He leído
Batman Nº 83/28 - 84/29.
Retomo la lectura de la serie tras mi
anterior comentario.
Una vez más, me leo una saga de esta etapa que me deja bastante frío. Sinceramente, no sé si ya es solo por el tratamiento de los personajes, la historia que pretende contar King, o lo pretenciosa que la quiere hacer ver a los lectores, cuando no es más que el enésimo enfrentamiento entre Batman y un villano determinado. Si bien es cierto que hay una intencionalidad y un trasfondo en esta saga en concreto, a mí no me transmite absolutamente nada y no consigo empatizar con lo que King intenta vendernos, en mi opinión sin mucho éxito. Cuatro números más de una etapa que sigue rayando la mediocridad, disfrazado de sofisticación.
Comenzamos con una historia autoconclusiva, que casi podemos considerar un prologo del arco argumental posterior en tres partes, que gira en torno a la relación de Bruce y Dick Grayson. Lo mejor de todo es para mí el dibujo de Matt Wagner, que sin estar en su mejor momento tiene un estilo clásico que siempre me ha gustado. Por otro lado, aunque debo reconocer que tiene cierto sentido ver a Dick
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el modo de hacerlo me parece fallido. Obviamente, Dick no es tan austero como Bruce, pero tampoco realiza su trabajo de superhéroe al estilo Spiderman. Llega a un punto en el que casi me alegro de lo que le pasa después. Me parece bien que de alguna forma se intente conectar los propios orígenes de Robin y la adopción de Bruce, intercambiando ahora los papeles, pero es que el tratamiento de los personajes me parece tan nefasto que todo el planteamiento no acaba de funcionar, y lo que es peor, no transmite la idea que debería de transmitir. El drama humano es prácticamente una burla y la relación entre ambos es bastante plana. A ello hay que añadirle la presencia de un villano tan ridículo como Edredón Loco tampoco ayuda demasiado a tomarse en serio gran parte de los diálogos.
Después tenemos el arco argumental titulado "Bestias de carga" que sirve para recuperar al villano KgBestia, al que se le dota de un aura que yo no recuerdo de esa forma. No me parece mal que se revitalicen a ciertos personajes, sobre todo si se hace bien, pero es que la historia tiene la profundidad de un charco.
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Todo el tema de padre e hijo de trasfondo me parece sacado de la manga, así como el resto de la investigación de Batman, que busca una vez más mostrarnos al defensor de Gotham como un puto amo al que nada o nadie puede detener. Pero lo peor de todo es que por ningún lado vemos una de su faceta más esencial, la justicia, sino más bien estamos ante un acto de venganza. Este, definitivamente, no es Batman, es una especie de Rambo disfrazado que simplemente destroza a aquellos que le hacen daño a un ser querido. Aunque se quiera justificar por su estado de ánimo actual debido a las consecuencias de la boda, para mí, el personaje actúa de una forma que está muy lejos de su esencia y por lo tanto lo hace irreconocible. King vuelve a llevar a los personajes a su terreno para amoldarlos a la historia que quiere contar, aunque esto contradiga década de evolución y desarrollo, simplemente por que sí, sin nada que pueda justificar de alguna forma llegar a este punto o provocar esta situación. Esto, según mi humilde opinión, es quizá uno de los factores que hacen que la etapa no funcione y que el trabajo del guionista no transmita demasiado, y cueste tanto empatizar con ellos. Otro ejemplo más de lo fallido que está resultando King en esta cabecera.
Curiosamente, tenemos otro de los temas recurrentes de la etapa de King, que realiza un ejercicio de narración interesante, aunque a mí personalmente no me ha servido más que para sacarme de la historia. El tema vuelve a ser la relación padre e hijo. King intenta mostrar paralelismos entre aquel padre que le contaba cuentos a su hijo a la hora de dormir, en contraposición con el borracho que le pega a su hijo, el cual se convierte en un asesino capaz de matar a casi toda su familia para que nadie sea capaz de rastrearlo. No obstante, ese amor paternal será su perdición. El problema de todo esto es que yo sigo sin entender por qué todos los villanos tienen que tener esos paralelismos con Batman, como si todos tuviesen el mismo patrón de infancia marcada por sus padres. Esto comienza a ser bastante cansino, sobre todo porque no está llevando a la serie a ningún sitio, gracias a un autor que ni quiere ni se molesta en comprender y conocer a aquellos personajes sobre los que escribe. La fábula debería ser el punto de interés, y el elemento que diera trasfondo a la historia, pero solo sirve para enmascarar una pelea como otra cualquiera dentro del género. Además, con el componente gráfico que aporta Tony S. Daniel, un artista muy limitado, que a pesar de su evolución no deja de ser un Jim Lee de tercera, al que fusila viñeta tras viñeta.
En definitiva, otro trabajo de King en la serie que me parece decepcionante y que me hace desear con todas mis fuerzas que se marche pronto o que realmente haga algo que merezca la pena leer con Batman, si eso es todavía posible.