Todavía no he decidido cómo debo interpretar el hecho que ayer aconteció en mi vida.
Quizá, parafraseando la famosa frase del Profeta y la montaña, debería pensar que como la Visión de Claremont en Los Nuevos Mutantes no viene a mí, yo voy hacia ella
.
Quizá, simplemente, que la Visión de Claremont me persigue
.
Ayer hice mi primera visita mensual a mi librería de cabecera. Ya era hora, en este mes de noviembre. Me agencié las dos grapas que compro a ECC y pagué uno de los tres tomos atrasados que tenía pedidos (el tercero de la interesante Historia de las Balears que Dolmen está editando). Como me vi incapaz de salir de la tienda con sólo dos grapitas y un tomito, le di un repaso a las estanterías con la intención de buscar algún tomo atrasado de Panini (o Planeta o Norma...). Cuál fue mi sorpresa al encontrar el cómic titulado
Marvel Gold. Marvel Team-Up Spiderman vol. 2 núm. 11: ¡Karma... posee a la gente! Sigo quejándome, muy amargamente, por la no inclusión de la primera historia de MTU 100 en el tomo de Los Nuevos Mutantes de este mes. Al menos, y con muchísimo retraso, he leído la primera historia de Shan. Y me ha gustado.
Me da la sensación de que apunta, a su manera, lo que Claremont hizo durante la década de los 80: coger una muchacha mutante y hacerle sufrir lo que no está escrito. Cierto es que con
Jean Fénix ya lo hizo, y hasta el extremo, en los años finales de la década anterior. Pero, en los 80, el Patriarca Mutante refinó sus técnicas de tortura.
Karma, por lo que cuenta la historia, lo ha pasado francamente mal y tira por el camino directo. La historia termina de una forma curiosa; y curioso es que Claremont no le diera ninguna vuelta de tuerca al destino de Tran, el hermano gemelo de Shan, algo que tampoco me hubiera extrañado.
Me ha gustado volver a leer una historia de Claremont coprotagonizada por los Cuatro Fantásticos, aunque creo que, en este caso, destaca más su caracterización de Spiderman (no sé si bien hecha o no, pues no conozco tanto a Parker).
A Miller lo veo algo verdosillo todavía. Pero, claro, es que todavía era un chavalín. Eso sí, la forma en que plasma el flashback de la historia pasada de los Coy Manh es muy interesante.
La pobre Karma fue, en mi opinión, uno de los personajes peor tratados por Claremont. Y me refiero a que apareció y desapareció en repetidas ocasiones, hasta convertirse en una suerte de cabo suelto; uno de los famosos cabos sueltos del guionista. Ella y sus hermanos pequeños. Por cierto, cuando veo a Leong y Nga, automáticamente me viene a la mente el maravilloso anual 2 de Los Nuevos Mutantes, el de Mojo, bellamente dibujado por mi Alan Davis. Y es que Claremont, en los años centrales de la década de los 80, era el mejor de todos, el mejor del mundo mundial y de todo el universo conocido. Sus historias de 1985-1986, contemporáneas a la alargada Secret Wars II, fueron BRUTALES. A partir del 190 y pico de UXM, y de los últimos números dibujados por Sienkie en Los Bebés-X, palmo más palmo menos, hasta la Masacre Mutante, son EXCEPCIONALES. Eso sí, me podéis echar en cara que la nostalgia me nubla el juicio, pues esas fueron precisamente mis primeras historias claremontianas
. Pero estoy divagando...
Tras una primera desaparición, Claremont recuperó a Karma durante el final de la estancia de Sienkie en la serie, como ya hemos podido ver en el segundo MG publicado. Y, justo cuando él mismo abandonaba la serie y le traspasaba las criaturas a Weezie, la volvió a sacar de la serie. Un año y medio más tarde, la metió en la serie regular de Lobezno, al igual que a dos viejas conocidas, Spiderwoman
y Lindsay McCabe
. Poco tiempo después, Claremont tuvo que dejar la serie de Lobezno en las garras de su editor
, Bob Harras, y Karma apareció en la saga escrita por Jo Duffy. El cabo suelto no se resolvió, si no recuerdo mal, hasta aquella miniserie tardonoventera de Bestia escrita por Giffen... ¡10 años más tarde!
Tras la lectura de este cómic, ya estoy espiritualmente preparado
para la Parusía de la Visión de Claremont en este impresionante mes de noviembre
.
Un saludo,
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