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68ª Etapa:Atlantis Ataca. Tercera Parte. La Saga de la Corona Serpiente.

Para comprender correctamente Atlantis Ataca, hace falta un poco de contexto. O al menos eso piensa el Vigilante, quien, a lo largo de los Anuales, a modo de complemento de las historias principales, nos va contando cronológicamente la historia de Set, de la corona y de otras cosas. Aquí lo resumiremos todo de seguido para una mayor comodidad en el seguimiento de estos épicos hechos. Es decir, se hará un resumen de un resumen, porque estas historias, al menons muchas de ellas, ya habrán sido contadas en muchos otros tebeos.

¡Coronita! ¡Uhh!
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Todo comienza en el albor de los tiempos.  No se dice bien quién creó el Universo, pero sí que, de la misma energía etérea de la vida que irradiaba de la Tierra poco después de su creación, surgió el Demiurgo, que es una entidad que representa el poder de la Creación. Obsérvese la contradicción... ¿de lo creado surge un Creador? Necesito un teólogo. Asumamos que este Creador creaba cosas, pero no era el creador absoluto ¿no?

Pero sigamos. El Demiurgo empieza a hacer lo que se espera de él, y crea cosas. Entre ellas, los Dioses Antiguos, los primeros pobladores de la Tierra: Gea, la Madre Naturaleza; Chtoh, el Místico Oscuro... y Set, el Gran Destructor. La primera se dedicaba a crear vida; el segundo se entretenía con magia negra y el tercero, Set, pobló la Tierra con monstruos y otras abominaciones, para dominarla. Además, descubrió que podía fortalecerse drenando vida del personal. Y haciéndolo así, Set se convirtió en el primer asesino conocido.

El panorama pinta mal: la guerra y el caos se extienden por este nuevo mundo, así que Gea implora ayuda del Demiurgo. Este responde a su plegaria con la creación del primero de los Nuevos Dioses: Atum, quien ostenta el poder del sol. A esos poderes añade otras capacidades. Muy especialmente, la de absorber la forma y energías de los demonios que mata. De esta guisa, Atum se convierte en el Demogorgo, una fuerza demoniaca y brutal con un poder inmenso. Y es de esta forma como logra enfrentarse a los malvados Chtoh y Set. Chtoh, viéndose perdido, inscribe su conocimiento místico en unos pergaminos indestructibles que serán conocidos como el Darkhold y luego huirá a otra dimensión; Set hace lo mismo. Atum, acabada la lucha, vuelve a su forma primigenia, deshaciéndose de la carcasa demogórgica, y regresa a su hogar, fundiéndose con el sol. Pero Set observa vengativo a la Tierra, desde su exilio.

Un porrón de años más tarde, los dinosaurios pueblan la Tierra. Gea ama a todos los seres vivos, pero comprende que los saurios no pueden desarrollar todo el potencial de la vida, así que apuesta por unos nuevos seres para que hereden el planeta: los mamíferos. Sin embargo, Gea ignora que Set tiene afinidad con los dinosaurios y, desde su dimensión, ha estado absorbiendo grandes cantidades de energía que se forman cada vez que uno de sus congéneres lejanos mata a otro. Esto es un poco porque sí, pero es así. Total, que cuando Set advierte los planes de Gea, ordena a los dinos que maten a los mamíferos. Además, tres dinosaurios se fusionan en una sola criatura. Algo también raruno, pero de esa fusión nace el mismo Set, de vuelta a la Tierra desde su dimensión. Set quiere acabar con Gea, pero esta se apoya, una vez más, en la ayuda de Atum. Atum, convertido nuevamente en el Demogorgon, expulsa a Set a su dimensión por segunda vez.

El siguiente salto en la evolución de la Tierra muestra a dos aparentes tribus de homínidos que se encuentran por primera vez. Tres exploradores de una de las razas homínidas han llegado al paraje donde puebla la otra. Les reciben pacíficamente, pero solo superficialmente. El que parece el líder se dirige a uno de los exploradores y le dice que, para unirse a ellos, tendrá que matar a sus dos compañeros, prometiéndole diversos parabienes. Pero como este no acepta, se inicia una lucha, en la que los simios malvados se acaban revelando como hombres serpiente al servicio de Set. Los mamíferos ganaran a los reptiles en esta ocasión. Justo al acabar la batalla, aparece una nave con el primer contingente de Celestiales a bordo, ante la presencia de la propia Gea. Los Celestiales favorecen a los homínidos, proporcionándoles diversos dones, entre ellos, una sensación agradable de paz. Los hombres serpiente de Set están celosos, porque pretendían que esos dones fueran a parar a ellos. Sin embargo, los Celestiales expulsan a los hombres serpiente de muy malos modos, mostrando su preferencia por los simios.

Estos son llevados a bordo de la nave celestial. Y aquí tiene lugar un importante evento evolutivo, pues los Celestiales transforman a los homínidos en tres diferentes razas humanas: los Eternos, los desviantes y los humanos normales. La humanidad creció fuerte y próspera, hasta el punto de que Kull logró acabar con los últimos hombres serpiente que aún quedaban en la Atlantis previa al cataclismo. Aunque todavía quedó alguno que otro vivo...

Los Celestiales llegan, sin saber la que han montado

20.000 años después de aquello, los Celestiales regresan para ver qué ha sido de su obra: descubren que muchos humanos han sido esclavizados por los desviantes, que ahora poseen Lemuria, cuyo emperador es Phraug, quedando los humanos libres agrupados en la Atlantis precataclísmica, bajo el gobierno de Kamuu y Zartra, esta última asesinada a traición mientras estaba en los mismos brazos de su amante. Los desviantes lanzan un ataque a gran escala contra Atlantis para conquistarlo definitivamente. Kamuu ordena recurrir a un último y desesperado recurso: abrir las cabezas de las serpientes, unas construcciones dispuestas en el perímetro de Atlantis que liberan magma de la Tierra. Trozos de roca fundida impactan contra las naves desviantes, destrozando a su ejército. Pero la victoria tiene un terrible precio: Atlantis comienza a verse sacudida por terribles temblores de tierra, debido a la liberación del magma.

Pero ojo que, mientras todo eso acontece, en Lemuria, un poderoso alquimista humano, Atra, ha creado la corona serpiente. Es la primera vez que se forja el artefacto. El emperador desviante conmina a Atra para que le entregue su arma secreta. Sin embargo, Atra se coloca en el colodrillo la corona serpiente, tras sacrificar a su propia hija, Antilia, como tributo a su nuevo dios, que no es otro que Set. Con el chisme puesto, intenta matar a Phraug, el emperador desviante, pero no contaba con que Phraug también adoraba a Set por su cuenta y resulta inmune a los poderes de Atra. Los dos pelean por hacerse con la corona.

A todo esto, Phraugh había ordenado atacar a las naves celestiales que llegaban para inspeccionar sus progresos (en un ejemplo de estulticia y soberbia, pensando que podía derrotarles). Los celestiales, viendo tanta cafrada junta, provocan una poderosa explosión sobre la Tierra, que fue conocida como el Gran Cataclismo y que envió los míticos enclaves de Atlantis y Lemuria bajo las aguas. Ikaris, de los Eternos (que de estos nada sabíamos hasta ahora) intenta salvar a todos los humanos que puede metiéndolos en un gran navío, revisitando con ello la leyenda del Arca de Noé.

Los Celestiales parten de la Tierra, dejando preso a uno de sus propios congéneres como castigo, embutido en la roca de una montaña, sin que se sepa bien qué crimen cometió (el crossover empieza con el celstial removiéndose en su prisión, en el Anual de Estela, pero no se desarrollará esta parte de la trama más allá de esa anécdota). Los esqueletos de Phraug y Atran reposan ahora en el fondo del mar, todavía aferrados a la corona serpiente, que queda así momentáneamente fuera de circulación.

Ello no impidió que, ya durante la Era Hiboria, Thoth Amon intentara restaurar el culto a Set. Para ello, creó un artefacto de poder similar a la corona serpiente, llamado la Corona Cobra, aunque esta se diferenciaba de la original en que Set no podía ejercer su dominación mental a través del artefacto. Thoth Amon batalló a Conan, como ya se sabe. La corona pasó a otras manos menos capaces hasta que perdió su poder y, en fin, Set perdió nuevamente su oportunidad de penetrar en nuestra dimensión terrícola. En los tiempos del Antiguo Egipto, parecía que Set tendría las cosas de cara otra vez, pero un advenedizo que se hizo llamar, nada casualmente, Seth, se apropió en su beneficio del “lore” de Set, instaurando un culto personalista, mientras la deidad se retorcía de rabia en su exilio.

Saltamos en el tiempo hasta que Atlantis es ya un Imperio submarino. El patriarca atlante Ossem advierte al dios Neptuno de que el culto de Set ha renacido y le pide que interceda a su favor para imponerse a los adoradores del dios serpiente. Neptuno se niega a ayudar a Ossem. Cuando el patriarca atlante regresa a sus dominios, ya es tarde: es detenido por atlantes seducidos por Set y enviado a la presencia de Balaal, su propio hijo, quien ha usurpado el poder. Balaal ofrece en sacrificio a Set a su propio padre, ante una esfera de poder que contiene la esencia del dios. Ese sacrificio traerá a Set a la Tierra de nuevo.

Cuando Balaal está a punto de sacrificar a su padre, irrumpe Neptuno, aplicando su cólera mortal sobre el hijo de Ossem. Los atlantes, temiendo la ira de Neptuno, inician una diáspora y se dispersan. Neptuno ha erigido un altar donde se encontraba la esfera de poder de Set, drenando la energía del reptil. El asentamiento es conocido desde entonces como el Altar de la Cólera de Neptuno y será evitado como un lugar que infunde temor, ya que además un poderoso monstruo guarda el emplazamiento. Después de este incidente, Ossem se dedicará a reunir a su pueblo y refundar Atlantis hasta el día de su muerte, algo que consigue, con la bendición del propio Neptuno, quien residirá muchos años entre los atlantes, dejándose querer un poco.

Pero Set no pierde la esperanza: un monarca de Lemuria, Naga, se hace con la Corona Serpiente, que descansaba desde hacía seiscientos años en las profundidades, todavía asida por las manos esqueléticas de Phraug y Atran. Se coloca la corona en la cabeza y con ello comienza un reinado de terror en Lemuria. El cacharro garantiza vida eterna mientras se porte, lo que permite a Naga aplastar muchas rebeliones a lo largo de su duro reinado. Sin embargo, una de esas rebeliones resulta ser especial, al venir orquestada por una raza de telépatas lemurianos capitenada por dos hermanos: Pyscatos y Bekkit. Ambos se introducen subrepticiamente en la alcoba de Naga y le roban la corona serpiente, quedando a salvo de la perniciosa influencia del artefacto gracias a sus poderes mentales. Los hermanos y sus súbditos viajarán a las superficies heladas de la Tierra, donde encontrarán unas viejas instalaciones construidas por los atlantes. Allí sobrevivirán gracias a una poción que les permite respirar aire. Se instalarán allí muchos años y la magia oscura de la corona serpiente no afectará a nadie, al quedar encapsulada en un artefacto que impide que ejerza su influencia.

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En un momento dado, pasados los años, Bekkit se despedirá de su hermano para viajar a otros confines de la Tierra y establecer contacto con los humanos normales. El tiempo pasará y Pyscatos envejecerá, de modo que su muerte estará próxima. ¿Cómo escapar del funesto destino que le aguarda? Pues efectivamente, cediendo a la tentación y poniéndose la corona serpiente. Cuando Bekkit regresa a los dominios de Pyscatos, halla a su hermano y a su gente muy diferente: todos adoran a Set y se han transformado en humanoides reptilianos. Pyscatos mata a Bekkit cuando este le recrimina lo que ha hecho. Pero dicen que el que tuvo, retuvo. El propio Pyscatos tiene un momento de lucidez, horrorizado al contemplar a su hermano, muerto por su propia mano. Así que se quita la Corona y se suicida, como único medio de escapar de Set, pero no sin antes detonar el emplazamiento, que quedará sumergido en las profundidades, junto a la Corona Serpiente.

Y desde esos remotos tiempos, viajamos ahora casi al presente, hasta hace unos pocos años, en los que el culto de Set revive en las altas esferas políticas. En este caso, en un tal Paul Destine, un político fanático a favor de las guerras y esas cosas. Destine nació con superpoderes, pero los intentó potenciar más aún, viajando para ello a un antiguo lugar helado donde, según se decía, vivía una raza de telépatas. Estos telépatas no son otros que la variante de lemurianos psíquicos de los que ya hablábamos. Allí, Destine encuentra la corona serpiente y se la encastra en la olla. A partir de ahí, Destine (ahora rebautizado como Destino), cumple la voluntad de venganza de Set, acometiendo a viejos enemigos del dios serpiente. Y así, aprovechando el gran poder de la corona serpiente, Destino provoca enormes temblores de tierra en la actual Atlantis, lo que provocará la muerte del Emperador Thakorr y la Princesa Fen, padres de Namor.

Los atlantes huirán, convirtiéndose en pueblo nómada, y Destino borrará la memoria a Namor y lo enviará a las calles de Nueva York, donde vivirá durante años como un mendigo, sin ser consciente de su majestuoso legado. Finalmente, Destino y Namor volverían a encontrarse y contender, ya con el mutante recuperado de su borrado de memoria. Destino llevará casi siempre las de ganar, pero contemplará atónito como el atlante se levanta siempre, una y otra vez, plantando cara. Por alguna razón no especificada nunca con suficiente claridad, esto influye en que Destino se vuelva ya completamente majara y, quitándose la corona de la cabeza (algo muy conveniente en términos de guion) se precipita desde un rascacielos, suicidándose, ante la mirada incrédula de Set.

Volvemos a Naga quien, sin la Corona en su cabeza, ha ido envejeciendo lentamente, pero todavía está vivo. Ahora, una sacerdotisa del culto a Set le comunica que la corona ha sido recuperada por un tal Kharton, y pronto volverá a figurar en el provecto cabezorro de Naga. Este, complacido ante la expectativa de un nuevo imperio de terror y de beneficiarse a la sacerdotisa, se siente de humor para contar qué fue de la Corona tras la muerte de Destine y cómo llego a manos de Kharton: La Cosa se la llevó al Pentágono, resistiendo su poder como buen hobbit (¿o esto no iba aquí?), gracias en parte a que el artefacto estaba metido en un contenedor mágico que protegía de su influencia (recordad que esto lo habían hecho los hermanos Bekkit y Pycastos hace eones). Sin embargo, Namor, que había luchado contra Destine, cree que los humanos no van a cuidar bien del cacharro, de modo que lo roba y se lo lleva a Atlantis. Quiere la mala fortuna que, mientras el Príncipe de Atlantis se encontraba ausente, el contenedor de la Corona Serpiente se desintegra y esta queda expuesta en toda su maligna influencia. Lady Dorma, la prometida de Namor, decide ponerse en la cabeza la corona y pasa lo que todos esperamos. Al regresar Namor, es atrapado y sometido por sus compatriotas, quienes pretenden sacrificarlo a Set. Namor se libera in extremis, arrebatando la Corona de la cabeza de Dorma y poniéndosela él mismo al sucumbir a su influencia. En el último momento, y haciendo acopio de voluntad, Namor se quita la Corona y la lanza lejos.

Pero hete aquí que aparece en escena Kharton, un coloso lemuriano que quiere hacerse con el artefacto, del que ya hemos hablado. Kharton lucha contra Namor, pero ambos son atrapados por el Capitán Barracuda, quien interroga a los dos antagonistas para que le digan qué tiene la corona serpiente que tanto la desean. Namor se libera y le quita la corona a Barracuda, en lo que ya parece un partido de rugby. Sin embargo, el atlante es derribado y Kharton se hace con la pelota, culminando su touchdown con su entrega a Naga en pase con asistencia, quien, muchos años después, vuelve a encastrarse el chisme en su imperial mollera. ¡Peligro en La Condomina!


Pero miremos el VAR, porque Namor aparece ante el mismo Naga para recuperar el objeto. El Príncipe de Atlantis provoca un derrumbe en el salón del trono, pero el cruel emperador le tiene reservada una jugada: le hace ver que quien se encuentra sentada, en realidad, en el mismo trono, es su amada Dorma. Esto confunde a Namor y cae preso de Naga, al tiempo que Dorma muere, aparentemente, sepultada entre cascotes. Seguidamente, y sin ningún empacho, Naga asesina a los hombres de Kharton y este último abre los ojos y se da cuenta de la inmensa maldad que tiene delante, y eso que no ha visto aún de la misa la media. Namor es lanzado a la arena de gladiadores para que muera a manos de un monstruo tentacular. Sin embargo, el mutante atlante desafía a Naga para que baje al ruedo y pelee con él, modo Gladiator.

Allí, en el mismo circo, Naga revela sus cartas y le hace ver a Namor que, en realidad, la mujer que murió no era Dorma, sino Liyna, la hermana de Kharton.  Y este último, presa de la rabia por el sacrificio de su propia hermana, acomete a Naga, matándolo, reclamando la corona para él. Algo que habría culminado con éxito de no ser porque Namor finalmente le birla el objeto antes de que se lo ponga en su ciclópea testuz. Kharton reacciona a tiempo de evitar males mayores, y acepta que la corona solo le corrompería absolutamente. A Namor y a Kharton solo se les ocurre lanzar el cadáver de Naga por un abismo, con la corona puesta, para que se pierda para siempre.

Mientras, en las sombras, se revela que la suma sacerdotisa de Set, a la que Naga prometió casar con su heredero, llamado Merro, es la misma Llyra, quien ahora es aliada de Ghaur. Sonríe maléfica al tener localizada a la corona serpiente, que algún día, está segura, llevará sobre su frente.

Contemplamos ahora una Tierra alternativa, donde un grupo de potentados adoradores de Set se ha hecho con el poder de EE. UU.: Henry Hungerford Gideon, Justin Hammer, Leland Owlsley, Kyle Richmond, Sebastian Shaw, Obadiah Stane y Cornelius Van Lunt. Su plan es extender el dominio de la corona serpiente por todas las Tierras. A tal fin, los siete contactan con Hugh Jones, de Tierra 616. John es el CEO de Roxxon Oil Corporation y le encanta contar cómo se hizo con la Corona Serpiente de su dimensión: todo se remonta a cuando Krang (al que ya hemos conocido como un hombre fuerte de Attuma) encuentra la corona serpiente en el pacífico. Seguidamente contacta con Madame Hydra, quien, seducida por el poder de Set, se rebautiza a ella misma como Víbora y se alía con Krang. Víbora se pone en marcha con el plan de Krang, y secuestra al propio Hugh Jones, ayudado por sus secuaces. Por alguna razón que nunca se llega a explicar bien, Krang y Víbora le ponen en la olla la corona serpiente a Hugh Jones.

Su plan era volver a levantar el continente sumergido de Lemuria, pero nunca se nos muestra qué pretendían con ello. A Set le importaba un bledo ese plan porque lo que quería es que la corona descansara sobre la cocorota de Jones. Pero Nómada (un alias de Steve Rogers, como ya sabemos) desbarata el plan. Víbora escapa con la Corona y, aunque Rogers la persigue, al final no se sabe qué ha sido de ella ni del vetusto artefacto... hasta un tiempo después. Jones, guiado por el “radar” de Set, pretende ahora encontrar la corona y colocársela de nuevo. Y lo hará, aunque por accidente.

Seguidamente, es el propio Gideon de la Tierra alternativa quien cuenta su historia. La Corona fue encontrada en el Pacífico también, mientras los trabajadores de Gideon extraían petróleo. Gideon se pone la Corona en la mocha y, poco a poco, la va pasando por las cabezas de cada uno de los influyentes empresarios, hasta formar una logia poderosa favorable a Set. Lo primero que hacen es librarse de dos místicos llamados Arcana e Imam, los dos seres más poderosos de su dimensión que se podrían oponer a sus designios. Arcana, miembro del Escuadrón Supremo y amiga de Gea, es encerrada en una celda, para servir como novia de Set, en tanto que Imam es expulsado a una dimensión alternativa. Posteriormente, Gideon controlará las mentes del resto del Escuadrón con el poder de la corona serpiente. Tan solo Halcón Nocturno y la Princesa Poderosa escaparán a su maléfica influencia.

Con la principal oposición neutralizada, el cártel logra colocar la corona sobre la misma cabeza del presidente de los EE. UU. al que utilizan como peón para sus planes. En concreto, el Presidente hipnotiza a toda la población gracias a sus discursos televisados.

Con esas explicaciones dadas, la alianza entre los siete empresarios y Jones se pone en marcha. Gideon envía al Escuadrón Supremo a Tierra 616 para deshacerse de Los Vengadores. Sin embargo, al ser la batalla favorable a los Héroes más poderosos de la Tierra, Jones activa un transporte interdimensional que envía tanto al Escuadrón Supremo como a Los Vengadores 616 a la dimensión originaria de su aliado Gideon. Como al lector versado no se le escapará, estamos resumiendo aquí la Saga de la Corona Serpiente que ya leímos en Los Vengadores: el presidente de los EE. UU. de esa dimensión acorrala a Los Vengadores con su ejército, pero Visión le arrebata la corona al vuelo, entregándola seguidamente a Wanda. Nuestra adorada brujita huyó con la corona, pero sin saber a dónde ir, en una dimensión extraña, al tiempo que el artilugio amenaza con tomar el control de su mente.

Las tornas están, no obstante este negro panorama, a punto de cambiar, porque la misma Gea se le aparece a Arcana en su celda y le informa de que la Bruja Escarlata tiene la Corona en su poder y de que resiste su influencia gracias a su poder y voluntad, como les ha pasado también a la Princesa Poderosa y a Halcón Nocturno. Mientras, Gideon está iracundo porque el Escuadrón no encuentra la corona perdida por el Presidente de los USA. Y más cabreado que va a estar, porque la Princesa Poderosa se ha colado hasta la cocina de su organización, disfrazada de asistenta de Kyle Richmond. En un descuido, Zarda libera a Arcana de su celda. Richmond, quien en realidad es el mismo Halcón Nocturno (quien resistió la influencia de la corona), deja inconscientes a los aliados de Gideon con un gas y se pone el traje de faena, para enfrentarse a Gideon seguidamente. Arcana libera a Imam de su prisión dimensional y, juntos, lanzan un hechizo que libera a todo Estados Juntitos del perverso influjo de la corona. El resto del Escuadrón Supremo despierta de su control mental. Los Vengadores vuelven a su Tierra 616, dejando como epílogo unas inquietantes palabras de Hyperion defendiendo, a partir de lo vivido, una dictadura como posible solución para derrotar el mal, aun en casos extremos.

Posteriormente, la Corona, aparentemente a buen recaudo en Tierra 616, fue robada por el Láser Viviente, quien intentó usar su poder. Pero Visión (experto ya en cazar coronas de los tarros del personal) le quitó el objeto y lo lanzó al fondo del Pacífico, donde lo creyó perdido para siempre. Pero no fue así: esta Corona fue hallada por la segunda encarnación de la Sociedad Serpiente, en nómina de Jones. Mantarraya y Ben Grimm intentaron evitar que llegara a manos de su destinatario, pero no lo consiguieron. Crótalo hace llegar, finalmente, la corona a Jones.

Por otra parte ¿qué paso con la otra Corona, es decir, la que ya existía en Tierra 616? Pues bien, uno de los currelas de Hugh Jones la encontró en unas alcantarillas: se trata de la corona que extravió, como ya recordaréis, Víbora (solo que todavía no sabíamos del prosaico paradero del chisme).
Y Jones, con las dos Coronas en su cabeza, se convierte en alguien superlativamente poderoso (un resumen muy sucinto de ello se encuentra precisamente en el Anual de Estela Plateada (véase primera parte de la reseña). Jones toma el control sobre los USA y se asienta en el mismo Capitolio.

Allí van a buscarlo Mantarraya, Ben Grimm y Wanda, quienes descubren, muy a su pesar, que el empresario ha convocado a dobles etéreos representando a todas aquellas personas que alguna vez portaron la corona serpiente en cualquier dimensión. Aunque la lucha es desigual, el desenlace final consiste en que el buenazo de Ben arrebata la corona doble a Jones y se la coloca el mismo en la mocha. Grimm es un tipo simple y bonachón, después de todo, así que logra resistir su influencia y decide llevarla a Proyecto Pegaso para que sea custodiada. La influencia de la corona se pierde y Jones es derrotado. Como ya sabemos, la corona volvería a escapar de Proyecto Pegaso, enganchando esta historia con el principio del crossover, visto en el anual de Estela Plateada, que, a su vez, continua en las páginas de este complemento de los Anuales.

Quasar era, por aquel entonces, jefe de seguridad del Proyecto Pegaso. Pues bien, cuando la corona serpiente cautiva las mentes de los empleados de las instalaciones, uno de ellos le coloca el cachivache a Quasar. Antes de que el chisme le domine por completo, Quasar manda una señal de socorro que es recibida por el Dr. Extraño y Spiderman. Ambos acuden en su ayuda, junto a Ben Grimm y Wanda.

Cuando llegan a las instalaciones de Proyecto Pegaso, los buenos descubren que los trabajadores del proyecto han estado teleportando coronas serpiente de todas las dimensiones. Para cuando los héroes han entrado en escena, un montón de empleados luce ya una corona en su frente y Quasar ha sido dominado por la influencia de una de ellas. En realidad, todo esto obedece a un gran plan ideado por el jefe del proyecto, Myron Wilburn. Este pretende cambiar el clima de la Tierra por el que existía en la era de los dinosaurios. Los humanos solo tendrán dos alternativas: transformarse en reptiles o morir, y todo ello para gloria de Set, claro.

Finalmente, y por obra de encantamiento, todas las coronas se funden en una sola, gigante, con el propósito, una vez más, que ya cansa, de corporeizar a Set en la Tierra. Set engulle primero a La Cosa y luego a Wanda. Spiderman, sabedor de que Proyecto Pegaso utilizó el cubo cósmico para transportar todas las coronas serpiente desde otras tierrras paralelas, consigue hacerse con él, pero también acabará en la tripa de Set. Solo Extraño queda fuera, anteponiendo sus conjuros al poder del dios. Sin embargo, la derrota de Set vendrá desde dentro de sus tripas. Lo bueno es que el dios se tragó enteros a los héroes, como usualmente hacen las serpientes. El interior de Set es bastante espacioso, porque allí, de pie, Ben, Wanda y Peter vinculan su fuerza de voluntad con el propio cubo cósmico (que andaba por ahí colgado de alguna telaraña de Parker) y provocan una explosión que revienta por dentro a Set.

Bien, y aquí, al final de tantas cosas ¿qué pasa luego? ¿cómo sigue la historia? No lo sabemos. Mientras esperamos a que el mal renazca en el este, o donde sea, Gea pone el broche final al crossover, en una conversación con el Vigilante, con unas palabras de aliento y esperanza para la humanidad.


¿Cómo os habéis quedado?

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68ª Etapa:Atlantis Ataca. Segunda Parte


Avengers Annual #18 (Michael Higgins & Ron Wilson):

Y con el comienzo de esta segunda parte de la reseña, querida audiencia, llegamos a nuestro buque insignia, la cabecera de ¡Vengadores! La Corona Serpiente ha sido recreada, más grande y poderosa que nunca, gracias a los artefactos de poder reunidos por la Patrulla-X.

Ghaur se pone en contacto con Attuma para que empiece el asalto de Atlantis a EE. UU., que es la nación más poderosa de la Tierra. Una serie de ataques coordinados de los atlantes causan sorpresa y desvastación en sitios icónicos como Cabo Cañaveral o el Fuerte Hamilton en Nueva York. 

Los Vengadores deciden tomar medidas drásticas, reuniendo a la crème de la crème del pijameo: Los 4F, los Vengadores de las dos Costas, Hulk y otros superhéroes que en el pasado militaron entre los héroes más poderosos de la Tierra, caso de Hulka, Pantera Negra, Capitana Marvel o Viuda Negra, amén de la Antorcha Humana original (recordemos que la Patrulla-X no está ni se la espera, al creerse que ha fallecido).


The more, the merrier.

Este número de Los Vengadores está hecho por y para las palomitas. Los héroes reunidos se dividen en grupos que afrontarán a los atlantes en las distintas localizaciones invadidas. Nos ahorraremos los detalles, que poco añaden a la trama central, aunque sí me permito mencionar que colosos como Orka y Tyrak tendrán su puesta en escena contra diversos grupos de héroes. Hasta Dragón Lunar y el petardo de Rick Jones harán acto de presencia para echar una mano. Esta batalla no querría perdérsela (casi) nadie. Por supuesto, acaba con la victoria del combinado superheroico.

Al hilo de la invasión atlante: el orden de lectura sugiere que este anual va detrás del de Peter Parker, The Spectacular Spider-Man. Sin embargo, en este último anual citado ya se ve que la guerra ha dado comienzo. Asumiremos que, en realidad, muchos de los acontecimientos aquí narrados son simultáneos. A ello confiere fuerza de convicción el hecho de que, en esta reunión de héroes, no estén ni Spiderman, ni el Castigador, ni Daredevil ni Extraño, que se encuentran ocupados con la distribución de la droga serpentina por los bajos fondos. Asimismo, en este anual aparece un extraño en traje de armadura que ayudó a Capa y a Spiderman contra Tyrannus. Pues bien, aquí vuelve a aparecer, sin revelarse tampoco su identidad, enfrentándose a Krang, uno de los lugartenientes de las fuerzas de Attuma (pero ya sabemos que es Namor  :smilegrin:).

New Mutants #76 (Louise Simonson & Rich Buckler):

Los X-Terminadores, en estos momentos bajo la tutela de Factor-X, están realizando una excursión submarina, planificada, a la sazón, por la misma nave del grupo, aprovechando que el supergrupo de los mayores anda fuera. Se encuentran, mientras bucean, con un extraño cuerno con pinta de reliquia y lo suben a la nave. Tras analizar el artefacto, efectivamente parece ser un cuerno. Cuando los pupilos mutantes lo soplan, de forma un tanto incauta, es convocado un calamar gigantesco que atrapa a la nave de Factor X en sus tentáculos y amenaza con sumergirla en el mar. Mientras luchan por mantenerse vivos, aparece en su ayuda otro grupo de jovenzuelos mutantes, concretamente Los Nuevos Mutantes, quienes se han quedado sin Mansión, al ser destruida y, tras sufrir el rechazo de la gente en Nueva York, habían partido a reencontrarse con X-Factor y su chavalada. Sin embargo, el monstruo marino convocado parece ser más de lo que pueden combatir.


Bum-Bum, una soplagaitascuernos de manual

Bum-Bum se plantea que, tal vez, si el cuerno es soplado una vez más, la criatura se vaya. Cuando estaba a punto de probar esta opción, aparece Namor para evitar tamaña insensatez. ¡Sí, Namor, al que, desde el Anual de Iron Man, creíamos muerto! Pero todos sabíamos ya que se había librado de bailar con la Parca, escapando de algún modo a la explosión de aquel barco de Hydra cargadito con droga reptiliana. Sus orejas atalantes han oído el retumbar del cuerno y acude raudo a evitar una locura.

La fuerza y la planificación combinadas de los X-Terminadores, Los Nuevos Mutantes y Namor, resultan en el sacrificio de la bestia marina. Al término de semejante proeza, el surtido mutante se encuentra de bruces con Factor-X, quienes han llegado de hacer sus cosas. Namor se pira portando el cuerno para ponerlo a buen recaudo tras advertir a los niños que tengan cuidado con los objetos raros, y el Los Nuevos Mutantes son aceptados por Cíclope y el resto, para venirse a vivir a la nave que, otra cosa no, pero sitio tiene.

New Mutants Annual #5 (1ª historia, Louise Simonson & Liefeld):

Lo acontecido en el número anterior ha sido presenciado por Ghaur y Llyra, gracias a que los villanos, ya se sabe, siempre lo ven todo por videocámaras instaladas doquiera. Ghaur envía a un grupo de supervillanos desviantes a pillar el cuerno de manos de Namor. Su objetivo: soplar el cuerno y que aparezca otra bestia todavía más apocalíptica: la Gran Serpiente del Mar, que aplastará definitivamente a Atlantis. Se trata de un plan intrigante, teniendo en cuenta que Atlantis es, técnicamente, aliado de Ghaur, bajo el mando de Attuma. ¿Por qué haría esto Ghaur? La respuesta es que invocar a Set y traerlo a la Tierra requiere un mega-sacrifico del carajo, así que los desprevenidos atlantes servirán.

Sin que se haya contado antes, los villanos averiguan que Namor dejó el cuerno bajo la protección de Namorita, a la que atacan para robarle la reliquia. Un nuevo grupo de atlantes mutantes, de diseño bastante horrible, inventados para la ocasión y llamados Surf, intenta proteger a Namorita, a la sazón en picardías marino, pero ella los confunde con los malos y les atiza. En medio de todo este lío, los secuaces de Ghaur escapan con el cuerno en su poder.
Sin poder seguirle la pista a los desviantes, Namorita y su inesperado grupo de aliados deciden atacar a los Nuevos Mutantes, ya que fueron los últimos que supieron de la existencia del cuerno, ya que Namor les habló de ellos off-camera. Esta confusión se acentúa porque los desviantes se parecen un poco a Los Nuevos Mutantes y, en fin, que, de noche, o bajo el mar, todos los lobos son pardos ¿O no era así el dicho? Ya se sabe que aquí se hostia primero y se pregunta después, así que nada, se forma la típica batalla malentendido entre los jóvenes mutantes y Namorita y los suyos. La batalla ocupa muchas páginas malísimamente dibujadas.


Namorita (su traje de faena es mas ligero que sus trapitos de dormir) y Surf (atención al atlante en tirantes. Y bueno, al menos veo pies en la viñeta).

Eventualmente, el cuerno es entregado a Ghaur, quien sopla el artefacto, haciendo aparecer un kraken todavía más gordo que el del número anterior, que hace trizas Atlantis y mata a un buen número de sus habitantes. Namorita, Surf y Los Nuevos Mutantes dejan de luchar cuando sienten los temblores venidos de Atlantis. Bajan a ver qué se cuece y se encuentran con el panorama dantesco. Los buenos se ponen a atacar al bicho, pero, al sangrar, este libera un tóxico que envenena a los atlantes. Peor todavía el remedio que la enfermedad.

Con todo, Llyra teme que la aparición del equipo heroico acabe con el monstruo, así que no se le ocurre otro plan mejor que llevar su submarino en medio del follón, para disparar a Namorita y sus aliados y acabar con ellos. El plan sale mal, claro. Uno de los tentáculos del bicho apocalíptico le mete un viaje al submarino, con tan mala suerte que penetra agua en el navío y la corriente se lleva al cuerno de las manos de Ghaur. El objeto choca contra unas rocas y se parte. Adiós al cuerno. Cremita el guion. Más tontos y nacen ovejas desviantes.

Finalmente, bien está lo que bien acaba: los héroes atraen al bicho a un abismo, donde, combinando ciertas técnicas, logran arrojar al monstruo al fondo y sepultar la sima, atrapándolo allí, esté muerto o vivo y tentaculeando. Namorita se despide de los mutantes, cada mochuelo a su olivo, o a donde sea que se vayan, y Ghaur tiene que lidiar con otro contratiempo más, pues no ha podido sacrificar por completito Atlantis. Sin duda el peor número de este crossover, con el que sentiremos ganas de sacarnos los ojos en más de una ocasión.

X-Factor Annual #4 (1ª Historia, John Byrne & Walt Simonson)

El número comienza con trepidante acción: Ghaur ha lanzado un rayo tractor sobre Jean Grey, quien sale disparada por los aires hacia los aposentos del malo. Bestia intenta, agarrado a la pelirroja, variar su trayectoria, y caen al mar, solo para ser apresados por Attuma y sus hombres. Andrómeda, enfrentada a su padre, y a quien ya habíamos visto en este crossover, se bate contra los atlantes. Aunque ella logra rescatar a Bestia, Jean queda cautiva de Attuma. El gobernante atlante pretende violarla, pero es rescatada por la oportuna llegada de Bestia y Andrómeda. Bestia huye con Jean a la superficie, mientras Andrómeda se enfrenta a su pérfido padre.


El sátiro de Attuma, poniéndole sus azules manos encima a Jean, justo antes de vestirla de fulana.

Una vez en un barco cercano, Bestia descubre, desolado, que Jean está muriendo por ahogamiento. Se le aparece entonces Ghaur y le ofrece un trato: Jean vivirá si se la entrega. Bestia no tiene más remedio que aceptar la propuesta del villano. Ghaur se hace con Jean y ya tiene una de las novias de Set en su poder. La segunda lo será la propia Andrómeda, quien había caído en batalla contra Attuma. Y con esto, toma velocidad una de las subtramas que habían estado desarrollándose insidiosamente en todo este crossover, con Ghaur recolectando siete novias para Set, porque tienen que ser siete, y tienen que ser mujeres. No busquen explicaciones.

Web of Spider-Man Annual #5 (1º Historia, Conway & Javier Salteres)

¡Que te pego, leche!

Este episodio se centra en mostrarnos la invasión atlante a los EE. UU. en todo su apogeo. Spiderman y los 4F batallan a las tropas submarinas con sumas dificultades, mientras Trish Tilby va narrando todos los sucesos como fiel reportera de guerra. Un general atlante, Epititus, intenta hacer ver a Attuma que se han metido en una guerra que no pueden ganar. Bien se podría haber llamado el General Epitafio, ya que Attuma reacciona matándole. Sin embargo, Epititus hablaba con razón. Ghaur y Llyra lo que pretenden en realidad es usar la invasión como maniobra de distracción: mientras las fuerzas de Attuma se encuentran batallando en la superficie, el malvado dúo sacrifica a Set todo el pueblo de Atlantis, pues solo una masacre de tamaña entidad podría traer de vuelta al dios reptil (o, al menos, eso piensan los malos). Los lemurianos detonan algo parecido a una bomba atómica sobre Atlantis, causando con ello un verdadero genocidio. Un militar informa a Attuma de que Atlantis ha sido destruida, lo que provoca la caótica retirada del ejército atlante, poniendo fin a la invasión con trágicos resultados.

Ghaur tampoco pierde el tiempo en la superficie y aprovecha para capturar a Sue Richards, ahora la tercera novia de Set, junto a Jean Grey y Andrómeda.    

Avengers West Coast Annual #4 (1ª Historia, Byrne; 2ª Historia: Nicieza y Gavin Curtis)

Llegamos ahora al otro de los anuales que más nos interesa, por estar centrados en nuestros héroes. El Anual comienza con unos hechos consumados que, en honor a la verdad, no hemos visto siempre en todas estas páginas antecedentes: Ghaur ya ha capturado a las que serán las siete novias de Set: Tormenta, Hulka, Puñal, la Bruja Escarlata, Jean Grey, Andrómeda y la Mujer Invisible. Es curioso, porque en algunos casos habíamos visto verdaderas capturas, pero, en otros, solo habíamos sido testigos de que las superheroínas recibían como tatuaje la marca de Set (caso de Hulka y Puñal). En otros casos, finalmente, nos enteramos ahora de que Ghaur las ha capturado off camera.

Siete novias para siete cabezas, pero poca cabeza pensante en Marvel.

Lo cierto es que, hasta el momento, no he visto un evento excesivamente contradictorio. Es todo muy nocillero, pero las piezas han encajado razonablemente bien, teniendo en cuenta la plétora de guionistas que se han visto forzados editorialmente a meterse en este berenjenal de crossover. Pero aquí empiezo a ver costuras incomprensibles. Veamos:

El plan de Ghaur (y Llyra) pasaba por sacrificar a los atlantes a Set. Pero, al mismo tiempo, se necesitaban siete novias para ser sacrificadas u otro propósito a priori definido, o eso parece (porque nunca llega a estar muy claro este extremo de las siete novias), no se sabe bien si como plan B en caso de que fallara la masacre atlante (esto es, de hecho, lo que piensa Reed Richards), o como requisito adicional. Pues bien, un lacayo de Ghaur le dice a su amo que, como finalmente el ejército atlante no ha sido diezmado por los humanos, ya que huyó tras el genocidio de Atlantis, hacer un sacrifico con las novias ya no tiene sentido, dando por sentado que el plan ya no tiene visos de éxito. Estas afirmaciones apuntan a que la captura de las novias no era inicialmente un Plan B, así que nos inclinamos por la tesis del requisito adicional, es decir: aparición de Set = genocidio atlante+sacrificio (o algo similar) de siete novias.

Ghaur le responde que, aunque su subordinado tiene razón, todavía hay esperanza de provocar el advenimiento de Set, poniendo a las siete novias a ejecutar (ahora sí) un verdadero plan B que se describirá luego, y que es diferente del vago propósito con el que, en un principio, Ghaur había capturado a las heroínas.

Sea como sea, esto no tiene ningún sentido, porque ataca a la premisa mayor del anual de Web of Spider-Man: Ghaur quería distraer a Attuma, haciendo que el ejército atlante atacara la superficie. Una vez que esto ocurre, Ghaur consuma el sacrificio del pueblo de Atlantis, ahora ya indefenso, lanzando un pepino nuclear y destruyéndolo. Es decir, el sacrificio de los atlantes sí se ha producido ya. Que quede una minoría de atlantes vivos (los militares) no debería negar que el sacrificio ya ha tenido lugar. Además, es absurdo confiar en que los humanos exterminen a los militares atlantes uno por uno. Más bien los apresarían, y de hecho eso es lo que ocurre con algún que otro caso. En resumen, Byrne se carga la trama, incurriendo en una grave contradicción, y se enreda él mismo en su propio tebeo, esto es: rompe la coherencia con el resto de anuales y la rompe también internamente en el anual que le toca guionizar. Y eso que a Byrne ya le hemos visto hacerse cargo de otras entregas del crossover (así, la del Anual de Factor-X). Esto, por cierto, lo intentaría arreglar Roy Thomas en la última entrega del crossover (la de los 4 Fantásticos) haciendo reflexionar a Ghaur con que el plan era eliminar a TODOS y cada uno de los atlantes. Algo que, sinceramente, yo al menos no compro.

Es el mágico momento de todo crossover donde levantamos el tebeo y miramos a la ventana, barajando lanzar el cómic a su través. Pero, en fin, hay que seguir, aun con la coherencia hecha añicos. Después de todo ¿quién ha lanzado alguna vez un cómic por la ventana, amigos?

Volviendo a la trama central, y con el ejército de Atlantis en desbandada, el plan de los Vengadores y de los 4F ahora es el de rescatar a las novias de Set. Pero las novias de Set, controladas compulsivamente (que no mentalmente) por Ghaur, tampoco están ociosas. Hulka y Andrómeda se embarcan en una misión destinada a hacerse con un fragmento de la esencia vital de Set que se encuentra en una esfera de poder erigida por Neptuno cuando, en tiempos remotos, el dios del mar venció al dios reptil (véase tercera parte de esta reseña). Las dos mujeres se hacen con el fragmento, pero se encuentran con la oposición de un pulpo gigante: el guardián del altar que Neptuno había dejado protegiendo el lugar. Los Vengadores surcan los aires sobre el mar, a bordo de un quinjet, cuando, atendiendo una llamada de socorro de un navío, presencian a Hulka batiéndose con el monstruo marino. Cuando bajan a ayudarla, sin embargo, se sorprenden de que Jennifer les ataca, al estar controlada por Ghaur. La Visión se encarga del monstruo, haciéndose sólido en su corazón, y Hulka es llevada al carguero que emitió el SOS. Sin embargo, Andrómeda escapa con el fragmento vital de Set y se lo entrega a Ghaur. Hulka forcejea con sus compañeros y se lanza al mar, huyendo de ellos para unirse al villano.

Mientras, Jean Grey y la Mujer Invisible se hacen con una lente mística lemuriana localizada en un museo de Chicago. Una vez la entregan a Ghaur, este prosigue con su plan B –aunque, repito, el Plan A, en mmi opinión, ya se había llevado a efecto-, que consiste en utilizar a Puñal para que lance uno de sus rayos de energía, proyectándolo de modo tal, que bañe el fragmento de la esencia de Set a través de la lente mística. Pero el archivillano no contaba con que los Vengadores habían seguido a Hulka y se cuelan en su base submarina, iniciándose así una buena refriega.

Ghaur ordena a Tormenta que frene a Los Vengadores. Y aquí viene otra de las partes más ridículas de la saga: Jan pregunta al Capi que quién es esa mujer. El Capitán responde que se parece a Tormenta físicamente y en sus poderes, pero que no puede ser porque la Patrulla-X está muerta. No sé: si controla el clima y es idéntica a Ororo, es lógico pensar que se trate de Ororo ¿no? Esto lo veo de cajón incluso en un universo tan acostumbrado a clones.

Sigamos. Puñal necesita un descanso antes de seguir bombardeando con sus rayos el fragmento de la esencia de Set. Esto lo aprovecha el Hombre Maravilla para romper la lente mística de un puñetazo, un nuevo revés para Ghaur. Pero el malo, que es desviante de recursos, pone en marcha un plan C: la esencia vital de Set no ha recibido suficiente energía de Puñal a través de la lente, así que no hay una ínfima posibilidad de que el dios reptil venga a la Tierra. Pero si Wanda cambia las probabilidades con sus poderes, este probable desenlace puede revertirse a favor de Ghaur. Y así, le ordena a Wanda que utilice sus poderes de control de la probabilidad sobre el fragmento vital de Set. ¡Y así ocurre! Damas y caballeros, Set, en forma de una serpiente apocalíptica gigante de siete cabezas, ha llegado al fin a la Tierra.

En la segunda entrega, se narra una corta y divertida historia en la que Bonita Juárez, alias Ave de Fuego, se encuentra por el desierto con un destacamento atlante cuya aeronave aterrizó forzosamente, tras la escaramuza mantenida en el Canal de Panamá con Iron Man y Namor (recordemos, en el Anual de Iron Man). Los atlantes ignoran que ya han perdido la guerra, al no tener contacto con el resto de la armada. Su inclinación belicosa les hace atacar a Ave de Fuego, pero esta, esgrimiendo unos poderes formidables, les vence con facilidad. A ello ayuda también que los atlantes se encuentran en un desierto y muy lejos de su elemento natural: el agua.

Bonita les convence de que no hagan tanto la guerra y se vayan a Tahití, que ya verás tú lo relajados que se quedan. Con sus poderes disparados, la chica arregla la nave (vaya si tiene recursos la Bonita) y les despide. Los atlantes, no sin algunas dudas iniciales de conquistar Tahití, resuelven hacer caso a Ave de Fuego y vivir una vida relajada en el paradisiaco enclave.

Thor Annual #14 (1ª Historia: Roy Thomas, Al Milgrom & Don Heck):

Thor, quien no había participado en el asalto a la guarida de Ghaur y se había quedado en casa, lleva a Quasar y a Ben Grimm a la Mansión de Extraño en el Greenwich Village. La razón: Thor quiere solicitar la ayuda de Extraño para que le abra el portal a la dimensión donde mora el mismo Set, y destruirlo antes de que gane completa presencia en Tierra 616. Y ha escogido a los citados héroes (Quasar y y Ben Grimm) porque ambos han llevado la corona serpiente y han logrado resistir su influencia, así que son los mejor preparados para afrontar este desafío. No puede recurrir a otros portadores de la corona, como Wanda, Víbora o Namor, porque, o están en poder de Ghaur (Wanda), o desaparecidas (Víbora) o muertos (Namor, aparentemente, claro).
Un momento... ¿cuándo ha llevado Quasar la Corona Serpiente? Solo hemos visto que algo así le pasó a Ben Grimm, en el resumen del Anual de Estela Plateada. Pues tened paciencia, que todo eso se verá en la tercera parte de la reseña.


Se imponen unas explicaciones absolutamente lógicas. Además ¡Mirad, Ben lleva exoesqueleto y va de cosplayer de sí mismo!

Extraño lleva a la selección de héroes en volandas al cuartel general de Ghaur, donde el resto de Vengadores se bate en agónica y desesperanzadora pugna contra las siete cabezas de Set. Thor, Quasar, Ben y Strange se cuelan en la boca de una de las cabezas de Set, ante la perplejidad de Los Vengadores quienes, no obstante, acaban deduciendo que, si han actuado de ese modo, es porque tienen algo pensado. Y efectivamente, presionando garganta abajo de Set, los elegidos logran acceder a la dimensión de la deidad. Los cuatro héroes se baten ahora contra el dios serpiente desde dentro, donde Set tiene una forma física todavía más asquerosa y resistente a los ataques de los buenos.


Set, todo interior

En un último intento desesperado, y viendo que la cosa no va bien, Thor invoca a Gea para que, a su vez, haga el favor de llamar a Atum, el dios Sol, para que, como ya hiciera en el pasado, vuelva a derrotar a Set asumiendo la forma del Demogorgo (véase la tercera parte de esta reseña para más claridad). Gea responde que, ahora que Set se ha vuelto tan poderoso, ella se encuentra ya atrapada y no puede llamar a su protector. Pero Thor no se rinde y usa a su martillo místico para acceder al sol, donde vive Atum. Va a haber que usar mucha elocuencia, porque Atum, miedoso de cómo el Demogorgo casi le domina en el pasado, devorándole con su oscuridad e insaciable apetito de destrucción, se niega en redondo a volver a tomar este alter ego. Thor decide atacar a Atum, aun consciente de que no podrá derrotarlo. Sin embargo, sí logra enfurecerlo lo suficiente como para transformar a Atum en Demogorgo de nuevo. La astucia del dios del trueno ha dado sus frutos, aunque a un coste tremendo: el Demogorgo devora a Thor, absorbiendo su forma, matándolo técnicamente en el proceso.

Seguidamente, el Demogorgo echa una mano a Quasar, Extraño y a Ben, enfrentando a Set, y destrozándolo con bastante facilidad. Sin embargo, conmovida su esencia oscura por el noble sacrificio de Thor, dispuesto a dar la vida por una buena causa, Atum toma el control del Demogorgo y, eliminando su fusión con la esencia de Thor, devuelve al asgardiano a la vida. Atum, libre de la influencia del Demogorgo, se despide de los héroes y se vuelve al sol.
 
Con Set destruido, la dimensión donde habitaba está resquebrajándose. Los héroes deben huir a la carrera. Pero solo pueden hacerlo por un portal de energía que se está cerrando a toda velocidad. En el momento en el que Thor y los demás lo alcanzan, ya no caben por él. Y aquí será donde, paradójicamente, los aliados contarán con la inesperada ayuda del mismo Ghaur. Desde el otro lado, en la dimensión de Tierra 616, el combinado heroico vengador ha presenciado como Set desaparecía repentinamente. Ghaur divisa el agujero del portal desde nuestra dimensión y, pensando que Set todavía puede hacer una reentrada en la Tierra 616, lo reabre con sus poderes, franqueando el paso a Thor y a los demás, para enojo y sorpresa del malo. Completamente desbaratado su plan, el villano se escapa con una bomba de humo. Los Vengadores se disponen ahora a encontrar a su archienemigo, lo que nos deja ante la última etapa de este maratoniano crossover.

Fantastic Four Annual #22 (Roy Thomas & Rich Buckler)

Como podéis atestiguar, Byrne le lanzó la patata caliente del crossover al viejo Thomas, quien se encargó de guionizar los dos últimos anuales con el desenlace de la historia. Con Set derrotado, queda el gran final por contar. El cómic relata lo vivido hasta ahora, mientras los 4F y Los Vengadores se dirigen al encuentro de Ghaur. A este solo le queda un pequeño contingente de lemurianos al mando de Llyra y a las siete novias de Set, las superheroínas capturadas, ahora reducidas al papel de rehenes. ¿ no?

Pues no. Con todo, Ghaur todavía piensa que, sacrificando a las mujeres, podría ocurrir que Set resucitara. Para asombro y burla de Llyra, Ghaur coloca a las siete novias en una especie de peonza que gira sobre la misma corona de Set antes forjada. Al dar vueltas muy rápido cual atracción de feria, Ghaur cree que las esencias de las novias darán energía a Set para volver a manifestarse en la Tierra.

Ghaur pone en marcha este plan ilusorio al tiempo que los héroes irrumpen en fortaleza. Casi todas las páginas que siguen nos muestran abundantes coreografías de combate que, a estas alturas, el lector agradecerá que me ahorre de contar, pues ya estará agotado si todavía sigue con nosotros. Los buenos van diezmando a los efectivos lemurianos y Llyra se deshace un poco de su papel de segundona con una buena pelea contra Namor. El caso es que, finalmente, Ghaur se encontrará luchando solo contra el resto de los héroes, declamando que ahora entiende su error: el amor todo lo puede, en resumen. Tanto aman los héroes a las siete novias de Set, que nunca se rendirán ni cesarán de luchar. Esta revelación, francamente infantil, deja a Ghaur con una salida: explorar los intrincados secretos de la Corona Serpiente, buscando que sus revelaciones le den con la clave de la victoria definitiva.

Por un momento, la Corona parece bañar con energía poderosa a Ghaur, pero entonces este advierte una presencia junto a él: ¡se trata del poderoso Emperador Naga! Por algún mecanismo místico, Naga, tal vez el portador más relevante de la Corona (véase, de nuevo, la tercera parte de esta reseña) ha resucitado. Naga y Ghaur contienden por el poder de la corona, pero el resultado es que ambos se aniquilan.

Solo queda deshacerse ya de la corona serpiente. En un acto simbólico de empoderamiento, las siete novias son las que, al despertar de su embrujo, lanzan la corona por un abismo, donde, tal vez, quede ya perdida para siempre ¿verdad que sí? Todos se despiden con el final feliz, volviendo cada uno a sus quehaceres, mientras nosotros no pasamos por alto que nadie ha reparado en que Tormenta está viva. Es delirante.

Las chicas al poder, eso sí, después de cientos de páginas de sexismo :lol:

FIN.

3
68ª Etapa:Atlantis Ataca. Primera Parte



¡Vengadores, reuníos!

Bueno, Vengadores y más héroes del Universo Marvel, porque nos vamos a sumergir en uno de los crossovers más aparatosos y extensos de la Casa de las Ideas: ¡Atlantis Ataca!

Calentando motores

Bien, pese al retraso, aquí estamos, para reseñar un poquito el evento de Atlantis Ataca, que afectó a 14 Anuales de la plana mayor de la Casa de las Ideas, y que narra las malandanzas de Ghaur, un villano que pretende traer a Set a la dimensión terrícola 616 para que domine el mundo y todo eso. Entre esos Anuales están, obviamente, dos que nos interesan en este club: el de Vengadores y el de Vengadores Costa Oeste. Leyendo solo estos dos Anuales no nos enteraremos de nada, pues son trozos sueltos del crossover. Y a mí al menos me gusta hacer las cosas bien o para eso no las hago, de modo que decidí meterme entre pecho y espalda el crossover enterito que, dicho sea de paso, me he enterado de que salió en un Marvel Limited Edition. Yo he leído el orden sugerido por la app de Marvel Unlimited y voy que chuto, aunuqe confieso que de ver el MLE barato -algo improbable- lo compraría por puro nocillerismo.

Adelanto que va a ser muy difícil resumir tal cantidad de páginas sin enojar al lector, pero se intentará en la medida de mis limitadas capacidades para decir las cosas con pocas palabras. De momento, he decidido suministrar la reseña en tres píldoras diferentes

Este crossover está dividido en dos partes: la primera, que es la más larga, es la saga en sí de Atlantis Ataca; la segunda abarca una serie de historias narradas por el Vigilante que, engarzadas de Anual a Anual, van contando el telón de fondo de Atlantis Ataca, que es, básicamente, la historia de la Corona Serpiente. En él hace sus pinitos como dibujante un tal Mark Bagley, corriendo el guion a cargo de Peter Sanderson.

Sobre la Saga de la Corona Serpiente hemos hablado ya en este club de lectura, pues recordaréis que un arco argumental de la colección de Los Vengadores, por lo que es muy posible que muchos trozos de trama os suenen.

Bueno, vamos allá.

Atlantis Ataca: Primera Parte

Silver Surfer Anual #2 (Primera Historia, Englehart & Lim):

Estela Plateada resucita, sin quererlo, a Lord Ghaur, el villano de nuestra saga. Su tabla cósmica se vuelve loca y se niega a seguir las órdenes de Norrin. Por mucho que Estela Plateada intenta tomar control sobre ella, la tabla se revela y conduce siempre a una dirección, una nube extraña de materia. Con sus poderes cósmicos, el surfista transforma la materia para revelar qué o quién se halla detrás de tan extraños sucesos. Sn embargo, con ello lo que hace es revivir a Lord Ghaur, un desviante lemuriano cuyo cuerpo y alma habían sido dispersados por el espacio tras una vieja contienda con Los Eternos.
Norrin Radd, al comprender su error, combate contra Ghaur, pero este logra escapar hacia la Tierra. Norrin duda sobre si perseguirlo o atender a su misión cósmica. Consciente de que en la Tierra hay poderosos héroes, elige lo segundo, y aquí hace mutis el héroe, para no volver.

Que sepáis que el que empezó todo este lío fue Norrin Radd. Y va el cabrón y se quita de en medio.

Ghaur regresa a su Lemuria patria querida y allí se enfrenta contra sus parientes, liberando a Llyra, una sacerdotisa adepta a la Corona Serpiente, a la que pide que se una a su causa. Para convencerla, le cuenta la saga de la corona serpiente en versión de bolsillo. Hace tiempo, mucho tiempo, unos sacerdotes de Set crearon la Corona Serpiente. El propio Set imbuyó su esencia en la Corona y la replicó para que existiese una en todas las dimensiones alternativas.
Quien se colocaba el cacharro en la cabeza, gobernaba el mundo con gran poder, aunque a cambio acababa corrompido y sujeto a la voluntad de su verdadero amo: Set.

Si a alguien le recuerda todo esto al Señor de los Anillos, pero en cutre, diré que es muy normal que algo así le ocurra. El caso es que, tirando de historias que nosotros ya hemos leído en este club, hubo una dimensión concreta (la del Escuadrón Supremo, para ser más exactos) donde el mismo presidente de los EE. UU. fue el que llevó el chisme en la cabeza. Los Vengadores acabaron quitándole la Corona serpiente para acabar con una dictadura y transportarla a la Tierra 616, creyendo así a salvo el mundo paralelo. Sin embargo, la corona cayó en poder de un empresario llamado Hugh Jones, quien ya portaba la corona de la Tierra 616. Con dos Coronas en su poder, ya se volvería ultrapoderoso.

La Cosa consiguió quitarle la corona a Jones (más detalles sobre esto en la tercera parte de la reseña) y la llevó a Proyecto Pegaso, unas instalaciones secretas del Gobierno de los USA, para que quedara a buen recaudo. Sin embargo, Set logró ejercer su influencia sobre los empleados de Proyecto Pegaso. Pronto, el personal estaba bañando la Corona con rayos indeterminados emitidos por cañones dimensionales que lograrían atraer a todas las coronas serpientes de todas las dimensiones y fusionarse en una corona gigante, que tendría por efecto el advenimiento de Set en persona a la Tierra 616. A este respecto, conviene recordar que Set no está en la Tierra, sino que opera sus maldades a partir de otra dimensión. Uno de sus planes e hilo conductor de la Saga es precisamente los intentos de Set por corporeizarse en la Tierra.

Ese evento lo impidieron cuatro héroes, que, con ayuda de un fragmento del cubo cósmico, lograron reducir a cenizas la macro-corona: Spiderman, La Cosa, el Dr. Extraño y la Bruja Escarlata. (una vez más, ver la versión extendida en la tercera parte de la reseña).

Ahora, ha surgido una nueva oportunidad de que Set se materialice en la Tierra, aunque todo ello pasa por un alambicado plan que se narra en el resto de Anuales y otros cómics.

Iron Man Annual #10 (Primera historia: Michelinie & Paul Smith; tercera historia: Nicieza & Don Perlin)

Este Anual es importante en términos de trama, ya que en él se forja la alianza entre los atlantes -dirigidos por el impetuoso Attuma-, los lemurianos desviantes, con Ghaur de líder, y los lemurianos rebeldes normales y corrientes, capitaneados por Llyra. Porque sí, amigos: hay dos tipos de lemurianos. Todos ellos tienen en común, empero, ser muy belicosos y respirar bajo el agua.

Los atlantes, seducidos por las perspectivas de éxito de los seguidores de Set, quienes pretenden volver a forjar la Corona Serpiente, se ponen en marcha y empiezan a transportar tropas a través del Canal de Panamá. El objetivo es subyugar primero a los EE. UU., al ser la nación más poderosa del planeta.
Pero no solo de transportar tropas se trata: también se intenta pasar drogas a la Costa Oeste por el Canal. A estos efectos, los atlantes y los lemurianos se han aliado con Hydra. Se trata de unas drogas muy especiales, que transforman a la gente en seres serpentinos. Iron Man detecta un barco que es seguido por dos submarinos de la Maggia. Pero hete aquí que aparece Namor, quien no deja que barco alguno pase por sus dominios marítimos sin su previo escrutinio, y da el alto al navío, a la búsqueda de información sobre Marrina. El buque resulta ser de Hydra. Uno de los secuaces de la organización se inmola, detonando explosivos de la nave que acaban por hundir el barco (y, con ello, las pruebas incriminatorias).

Sin embargo, se descubre luego que el barco transportaba las anteriormente mencionadas sustancias, al irrumpir Namor y el propio Iron Man en una nave industrial sospechosa, también en las inmediaciones del Canal de Panamá. La sucursal de estupefacientes es desmantelada, pero no sin que antes un barco cargadito de drogas zarpe, intentando cruzar el canal de Panamá. Iron Man se las ve con unos atlantes que le atacan sorpresivamente, mientras Namor penetra en el barco de Hydra, intentando evitar que llegue a su destino en EE. UU. Los secuaces de Hydra vuelven a detonar la nave (en lo que constituye ya un patrón habitual) y Namor es dado por muerto, al quedar dentro.

Damas y caballeros: Tony Stark matando gente.

En la tercera historia, Andrómeda pide a Attuma explicaciones por la muerte de Namor. Ya de paso, le hace saber al gobernante de Atlantis que ella es su hija. El encuentro no acaba bien, y Andrómeda abandona Atlantis dispuesta a parar de algún modo la locura de Attuma. Sabremos de ella más adelante.

Marvel Comics Presents #26 (4ª Historia, Peter David y Jeff Purves)
:

Parte anecdótica de Atlantis Ataca. Mr. Fixit acude a cobrarse una deuda de su jefe a Marlinword, una especie de acuario con espectáculos de animales marinos. Queda atónito cuando presencia cómo una ballena ataca al propio monitor de Marlinword. La gente entra en pánico, pero Mr. Fixit se enfrenta al mamífero y lo vence. Cuando lo devuelve al mar, se encuentra con el misterio de la ferocidad inusual del animal resuelto: unos atlantes están probando un prototipo de una máquina que vuelve a los animales agresivos para que ataquen a los humanos: se trata de un arma más en la invasión que están planificando.


Duras imágenes de maltrato animal que no podrían ser publicadas en nuestros días, querida audiencia.

Los atlantes huyen y Mr. Fixit se queda cavilando sobre lo que ha visto. El bruto no se entera de nada y sospechamos que Peter David se entera de menos aún.

X-Men Annual #13 (1ª Historia, Terry Austin &  Mike Vosburg)
:

Claremont, no queriendo saber nada, aparentemente, del evento de Atlantis Ataca, se quita de en medio. Austin nos muestra a la Patrulla-X a la búsqueda de cuatro objetos con extraño poder. El punto de partida es el siguiente: la Sociedad Serpiente había sido contratada por Ghaur y Llyra para coleccionar los referidos objetos. Cuando la Sociedad está inmersa en la misión, sus efectivos quedan noqueados por un rayo de energía. Al despertar, uno de sus miembros, Iguana, se encuentra atada frente a un peculiar hechicero, un tal Señor Jip. Iguana descubre que su cuerpo ha sido cambiado con el de Alison Blaire, alias Dazzler.


Por primera vez después de mil relecturas de este Anual, me entero de la trama completa. Sigue sin tener sentido.

Bien ¿Qué quiere Jip? Chantajear a la Patrulla-X, con una finalidad: que los mutantes recojan los cuatro objetos místicos para quedárselos él. A cambio de esos servicios, volvería a poner las mentes de Iguana y Dazzler en su sitio, esto es, en sus cuerpos serranos. Jip expresa que, si Ghaur y Llyra consiguen los objetos, tal cosa interferiría en unos complejos planes que él tiene en marcha y de los que –anticipo- nunca llegaremos a saber realmente. La Patrulla-X se divide en grupos y, con la asistencia de Pórtico, van viajando a diferentes partes del mundo para recuperar los objetos, previo enfrentamiento con diferentes miembros de la Sociedad Serpiente. La Patrulla se reúne con los cuatro objetos en la guarida de Jip, y este cumple su parte del trato, devolviendo las mentes de Dazzler y de Iguana a sus respectivos cuerpos.

Sin embargo, aparece Crótalo, quien se presenta como un miembro de la Sociedad Serpiente enfrentado a sus propios compañeros, y que ha negociado la entrega de los objetos por su cuenta, a los mismos Ghaur y Llyra. Tomando a Iguana, se teleporta con ella, dejando tanto a la Patrulla como a Jip con un palmo de narices.

Amazing Spider-Man Annual #23 (1ª Historia: Conway, Michelinie & Liefeld)

Retomando desde el Anual mutante, Ghaur y Llyra, que han sentado su cuartel general en la famosa isla de Magneto, crean la Corona Serpiente a partir de los cuatro objetos recuperados por Crótalo.

Mientras, Abominación ha sido liberado de su prisión por los lemurianos, y se reúne con Ghaur y Llyra, ahora en Nueva York. En realidad, la forma humana de esta Abominación no es otra que la de Tyrannus. Este quiere volver a recuperar su humanidad. Ghaur, quien tenía capturado a Emil Blonsky, le da el gusto trasladando la esencia de la Abominación desde Tyrannus al desdichado Blonsky. Ghaur piensa que Tyrannus es esencial para el éxito de su plan y, de hecho, jugará un papel más o menos relevante ya que, con su influencia, el “Dr. Tyrone” logra sacar a Víbora de la cárcel en la que se encontraba presa.

Ni que decir tiene que ambos se embarcarán en diferentes fechorías en futuras entregas, pero volvamos a la trama centra: los malos huyen del tugurio en el que se encontraban, dejando solo a Abominación-Blonsky en el lugar, al que se enfrentarán Spiderman y Hulka, quienes han llegado cada uno por su cuenta (el primero localiza la guarida de los villanos gracias a su sentido arácnido, pero no se llega a contar, que yo sepa, cómo sabe Hulka dónde se había metido Abominación). Los héroes lograrán acorralar a Abominación en el puerto. Hulka le prende fuego tras impactarle con un tanque de gasolina y Blonsky se tira al agua para apagar las llamas. Todo parece que está bien. Sin embargo, no se nos escapa que, en un momento de la batalla, Ghaur se acercó a Hulka, semi-inconsciente, dejándole la marca de Set en el cuello a modo de extraño tatuaje.


Hulka sabe que algo no anda bien, mientras el cómic nos ofrece absurda violencia gratuita.

The Punisher Annual #2 (Mike Baron & Bill Reinhold):

Aquí no se libró nadie de Atlantis Ataca. Sin embargo, se aprovecharon las colecciones de los así llamados “Marvel Knights” para planear sobre las ramificaciones más mundanas y callejeras de la trama. Marc Spector se topa por casualidad con un señor comiéndose un ratón. ¡Qué casualidad! Investiga el extraño suceso y las pistas recabadas a partir de la matrícula del coche del tipo le dirigen a una fundación para desenganchar drogadictos llamada “Save our Society”. El Castigador, que está tras la pista de un yonqui desaparecido llamado Ralph Newton, y que también le lleva a la misma organización, se encuentra con el Caballero Luna y los dos deciden hacer equipo.

Ambos descubren que Save our Society es una tapadera de algo turbio: prometiendo desenganchar a adictos, en realidad les inyecta una droga que los convierte en hombres serpientes, creando un ejército para Ghaur y Llyra. Detrás de todo ello está Víbora. Si unís la línea de puntos, caeréis en la cuenta de que se trata de la droga que apareció en el Anual de Iron Man (parece que finalmente llegó a la costa oeste americana), y de que Víbora acababa de ser liberada por Tyrannus. Los héroes urbanos consiguen enfrentar con éxito a los hombres serpiente, pero Víbora escapa después de inyectar la droga al propio Castle, que necesitará dos días para reponerse.


Castle: Ay que me han echado droja!!!

Peter Parker, The Spectacular Spider-Man Annual #9 (1ª Historia: Conway & Dave Ross):


Spiderman continúa el seguimiento de Save our Society, allá donde lo dejaran el Caballero Luna y El Castigador. Los gerifaltes de la organización “benéfica” siguen inyectando a los yonquis la droga que los convierte en hombres serpientes al servicio de Ghaur. Capa y Puñal, que si por algo se caracterizan es por perseguir a camellos, coinciden con el trepamuros, aunque antes de hacer team-up tengan que superar el clásico malentendido, que los lleva, inicialmente, a pelearse entre ellos.

Ghaur se ha fijado en Puñal y ordena a Tyrannus que la marque con el signo de Set (lo que también ocurrió ya con Hulka), solo que esta vez el villano rapta a Puñal y se la lleva como una de las novias de la deidad reptil. Parker logra dar con la pista de un tal Dr. Tyrone –alias de Tyrannus, como ya sabemos- justo cuando ve por la tele un evento importantísimo en esta saga: los atlantes están atacando la Costa Este de los EE. UU. La guerra ha empezado.

Por su parte, Tyrannus tampoco se esconde e incita a Capa y a Spiderman, enviándole un mensaje al primero, para que vaya a la misión de Save our Society, ya que Puñal le necesita. Obviamente, es una trampa: Tyrannus sugestiona a Capa con unos extraños poderes de luz, y le ordena que se haga con un libro místico: en concreto, se trata del Libro Sagrado de Kell, un texto antiguo perteneciente al culto de los hijos de Set. Capa cumple con sus órdenes. Una vez con el libro en su poder, Tyrannus ordena matar a Capa. Sin embargo, el repentino ataque de los hombres serpiente despierta a Tyrone del shock y se enfrenta a ellos. Capa se ve superado en número, pero recibe la ayuda de un misterioso personaje enfundado en una armadura, que desaparece tras prestarle asistencia, provocando una explosión que baña en irritante vapor a los hombres reptiles. Gracias a ello, Ty logra rescatar a Puñal. Este personaje en armadura, por cierto, es Namor. ¿Por qué va de incógnito? Eso ya que se lo imagine cada cuál porque, que yo sepa, no se explica. La única razón con la que yo lleno este agujero es que namor prefiere que se le crea muerto, de momento.

Mientras, Spiderman se infiltra en unas ambulancias, que llevan a los yonquis de Save our Society a una clínica, para proceder con la “fase final” y descubre horrorizado que esa fase final no es otra cosa que la transformación de humanos adictos en hombres serpientes. El vecino arácnido es sorprendido por Tyrannus, quien ejerce sus poderes mentales sobre Spiderman, dejándolo sometido.


Parker, de fiesta en la gala benéfica de Save Our Society (abreviado SOS, pero no hay paella)

Daredevil Annual #5 (1ª Historia, Conway & Bagley)

La última remesa de héroes urbanos la tenemos con Daredevil, quien se topa por casualidad, como casi siempre ocurre en el género, con los hombres serpientes de Save our Society. Tenemos a un señor muy pesado buscando a Wally, en esta ocasión no el tío de las gafas y la camiseta de rayas, sino un adicto que ha sido abducido por la organización criminal. Tanto pregunta el hombre por su Wally que acaba siendo amboscado por un contingente de hombres serpiente. Daredevil entra en acción, salvándole el culo, pero el hombre persiste en salvar al Soldado Wally.


Señor novio de Wally, suélteme del brazo, por favor.

Murdock se infiltra en un casoplón de Save Our Society, con la ayuda de Extraño, quien aparece en escena al percibir una perturbación en la Fuerza. Téngase en cuenta que tanto a Extraño, como a la propia Patrulla-X, como al propio Iron Man, se les tenía por fallecidos en esta época, con lo que ríete tú de la parábola de Lázaro con tanta resurrección.

Siguiendo con la trama, los héroes han accedido en realidad al cuartel general de Tyrannus, quien ha construido una pirámide en medio de su patio trasero. Allí se encuentra con Víbora, a la que traiciona. Gracias al Libro de Kell (el que le trajo Capa en el anterior capítulo), Tyrannus cree que puede acaparar para él el poder de Set, invocando al Dios serpiente por su cuenta y puenteando a Ghaur. Víbora servirá de sacrificio. Pero los héroes irrumpen en escena, estropeándolo todo.

Recordaréis que, en el capítulo anterior, Tyrannus había sometido a Spiderman con su hipnosis. Pues bien, ahora decide mandarlo a luchar contra Daredevil y Extraño como si fuera su mastín protector. Ambos héroes se las verán con Spiderman y con el resto de hombres serpiente. En un momento dado, Extraño se escabulle al centro de operaciones de Tyrannus, interrumpiendo el ritual. Además, le informa a Tyrannus de que la entidad reptil que ha convocado con el libro de Kell y un pentáculo en realidad no es Set, sino un monstruo del plano de Dormmamu. A Tyrannus le basta una décima de segundo para concluir que, bueno, si no es Set, también le vale tener el poder del monstruo que sea. A falta de pan...

Pero, en un momento de confusión, y aprovechando que el villano estaba concentrado en el bicho, Víbora se libera del control mental de Tyrannus y lo arroja dentro del pentáculo. La monstruosidad se merienda a Tyrannus y Extraño cierra el portal, enviando al megareptil y a su aperitivo a su dimensión de origen. Dos pájaros de un tiro. Con la partida de Tyrannus, Spiderman recupera el control de su mente. En cuanto a los hombres reptiles, vuelven a ser humanos. Literalmente, porque lo hizo un mago. En este caso, Extraño, quien baña a los desafortunados peones de Set en un hechizo que revierte la transformación que habían sufrido.

En breve, seguimos con la segunda parte.

4
La verdad es que yo al menos estoy esperando con ganas la reseña  :birra:
Estoy terminando  :lol:
Preparad una buena dosis de vuestro tiempo, o directamente seguid con lo que estéis haciendo  :lol:

5
Muchas gracias por la reseña, Job :palmas: :palmas:
En mis ratos libres, que son pocos, estoy reseñando Atlantis Ataca y me lo estoy pasando pipa :lol:
Pronto tendré la reseña, aunque saldra larga de cojones  ::)

A mí estos dos números de Vengadores me resultan muy periféricos. Francamente no me dicen gran cosa y tampoco me llama mucho este equipo tan rarito. En fin. Seguimos porque ya mismo vienen etapas emblemáticas.

6
Creo que ya he puesto vuestra paciencia a prueba lo suficiente. Job, si quieres pégale con los dos números de Vengadores y los dos Anuales y yo luego hago un espcial de Atlantis Ataca.

No me parece bien tener tanto tiempo parado algo que va con un ritmo tan bueno.
Ya lo siento. El trabajo me tiene absorbido con montones de cosas para ayer.

7
Mutantes / Re:Crónicas Mutantes II: el Club de Lectura para Hijos del Átomo
« en: 21 Septiembre, 2024, 19:33:17 pm »
Mi impresión es que en todo eso hay más Byrne que Claremont ¿no?
Ya sabéis, la típica historia sagrada de que Cockrum(after Wein) hizo a Lobezno simplemente un borde y a Kurt le fijó su ojito derecho, pero con Byrne se empezó a decapar al personaje y situar cada vez más el protagonismo en él.

Personalmente me gusta este desarrollo. Es un personaje que resulta ser una caja de sorpresas continua. Probablemente porque ese desarrollo iba al ritmo de la improvisación de Claremont y Byrne. Pero aun así me parece, a la postre, bastante chulo.

8
Disculpadme, amigos. He venido de un largo viaje de trabajo y justo me ha coincidido con una mudanza a medias. Pero lo tengo ya prácticamente listo. Debo decir que me he leído, además de los dos números sueltos de Vengadores que me quedaban, un total de 15 Anuales más un Marvel Cómic Presents, más un número de Nuevos Mutatnes que también cruzaba  :alivio:

Pronto estaré listo para Atlantis Ataca!!!

9
Autores / Re:In Memoriam (Hilo Homenaje a los Autores que nos han dejado)
« en: 10 Septiembre, 2024, 21:40:44 pm »
John Cassaday es responsable en buena parte de mi reenganche a Marvel. Quedé impresionado con sus dibujos en Astonishing X-Men. Es una verdadera pena.
DEP John Cassaday.

10
Hola de nuevo. El hilo del Plan Editorial dónde está?  :lol:
Secuestrado por Soros y la Agenda 2030.

Sentimos las inconveniencias.

11
DC España / Re:Novedades DC España (ECC) Septiembre 2024
« en: 04 Septiembre, 2024, 07:42:24 am »
Yo quiero pillar el segundo Pocket de Transmetropolitan... pero tendría que pillarme también el primero antes. A ver si me pongo las pilas.

12
DC España / Re:ECC Pocket II: El único formato popular del mercado
« en: 03 Septiembre, 2024, 17:20:23 pm »
Ojeé el primer pocket de Predicador y no me pareció ver queso. Sí me llamó la atención que los textos se leían bastante bien y que no estaban todas las portadas originales.

Habria resultado raro que trajera una cuña de manchego como extra.
Bueno, es ECC. Si ya ha repartido tarta y arena de gato...

14
Como novato completo del foro vengo a decir que veo que es como todos… ya me siento como en casa.  ;)
Nos alegramos  :birra:

15
 :lol:   :lol:

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