Sin novedad en el frente.
No está mal, nada mal. Narrativa clásica, pocos experimentos de postureo, sin renunciar a un punto poético o de quietud en mitad de la guerra, muy bruta en algunas escenas, descarnada, pero sin regodearse en el gore, antibelicista, y con un par de grandes escenas que añadir al ya inventadísimo género bélico. La de los tanques en las trincheras es muy meritoria.
Me ha convencido. Normal que vaya a los Oscars en el penoso panorama actual.