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« en: 05 Junio, 2025, 09:48:02 am »
Disculpad que he tardado en terminar de reseñar esta saga de Nick Furia que termina en los Strange Tales #164-167 (BM SHIELD nº4), pero estaba leyendo un libro que me ha tenido ocupado. Se trata del fin de la saga de Garra Amarilla, que acaba en una resolución extrañísima que comentaremos posteriormente.
CUANDO LLEGA EL... ¡MEDIODÍA NEGRO!
- Garra Amarilla cree estar desintegrando a Nick Furia con una versión portátil del Aniquilador Definitivo que acaba de conseguir, pero en realidad está siendo teletransportado por Suwan desde la base de su tío. La chica rápidamente informa a Furia de la situación pero, tras constatar que el héroe está al borde del colapso, lo vuelve a teletransportar a la base de SHIELD en Manhattan para ponerlo a salvo.
- Nueva aparición de "Sam el Barbero" y "Slim el Peluquero" (ni rastro de la Manicurista, debía tener el día libre), los agentes de SHIELD que custodian la entrada secreta a la base de SHIELD en Manhattan camuflada como una barbería de la Calle 42. Nick Furia se materializa justo en este lugar, y los agentes rápidamente cierran el local impidiendo la entrada, en una divertida viñeta, al espía británico James Bond caricaturizado claramente con el rostro del actor Sean Connery (1930-2020), que hasta 1967 había interpretado este personaje en 5 películas.
- Garra Amarilla ha desarrollado una versión gigante del Aniquilador Definitivo con el que, tras hacer una prueba desintegrando un satélite en órbita, amenaza con destruir la isla de Manhattan. Mientras tanto, Furia es curado en tiempo récord por los médicos de SHIELD en la "cámara resucitadora", aunque le advierten que su estado es muy delicado y que si sufre otro colapso podría morir (Steranko se olvida pronto de ésto, pues a partir de aquí Nick se fuerza más que nunca y no pasa nada grave).
- Un nuevo chivatazo advierte a SHIELD que un "agente enemigo" va a reunirse con Garra Amarilla en New York, lo que permite a Furia recuperar la pista de su adversario tras un seguimiento en coche usando múltiples gadgets (este tipo de cosas son lo más flojito de los argumentos de Steranko: son básicamente deus ex machina sacados de la manga para que el héroe pueda volver al ataque tras su fracaso anterior).
- El coche del agente enemigo, en el que se había colado Furia, resulta abducido por la nave de Garra Amarilla, el Dragón Celestial y, tras una breve lucha, el agente de SHIELD es capturado y colocado justo debajo del Aniquilador Definitivo a punto de accionarse.
¡TEMED EL CIELO SALVAJE!
- El Helitransporte de SHIELD, que había venido siguiendo los movimientos de Furia, asalta el Dragón Celestial de Garra Amarilla en una escena de acción alucinante. Como si fueran piratas modernos, los agentes de SHIELD realizan un abordaje aéreo de la nave enemiga plasmada en una página doble espectacular. Dum Dum Dugan, reincorporado al servicio tras sus breves vacaciones, rescata justo a tiempo a Nick Furia de la trampa para que éste derrote en combate personal al nazi Fritz Voltzmann, que resulta capturado. Garra Amarilla inicia un plan de fuga que incluye el uso de duplicados robots de sí mismo, tal y como le confiesa Voltzmann a Furia (atención que ésto será relevante para la resolución de la historia).
- Nick Furia corre en persecución de Garra Amarilla que, enfundado en una armadura que le cubre todo el cuerpo, resulta invulnerable a las armas del Director de SHIELD y consigue escapar en una nave tras dejar aturdido a su enemigo.
¡SI LA MUERTE ES MI DESTINO!
- Furia, utilizando un traje planeador de alta tecnología, salta por los aires en persecución de la nave de Garra Amarilla, que termina sumergiéndose en las aguas próximas al Puerto de New York para ingresar en una base submarina. Nuevamente Nick envía un aviso a sus agentes, que en esos momentos están ocupados abduciendo el Dragón Celestial con el Helitransporte, para que acudan al rescate.
- Furia irrumpe en la base submarina de Garra, donde gracias a sus gadgets de alta tecnología va esquivando las innumerables trampas colocadas en los largos pasadizos de la misma. Aquí vemos que Steranko va experimentando con figuras superpuestas y dando formas irregulares a las viñetas, que ya no tienen solo forma rectangular sino que forman esferas y se colocan en disposición helicoidal o boca abajo, por ejemplo.
- Garra inicia un nuevo movimiento donde pretende vengarse aniquilando a aquellos que considera que han frustrado sus planes. Para ello abduce al agente del FBI Jimmy Woo y, tras colocarlo atado a una máquina, pretende ejecutarlo mediante un rayo congelante. Sin embargo, Suwan se interpone y termina "muriendo" ella en su lugar, con un Woo culpando de esta desgracia tanto a Garra Amarilla como a Nick Furia (?)
¡ARMAGEDÓN!
- Con un Jimmy Woo lamentándose de la muerte de Suwan, se inicia un asalto por parte de las fuerzas de SHIELD a la base submarina de Garra Amarilla plasmado de forma espectacular en dos páginas dobles (que ocasionalmente en ediciones posteriores hemos podido ver en desplegables de dos y de hasta cuatro páginas). Seguramente se trató de la escena de acción plasmada de forma más apoteósica en un comic-book hasta la fecha, con un Steranko que estaba desatado.
- Nuevamente la Garra Amarilla sale por piernas y escapa usando un traje especial que permite rasgar el espacio-tiempo para resguardarse temporalmente en otra dimensión. Sin embargo, Nick Furia lo persigue poniéndose otro de estos trajes y, tras alcanzar a su enemigo, desgarra su armadura usando la Garra de Satán del Barón Strucker (vista por primera vez en el Strange Tales #157, pero a saber de dónde la ha sacado porque no parece que la llevara en el bolsillo). Furia queda estupefacto al comprobar que su enemigo no era más que un robot, algo que no debería sorprenderle porque el propio Fritz Voltzmann le había advertido en el #165 que Garra pretendía usar duplicados robots para fugarse.
- De repente, en un extrañísimo final que ha pasado a la historia de los cómics como uno de los giros de guion más radicales jamás visto, vemos una escena en página doble donde se nos dice que toda esta historia no era más que un juego de estrategia que estaban practicando el Doctor Muerte con una de sus creaciones, un robot llamado "El Ajedrecista" (luego comentaré la traducción aplicada). Este final a mí me parece un despropósito, ya que parece insinuar claramente que Garra Amarilla, Suwan y Fritz Voltzmann no eran más que duplicados robots creados por Muerte (algo imposible, pues en el caso de los dos últimos tanto Jimmy Woo como SHIELD habrían visto que no son humanos tras haber sido capturados), y que los recursos de valor inimaginable que se han usado aquí solo servían para un juego. No obstante, a pesar de que no cuadra para nada con lo visto anteriormente, para Marvel la explicación oficial es ésta de los duplicados robots.
- Primera aparición del Ajedrecista ("Prime Mover" en el original), un robot superinteligente creado aparentemente por el Doctor Muerte para practicar juegos de estrategia. La traducción no es muy afortunada y se pierden matices porque, aunque Prime Mover puede significar literalmente "El que mueve primero" (y por tanto se puede aplicar al juego del ajedrez), en realidad significa, en un sentido prácticamente religioso, "la fuerza motriz" o "primera causa" como creador o impulsor del Universo. Para mí este nombre puede indicar que, a pesar de que el Doctor Muerte habla de creaciones computerizadas, el Ajedrecista podría estar impulsado por una fuerza cósmica o divina (más adelante lo veremos jugar partidas con un ser cósmico como es el Gran Maestro, en el Giant-Size Defenders #3).
- La aparición del Doctor Muerte se produce prácticamente al mismo tiempo que en sus apariciones en los Daredevil #36-38, donde aparentemente ha sobrevivido sin secuela alguna a su derrota en el Fantastic Four #60. Esta "multiaparición" de Muerte, sin hacer referencia alguna a su estado anterior, es otro pequeño indicio en favor de rechazar este final "fake" de Steranko.
En definitiva, cómics inmejorables a nivel artístico pero con un final de saga que lamentablemente Steranko no supo cerrar satisfactoriamente en su afán de querer sorprender en cada página al lector. A pesar de ello, no hay más remedio que calificarlo de sobresaliente.