He leído Príncipe Valiente Nº 4.
Con este tomo llegamos a 1940 y se completa el cuarto año de las aventuras de Val que se mostrará implacable contra los Hunos, demostrando que su gran ingenio es muy útil en una batalla junto con sus dotes de mando y esa habilidad para hacer amigos, que es la responsable de la reunión del gran ejercito que liderará contra los Hunos, apoyado por sus amigos y compañeros de la Tabla redonda, Tristán y Sir Gawain. Dos amigos que se mantendrán a su lado tras las aventuras contra los hunos y que marcharan en pos de aventuras con dirección a Roma donde se verán envueltos en intrigas políticas y amorosas, gracias a Sir Gawain, un personaje que añadirá un toque de humor de lo más simpático a esta parte de las historias.
Pero Foster no solo sabe deleitarnos con aventuras sin fin, sino que incluso nos introducirá en la historia de amor entre Slith, un personaje un poco truhan, pero que su amor le llevará a realizar un acto de valor, además de su unión en matrimonio con Hulta o la historia dramática y humana del gigante.
Foster es capaz en pocas viñetas desvelar secretos o desarrollar personajes que se transforman según los acontecimientos, algo que no solo realiza con Valiente, sino que los personajes secundarios tendrán el mismo tratamiento.
A pesar de que se mantiene una historia río, he notado que en esta parte hay más historias "autoconclusivas" y de una duración menos extensa, aunque siempre hilvanadas en esta historia sin fin, frenando un poco ese ritmo frenético que han imprimido las historias desde el comienzo, no es algo malo en si, pero me ha llamado la atención.
Cuanto más leo más me gusta y más me engancha, y es que me da a mi que acabaré comprándola entera.