He leído
Not all Robots: El mejor amigo del hombre.
¿De qué va? Pues parece ser que de robotos y de problemas con los robotos. Peeeeero, y en palabras de
Mark Russell, trata sobre
"la masculinidad tóxica", la igualdad y sobre todo
"está en contra de reducir a las personas y los robots a su función económica. Es pro-aceptar que las personas (y los robots) tienen valor independientemente de cuán útiles económicamente sean". Fuente:
https://www.previewsworld.com/Article/253772-Not-All-Robots-Interview-Mark-Russell-AsksCan-Humans-And-Robots-Co-ExistVamos, una patada en la boca al “tanto produces, tanto vales” de manual.
En realidad, la primera capa de la historia nos narra un futuro más o menos inminente en el que los robotos son los encargados de todos los trabajos y a los humanos se les ha asignado un robot que les proporciona lo necesario para vivir. Dependen totalmente de "su roboto" y son, en definitiva, un lastre. Los robotos están diseñados para proteger la vida humana y no lastimarla, y cuentan para ello con un "chip de empatía" que los hace, digamos, "más humanos".
Surgirán, estaba claro, desigualdades, fallos de sistema que llevarán a accidentes y un malestar general entre ambas facciones. Los robotos se hartarán de trabajar para los humanos y los humanos estarán temerosos de los bots aunque sigan siendo "sus amos".
La masculinidad toxica de la que habla
Russell está latente en toda la obra, personalizada quizá en
Ray, el vecino de nuestra familia protagonista, y que presenta todos los clichés atribuibles, pero la idea subyace durante toda la obra. Aunque no es sólo el estereotipo de “machote” al que se le da una vuelta. Aquí hay leña para todos, los robotos, a pesar de su chip, no entenderán el miedo de los humanos hacia ellos y los humanos no empatizarán con los sentimientos de los robotos. Ninguno sabrá ver más allá de sus propias necesidades sin preocuparse por las de los demás.
En la edición de
Panini, vienen unas páginas de extras con las variant covers, pero hubiera estado muy bien que se incluyeran los textos que escribieron
Russel y Deodato sobre la obra. No sé si el tpb USA lo llevará, así que nada que objetar a la edición de
Panini, pero me parece muy necesario, porque si no, es posible que no nos fijemos en algunas cositas.
Deodato ya nos advierte de que el título es una trampa, pero es
Russell el que descubre el pastel.
Básicamente:
#MeToo / #NotAllMen / #NotAllrobotsSé que no es necesario porque es de dominio público, pero haciendo un breve repaso, el movimiento
#MeToo nació para denunciar la agresión y acoso sexual, a raíz de las acusaciones contra
Harvey Weinstein, a quien por cierto, ya metió caña el bueno de
Russell en
Billionaire Island.
#NotAllMen surgió como (patética, IMHO) respuesta al movimiento MeToo. Algo innecesario que retrató a muchos (masculinidad tóxica) y es que, sigue siendo mi opinión, no era necesario un “sí, pero yo no”.
Y
#NotAllRobots es un movimiento… ¡Ah, no! Que no es un movimiento. Es sólo un tebeazo que surgió a raíz de los movimientos antes mencionados.
Por si hay alguien interesado en estos textos, cortitos, de esos que no cansan, están en la primera grapa USA de Not All Robots, (fácilmente localizable, ya tú sabes).
Y nada más, bueno sí, mucho más, luego está esa obsolescencia de la que ninguno escapamos. Llegará el momento en que todos, más tarde o más temprano, no podamos darle al pico y pala y engrosemos las filas de los losers. Los humanos ya han hincado la rodilla y se han convertido en parias para muchos de los robotos (Not All Robots, claro, pero cada vez son más) y esos mismos bots acabarán obsoletos ante las nuevas generaciones de (m)androides, más potentes y con mejor chip de empatía y que se adaptan mejor a las necesidades requeridas, y que encima tienen esa apariencia humana que hace que los humanos les acepten de buena gana. Cuando llegó la “automatización”, las colas en las oficinas de empleo eran interminables. Con los (m)androides, los robotos obsoletos recibirán una pegatina de “tráteme bien, hoy he perdido mi trabajo”.
Pongo “mandroides” con la “m” entre paréntesis porque en la traducción de
Panini no utilizan esa “m” sino que les llaman simplemente “androides” con lo que se pierde un poco ese juego entre el vocablo inglés “man” y “androides” que tan bien queda en el idioma original.
Y muchos detalles más que te harán descojonarte y “pensar” a partes iguales, ya sea porque el ganador del Oscar a mejor película sea un algoritmo de manipulación de emociones o porque el movimiento rebelde de los humanos lo comanden los peluqueros, uno de los oficios que aún no hace un bot, aunque claro ¿quién se pone en manos de un roboto que mueve las tijeras a una velocidad inusitada y que lo único que te pide es que durante los siguientes minutos intentes no moverte ni un ápice?
Otro detallito que tal: El
bot motivacional para ayudar a los robotos a hacer mejor su trabajo, que repite "¡Hazlo mejor! ¡Hazlo mejor! ¡Hazlo mejor!" mientras les da con una escoba en la cabeza. Como la vida misma
Y no olvidemos los nombres de los bots,
Matabot,
Rajator (Razorball en el original)
Rebanatrón... que también tienen su aquel. Aunque el mejor, sin duda, es el del
bot terapeuta de familia, que se llama
Algo. Me resulta imposible que se intente curar una cocorota enferma o una familia con problemas de comunicación con razonamientos matemáticos. Pero encima… ¿Algo? Entiendo que “Algo” es una especie de diminutivo de “Algoritmo” y que se hace llamar así para conseguir una mejor conectividad con la familia y parecer más cercano y amistoso.
Algo. Es que no podía parar de reír, de verdad, ¡no podía!
También hay homenajes claro, como la escuela donde estudian
Sven y Cora, los hijos de los
Walter. Se llama James Earl Carter (
Jimmy Carter, para que nos entendamos) y que resulta que, entre sus logros, está (la wiki es mi amiga) la proposición de abordar el tema de los derechos de los homosexuales y su oposición a un proyecto de ley que prohibía a los homosexuales ser maestros de escuelas públicas. Qué mejor nombre para una escuela ¿no?
Russell no da puntada sin hilo.
Luego encontramos revoluciones, manifestaciones, violencia, los
Walters (parte de ellos) verán la realidad que no se cuenta en las noticias… Lo dicho: ¡Un tebeazo!
Muy recomendable. Más si te va la sátira. Si no, pues también, pero menos.