Marvel Two-In-One: Marvel Limited Edition 1: ¡Grita, Monstruo! (1973-1976) Reseña en la web de Universo Marvel:https://www.universomarvel.com/resenas-marvel-two-in-one-marvel-limited-edition-1-grita-monstruo-1973-1976/Tras el experimento que supuso Marvel Team-Up, mediante la fórmula de superhéroe protagonista más superhéroe invitado para cada número, en la Casa de las Ideas decidieron repetir la misma estructura de colección. Realmente, el único cambio de Marvel Two-In-One con respecto a Marvel Team-Up es su protagonista fijo, en este caso La Cosa. El Fantástico anaranjado hacía tiempo que necesitaba ir un paso más allá que sus compañeros de grupo, y así certificar la brillantez de su estrella en el firmamento marveliano.
Las aventuras de La Cosa parcialmente solista empezaron en el título Marvel Feature, donde se publicaron tan sólo dos números antes de pasar a inaugurar la nueva colección.
Len Wein es el encargado de guionizar el primer episodio y Mike Friedrich el segundo, mientras que Jim Starlin y Joe Sinnott hacen las veces de artistas plásticos.
Realmente se nota la presencia de Sinnott en los acabados, mucho mejores que en otros trabajos de Starlin por esas épocas, si bien narrativamente estos dos números no pasan de correctos.
¿Qué mejor forma de empezar la colección de la Cosa que contando con Hulk como superhéroe invitado? Además de brindarnos el enésimo choque de titanes entre ambos protagonistas, Wein recupera a Kurrgo de lo más hondo del baúl de los recuerdos de los Cuatro Fantásticos. Al alienígena del Planeta X también hay que sumar a un incapacitado Líder, para completar una historia que no pasa de correcta.
El segundo número cuenta con Iron Man, en lo que resulta un episodio que mete la patita en la saga de Thanos de Starlin, sin llegar a ser realmente relevante para la misma.
Ya en el título Marvel Two-In One, el editor Marvel da mayor estabilidad a la serie con la entrada de Steve Gerber como guionista fijo.
Algo parecido ocurre en el apartado gráfico, que arranca con dos números de Gil Kane para luego contar con Sal Buscema como artista estable. Así que la parte visual tiene garantizados unos buenos resultados.
Los primeros números ponen las cartas sobre la mesa de forma meridiana.
Tenemos a la Cosa muy mosca al enterarse de que otro personaje llamado Hombre-Cosa le ha plagiado el nombre. Así que se desplaza hasta los Everglades a rendir cuentas con el susodicho. Y a continuación un número con Namor como invitado y Wundarr como centro de atención, cuyo argumento es tan inocente como el propio Wundarr.
O sea, la Marvel más modesta sin mucho que rascar argumentalmente, siempre bajo una nube de buen humor e historias de carácter simpático. Aquí entran, claro está, el habitual humor made in Ben Grimm, a menudo optando por el chiste malo, y su también habitual reparto de mamporros.
Una colección exacta a Marvel Team-Up cambiando a Spiderman por la Cosa. Y no lo digo sólo por el formato de superhéroe fijo más invitado, sino también por el carácter campechano y extrovertido de los guiones.
Los siguientes episodios siguen la misma tónica. Tenemos a Daredevil en un número que está de paso en la saga del Espectro Negro de la colección del cuernecitos. Y a continuación el arco del viaje al futuro junto al Capitán América para combatir, codo a codo junto a los Guardianes de la Galaxia, a los hipotéticos futuros dueños de la Tierra, la Hermandad de los Badoon.
Historias inofensivas pero que poseen su encanto.
El arco con el Doctor Extraño y la Valkiria como invitados, que tiene a la Encantadora y al Ejecutor como oponentes, empieza de forma poco interesante para acabar siendo una flipada estilo Gerber.
Y el colofón a la etapa del guionista es seguramente el culmen del tebeo de sobremesa que representa la colección. Una historia navideña con el Motorista Fantasma como invitado. Atención, porque la ida de olla de Gerber es de aúpa.
Tras su última aparición en la serie de los 4F, el Hombre Milagro anda tan perdido que no se le ocurre otra locura que dar vida a un nuevo mesías con el fin de alcanzar la divinidad. ¿Cómo se hace tal cosa? Pues montando un remake del nacimiento de Jesús de Nazaret en un Belén de su creación en medio del desierto. En fin.
De camino hacia Mantlo.Tras la marcha de Steve Gerber, a la colección le toca sufrir un notable baile de autores.
Chris Claremont se encarga de un par de números no especialmente inspirados, en los que cuenta con Herb Trimpe y Bob Brown respectivamente como dibujantes.
La Cosa se encuentra con un Thor controlado por el Amo de las Marionetas en un número muy flojo, y a continuación ayuda a la Viuda Negra a combatir a una organización terrorista. En este número, flojete, nos encontramos con una sobrada de narices, cuando la Viuda Negra se saca de la espalda unas armas orgánicas indetectables. La madre…
Entre Roy Thomas, Bill Mantlo y Marv Wolfman se reparten los siguientes números antes de que el propio Mantlo se quede como guionista fijo. El apartado gráfico también sale a repartir, en este caso entre Bob Brown y Ron Wilson.
Básicamente, números donde la vertiente cómica se acentúa algo más. Episodios en los que la Cosa comparte protagonismo con el Golem, Iron Man y Power Man.
Este último, el correspondiente a Marv Wolfman, creo que es uno de los mejores del tomo. Una divertida historia que guarda el espíritu de los relatos de monstruos y sci-fi de la era pre-Marvel.
La entrada de Bill Mantlo creo que es una de las decisiones más atinadas de cara a una colección como ésta. Su talento para idear historias entretenidas entre la aventura y la fantasía le va de perlas a estos tebeos. Cierto que siguen siendo relatos ingenuos y Mantlo todavía tiene que pulir su estilo, pero hacen gala de un encanto especial.
El guionista se queda hasta el final del tomo, pero no así sus compañeros de viaje. El trabajo gráfico queda repartido entre Herb Trimpe, Arv Jones, Ron Wilson y Sal Buscema.
De esta forma, tenemos una divertida locura en una ciudad fantasma junto al Hijo de Satán. Un no menos seductor episodio junto a Morbius en el que se enfrentan a uno de los villanos con poderes más delirantes de la época, el Borrador Viviente.
Luego nos trasladamos a la Tierra Salvaje donde se une a Ka-Zar contra un chiflado que pretende controlar la energía volcánica. Justo antes de encontrarnos con el inevitable crossover con la colección hermana, Marvel Team-Up. No hace falta decir a qué superhéroe se une para combatir al Basilisco.
Y finalmente un par de números junto a personajes desconocidos en aquel momento. El Espantapájaros, en un relato con componente sobrenatural, y Tigra, episodio en el que deben hacer frente al Puma.
Conclusión.La colección es ideal si se prefiere desconectar sin romperse la cabeza, mediante historias en las que reina el buen rollo y el colegueo. Algunas más correctas, otras más flojas.
Entretenimiento puro y duro, del mismo calibre que Marvel Team-Up.
Mejor la etapa de Bill Mantlo que la de Steve Gerber. Y el apartado gráfico, quitando algún número más deficiente, cumple su cometido.