Los Eternos: tomo Marvel Limited Edition (1976-1978) Leido el tomo de los Eternos.
La verdad es que para mí es una nueva experiencia poderme leer estas series en estas ediciones, y no sólo porque se editen en color como los originales. Muchas de estas colecciones en su momento tardé años en completar todos los números, ya hacia los 80 cuando la edición de Vértice quedaba años atrás, y me las fui leyendo de forma salteada e incluso en algún caso de forma incompleta. Así que es normal que muchos números casi ni los recuerde.
En aquellos tiempos este Kirby de finales de los 70 me parecía un tanto tosco comparando con el de la segunda mitad de los 60, y no lo acabé de disfrutar. Visto ahora veo un Kirby más cercano al de la primera mitad de los 60 en cuanto a dibujo, y su despliegue imaginativo parece clara herencia de sus historias de monstruos y sci-fi pre-Marvel. Ese inicio con el primer número, directo al grano y sin complejas explicaciones, me parece claramente eso. Sencillez e inocencia sin más pretensiones.
Kirby decanta la serie hacia sus habituales preferencias de dioses, monstruos y extraterrestres, nutriéndose de la cultura Inca, la mitología, las leyendas bíblicas y otras varias como puede ser Lemuria. Celestiales, Eternos, la Unimente… ya los nombres asignados indican sus intenciones grandilocuentes y épicas.
La serie destaca especialmente por la desbordante imaginación de Kirby en la creación de nuevos conceptos, realidades y localizaciones que pasarían a formar parte importante del Universo Marvel, así como del despliegue gráfico de algunas viñetas a toda página notables. Pero en cuanto a guiones tengo la sensación de que falta una mano maestra ahí, a medida que va transcurriendo la serie se va haciendo más monótona y falta de elementos sorpresa.
Quizás el problema esté en que parece una serie hecha en la primera mitad de los 60 (hasta se recupera sutilmente el concepto de los Soviéticos como malotes), para el marco mental más inocentón de época (un buen ejemplo es ese sofisticado Hulk robótico creado por un par de modestos universitarios) pero sin la maestría de un Stan Lee, y en la segunda mitad de los 70 queda un tanto por debajo de las exigencias si comparamos con los grandes autores de aquella década.
Lectura entretenida hasta cierto punto pero no creo que destaque.