su historia se resienta. Lo peor de todos es esa sensación de que algo grande va a suceder, pero el lector se queda con las ganas. En este volumen hay oportunidades a patadas, todas ellas desaprovechadas por seguir enfrascado en la historia que pretende contar. Los combates son cortados o relegados a un segundo plano ajeno al lector, y si se llega a producir alguno no dura más que unas cuantas viñetas. Por una parte, hay que admitir que esto beneficia que la trama sea fluida, pero por otro parte resta emoción al clímax de ciertos argumentos que provocan ese
in crescendo continuo y que no culminan en el desenlace esperado, ni el más obvio, de hecho. En mi opinión, un
coitus interruptus en toda regla, y quizá una de las características que más se repiten a lo largo de toda la saga. Ya he explicado en otras ocasiones que no es cuestión de que en el manga estén a todas horas dándose hostias, pero al fin y al cabo uno de los ingredientes de la serie son las peleas y como en cualquier cocido, cuando algo falta no sabe igual. Con lo mucho que he disfrutado con esta serie, me apena mucho tener este sentimiento agridulce tras la lectura de un tomo, pero es a donde nos ha conducido Oda, que ha convertido una de sus grandes virtudes en su principal defecto.
En esta entrega tenemos de forma íntegra la segunda parte del flashback destinado a narrar la la leyenda de Oden, cuyas aventuras han ido de menos a más, para después descender de nuevo y, finalmente, culminar con una escena muy emotiva que da sentido a toda la devoción que sienten por él sus seguidores, además de ser el caldo de cultivo perfecto (nunca mejor dicho) para forjar una leyenda que se recuerde con el paso de las décadas. La historia de Oden me parece particularmente interesante en su periplo con los piratas. Primero con Barbablanca y después con Gold Rogers. El encuentro de los dos grandes piratas del momento es realmente épico, pese a que Oda se empeña en sacar de cámara uno de esos enfrentamientos que merecen la pena ver, supongo que lo habrán dejado para el anime. Pero, bueno, lo realmente interesante es el papel de Oden en la banda de Rogers, que no es otro que ser el intérprete de los foneglifos, ya que resulta que es un lenguaje que conoce bien. Esto entronca con la intención del que será rey de los piratas de ir tras un tesoro que está vetado por el Gobierno, ya que parece mostrar los grandes secretos de la antigüedad. Entre ellos, el secreto de la D en los nombres, las armas de la antigüedad y lo que podríamos denominar como el origen de las especies. Un aspecto que llama mucho la atención es que Rogers realiza un viaje muy parecido al de Luffy, llegando a ciertas islas en el mismo orden que lo ha hecho la banda del sombrero de paja. Esto me hace pesar que nuestro protagonistas no están muy lejos del trayecto final que Rogers recorrió, aunque es cierto que toda la información que Robin ha recuperado de los foneglifos ha permanecido en un segundo plano y en contadas ocasiones se hace referencia a ella, por lo que no recuerdo bien si la ruta que siguen les puede llevar al mismo desenlace, aunque supongo que sí. Esto no significa que la serie vaya a acabar pronto, pero sí que parece que se comienza a atisbar en el horizonte el One Piece y sus secretos, algo que enlaza con la historia de la novela, que después tuvo adaptación fílmica. Ya veremos...
Lo que más me ha gustado es poder ver más en acción a Gold Rogers, algo que hasta el momento apenas se había visto. También resulta curioso ver a otros personajes en el pasado, sobre todo aquellos que han tenido cierto papel relevante en el presente, como Buggy o Shanks. Por cierto,
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Tras sus aventuras con los piratas, Oden regresa al país de Wano para encontrarse con que Orochi ha tramado una conspiración que le ha convertido en sogún, convirtiendo al país en una fábrica de armas y sometiendo al pueblo. Además, se ha aliado con Kaido. Aquí, Oda se acaba desviando un poco, para alargar un poco más la trama, de manera que en la parte final del flashback el desenlace de Oden tenga una mayor dosis de dramatismo. Es una vuelta de tuerca que funciona y que en otras ocasiones no me parecería mal, pero teniendo en cuenta la longitud de esta saga, creo que no vendría mal recortar en algunos aspectos, algo innecesarios, como esos años en los que tenía que bailar desnudo frente la palacio del sogún. Después todo cobra sentido y es debidamente explicado, pero son errores como este los que acaban lastrando a una historia que en su conjunto y como concepto no está mal, aunque se acabe diluyendo en los detalles más nimios y en ese desarrollo caótico.
Para mí el aspecto más negativo sigue siendo la narrativa confusa de Oda, la cual diría que incluso empeora con el paso de los capítulos. Ya ni siquiera me voy a quejar de que es imposible controlar a todos los personajes que intervienen en tantos escenarios distintos a la vez, y que sus nombres a ojos de un lector occidental suenen todos iguales, es que en ocasiones cuesta seguir el hilo conductor. En varias ocasiones he tenido que mirar las páginas por si me había saltado algo o mi tomo tenía una tara. Es horrible esos saltos bruscos de una escena a otra, dando la sensación que todo se le agolpa en su mente, pero que no es capaz de transmitirlo con la suficiente claridad para que nosotros lo entendamos. Un Oda caótico como pocas veces y que me parece nefasto para el desarrollo de su historia. Con el regreso de Oden y la sana intención del autor de dar todas las explicaciones al
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, la identidad de los dos hijos de Oden y como se desarrolló todo hasta la actualidad, pues la verdad es que hay un caos importante ahí. Se puede seguir más o menos la trama, aunque cuesta horrores identificar a algunos personajes y ubicarlos. A mí hay aspectos que no me han quedado del todo claros, por ejemplo con Toki, o con el supuesto camuflaje de Hiyoki, que por un momento yo he asociado con
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Pero no encaja del todo con lo visto en el anterior tomo y su presentación en la historia. No descarto que sea culpa mía, la verdad, al sentirme tan perdido en ciertos momento de la saga, igual se me ha pasado algún detalle que enlaza ambas cosas. De todas formas, creo que Oda tampoco es que las haya contado con demasiada claridad.
No se puede negar que Oda da respuesta a muchas preguntas, cubriendo los huecos de prácticamente todos los huecos de la trama. Desde la motivaciones de Orochi, hasta el origen de su asociación con Kaido. Después hay momentos tan interesantes como el enfrentamiento entra Kaido y Oden,
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De ese modo, llegaremos a la derrota de Oden y sus hombres, y al final de la leyenda en una ejecución que tiene momentos realmente emotivos. Aquí se nota que Oda recupera el pulso de la historia, consiguiendo transmitir muchas emociones, como ha hecho en otras ocasiones a lo largo de la serie. Con el mismo recurso argumental de siempre, todo hay que decirlo, pero que sigue siendo igual de efectivo en todas ocasiones. Después llegará el final de su nombre familiar y sus allegados, teniendo una especial relevancia Shinobi, a la que estoy convencido que nadie en su sano juicio hubiese asociado con la figura de la actualidad que ya conocemos. Después llegará el plan que nos lleva a la actualidad, con la protección de los hijos de Oden y la promesa de continuar su sueño de apertura de Wano en el futuro. Además, se desvela que
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A mí me ha parecido una revelación muy curiosa, pero que que casi podríamos considerar un
Deus Ex Machina en toda regla. A igual que la revelación de que
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Finalmente, volvemos a la actualidad, para descubrir que
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Diría que esto se pone interesante por momentos, pero ya sabemos como se las gasta Oda últimamente, así que pongámonos cómodos y esperemos que más pronto que tarde, este autor decida dejar que toda esa emoción contenida llegue a su clímax natural, por el bien y el disfrute de todos los seguidores de One Piece, una historia de piratas con samuráis...