He leído
Spider-Man Nº 6-10.
Nos encontramos ante el segundo arco argumental de la cabecera, en esta ocasión centrado en un
crossover con Civil War II, la secuela de la guerra superheroica orquestada también por Bendis. Tengo que admitir que la miniserie de este evento, como la mayoría de los eventos actuales, no m atrae lo más mínimo. Sin embargo, el trabajo de Bendis aquí sí que me ha gustado. Sigo teniendo problemas para conectar con el tono adolescente de la serie, pero considero que es algo principalmente culpa mía. Es decir, no tengo ninguna conexión emocional con la situación de personaje. De hecho, tengo la misma sensación que con lo que llevo leído de la etapa de Mark Waid en los Vengadores, que en el fondo no es una historia enfocada a un lector de mi edad. De todas formas, Bendis hace un buen trabajo y consigue un buen tratamiento de los personajes, potenciando su punto fuerte ne los diálogos y la narrativa secuencial lenta, aunque a mí hay conversaciones y expresiones que me descolocan un poco. Sigo pensando de todas formas que mi desconexión con la juventud actual influye mucho y que esa forma de utilizar la expresión "mola mucho" de manera constante no deja de ser algo típico de ciertas edades. Bendis presenta sus tics habituales, pro de forma positiva, sin que sean un lastre, sino más bien para que las escenas funciones, y lo consigue bastante bien. Me está pareciendo una lectura entretenida en muchos aspectos, por lo que de momento voy a seguir, pero sinceramente no sé si llegaré hasta el final, ya veremos.
En el apartado gráfico entra en escena el artista argentino Nico León, muy por debajo de Pichelli, algo que él mismo admite en una entrevista. No lo hace mal tampoco, y creo que su estilo encaja muy bien con la dinámica de la serie, pero tiene un perfil bajo, se le nota que es un dibujante que no está del todo curtido, con bastante irregularidades, principalmente a nivel narrativo o anatómico. No me termina de disgustar, pero hubiese preferido que siguiese Sara Pichelli, que está a un nivel muy superior. Argumentalmente, por otra parte, creo que Bendis está bastante inspirado, intentando profundizar con cierto éxito en algunos de los aspectos sociales que afectan de lleno a nuestro protagonista. De piel negra y de origen latino, Miles Morales sirve como vehículo para denunciar ciertas injusticias que se comenten en los Estados Unidos a gente inocente como él.
Julián aprovecha incluso para cargar de forma sutil contra el presidente de Estados Unidos. Desde luego, el mensaje sobre las injusticias que se cometen en el mundo deja una reflexión importante, y estoy bastante de acuerdo con él, aunque a nosotros igual nos coge un poco lejos el tema. Aún así, la sección de Julián es a veces un poco propagandística y una columna de opinión algo exagerada. Siempre me ha gustado mucho la forma en la que se ha expresado el editor de panini, así como sus artículos, pero últimamente no me acaba de convencer y parece que quiera convencernos de sus opiniones. Obviamente, no tiene porque ser algo real, sino solo una impresión mía, posíblemente equivocada, pero la verdad es que antes era una sección que leí con gusto y ganas, mientras que ahora se ha convertido en algo en ocasiones poco digerible y menos interesante. En mi opinión es una lástima, porque al final son solo los artículos de Saavedra, los prólogos de Bruno Orive y algunos de Raimon Fonseca los que me resultan interesantes o divertidos, según el caso y el enfoque. El nivel medio de los artículos de la editorial italiana parece haber bajado un poco, sin saber decir por qué exactamente.
Uno de los aspectos de la actualidad que menos me llaman la atención son los
crossovers. Y en esta ocasión, aquí tenemos varios hechos que poco después dejan de tener el más mínimo impacto. Por ejemplo,
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Si no me equivoco, en la actualidad ninguna tiene vigencia ya. Ni tres años ha pasado de esto y ya ha dejado de tener importancia. A mí esto no me gusta nada, porque es evidente que no dejan de ser hechos realizados para impactar, con la intención de deshacerlos a la mínima oportunidad. Si realmente es así, podían elegir al menos a personajes menos importantes y hacer que la cosa perdurase un poco más. Bajo mi punto de vista, lo peor de un Marvel actual que solo parece querer avanzar a golpe de evento, algo que a mí como lector me ha cansado desde hace bastante tiempo. Al margen de esto, si me gusta como Bendis profundiza en el aspecto de detener al criminal antes de cometer el crimen. Es un concepto que parece estar enraizado n alguno temas de la sociedad norteamericana actual, y que también se ha visto reflejado en otras series, como en la última temporada de
Elementary, por ejemplo. Bendis, al contrario que en otras ocasiones, lleva muy bien el debate a los lectores, mezclado con ese problema social, al aponer en primera línea al propio Miles Morales,
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Creo que es de las pocas veces que una premisa acaba siendo desarrollada con cierta inteligencia y profundidad. La serie pasa a ser dominada por los secundarios, más aún si cabe, donde veremos como esto les afecta a ellos y como Miles acaba apoyándose en sus amigos, ya sean Ganke, Ms. Marvel o Nova. Bendis sabe sacar partido de esta relación que se extrapola a otros títulos de la editorial, mostrando por primera vez, y de una manera sólida, un universo de ficción cohesionado, sin que resulte forzado y solo con el desarrollo de un puñado de personajes. A pesar de que el tema adolescente no me permite conectar emocionalmente del todo, sí que hay que reconocer que el guionista da en la clave de uno de los aspectos más característicos de la Casa de las Ideas, como pocas veces lo ha conseguido en su carrera.
En definitiva, un serie que en su comienzo parece seguir la estela del éxito de su etapa anterior en el Universo Ultimate, que quizá ya no me emociona tanto como al principio, que muestra algunas facetas de Bendis que no me gustan, pero que también potencian otras del guionistas que sí me parecen interesantes y me pone de manifiesto que no sabe tratar al género cuando le coge inspirado y los personajes son suyos. Sigue con sus inevitables fetiches, y parece que es imposible que Jessica Jones o Luke Cage caigan en el olvido, pero creo que en esta ocasión la balanza se posiciona en el aspecto positivo de su trabajo, por encima dle negativo. Espero que tras Civil War II la serie siga en este nivel. Crucemos los dedos...