He leído
¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas #0: Polvo al polvoDigamos que este número "0" es la precuela autorizada y por tanto canon, de la novela
¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? de
Philip K. Dick. Los encargados de llevarla a cabo son el guionista
Chris Robertson, al que ya conocía por escribir iZombie y el dibujante
Robert Adler al que no tenía el gusto.
El tomo, editado por Norma editorial en cartoné con sobrecubiertas, tiene el mismo diseño que los dos tomos de "Sueñan los androides..." y en él se nos narran sucesos acontecidos antes de la novela, así como eventos que aparecen en la obra de Philip k. Dick como es el caso del mercerismo y su caja de empatía y que aquí son presentados.
Antes de nada pongámonos en situación. El comic se sitúa años atrás respecto a la novela, justo tras el final de la "guerra mundial terminal" y cuando ese "polvo" del que habla el título, radiactivo y letal, está acabando con la vida en el planeta. Entre los que han sobrevivido al conflicto y a ese "polvo" que supuso el final de la guerra, han surgido algunos humanos a los que se llama "especiales" que tiene la peculiaridad de que han sufrido alteraciones cognitivas por defectos genéticos producidos en su mayor parte por el polvo radioactivo (bueno, en la novela esto es algo diferente, pero vale)
En las primeras páginas del comic,
Chris Robertson nos cuenta las andanzas de
Charlie Victor, un androide con la misión de cazar replicantes rebeldes. Para ello no dudará en "reclutar" por la fuerza a
Malcom , un "especial" que tiene la peculiaridad de ser un
émpata con las capacidades neurológicas alteradas lo que hace que perciba los sentimientos de las personas a un nivel difícilmente soportable, lo que lo hace ideal para detectar androides, ya que éstos, no pueden sentir. Lamentablemente para
Malcom, este "poder" va acompañado de pensamientos esquizoides, con visiones irreales y voces, vamos, que el pobre Malcolm está bastante jodido de la cabeza.
Por otro lado tenemos a
Sam, una científica que intenta descubrir la causa de la muerte de los animales para intentar así encontrar una cura contra el aml que asola el planeta. Uno de sus compañeros de trabajo, le habla del
Mercerismo y las
cajas de empatía, un mecanismo con el que experimentarán por mera curiosidad científica, y que permite lo que su nombre indica, que al "conectarte" a la caja sientas lo mismo que el resto de personas que estén conectadas en ese momento a la caja, teniendo pues un "sentimiento compartido". No entraré en detallar el ascenso de la montaña etc que sale en la montaña y que aquí no viene a cuento ya que ni es nombrado.
Pero no nos equivoquemos, esto no es ningún ladrillo con ideas super raras y no tiene la densidad de la novela ni por asomo. Ni tampoco lo pretende, que duda cabe. Es un mero comic que busca entretener y divertir, y que en mi caso, lo ha conseguido. Es un comic en el que Sam y Charlie unirán sus fuerzas para llevar a cabo una "misión" contra unos renegados que intentan acabar con la vida en el planeta, con páginas de accion a raudales, en una sci-fi muy entretenida y con un ritmo trepidante, con textos muy bien escritos donde entre escaramuzas y tiroteos, siempre hay tiempo para que el autor nos haga reflexionar con frases muy certeras sobre las emociones y cómo éstas nos describen mejor de lo que lo haría cualquier espejo, haciéndonos pensar en cómo de niños aprendimos el significado de la palabra "muerte", o lo bien que se nos da, según vamos creciendo, el hecho de inhibir, o al menos intentar ocultar, nuestra respuesta empática.
Recomendable y sin complejos. Un blockbuster que hace pasar un rato realmente entretenido.