A mí me ha gustado lo que ha hecho Smith con el mundillo de los Masters. Es verdad que la animación me parece muy mejorable y el primer episodio me pareció aburridísimo, pero tanto el giro de tuerca a partir del segundo como el poco ortodoxo acercamiento a algunos personajes han sido de mi agrado. Ya sabéis que yo no pongo el grito en el cielo por ver a Batman con una recortada.
Entiendo que algunos se sintieran estafados con la publicidad de la serie, pero yo como vi la promoción a toro pasado, me dio exactamente igual.
Aunque no me haya parecido la 8ª maravilla, al menos me ha gustado y me parece de calle la mejor historia que le han sacado a estos muñecos que yo he visto. Tengo que decir que ni vi las aventuras en el espacio ni la serie del 2000, que hasta hace dos días no sabía ni que existía. Pero si comparo esto de Netflix con las dos referencias que tengo de mi infancia, canela en rama.
La serie de los 80 me parecía soporífera, cursi y ni de niño era capaz de verla. La peli, para qué vamos a hablar, una de las mierdas más gordas que se hayan filmado jamás. Se me ocurre poco más que Superman IV para quitarle el puesto de lo peor de lo peor. Y eso que en su día salí del cine pegando saltos y espadazos con mi hermano. Y ojo, que aquí el tío conserva toda su colección de Masters originales, se ha pillado por Ebay lo que le faltaba y se está haciendo la cole de los origins como buen friki. Pero vamos, que la nocilla aquella de los 80, pa quien la quiera.