He leído Batman Nº 113/58.
Por primera vez desde la llegada de Tynion me ha parecido ver que leo unos cómics interesantes, con un buen desarrollo de conceptos y personajes. Evidentemente, habrá que ver que planes tiene el guionista para la siguiente línea argumental, pero creo que este este es el camino correcto. Por otra parte, resulta curioso el baile de dibujantes para dos números de la serie regular y un anual. Llama la atención solo con mirar la lista de apellidos de la portada. Reconozco que la combinación encaja, pese a la diferencia de estilos en algunos casos, siendo mis preferidos Carlos Pagulayan y Guillem March. En general es un apartado gráfico bastante solvente, se aprecia en algunas escenas la tendencia a la molonidad, pero la narrativa es funcional y a veces un poco de efectismo tampoco viene mal. Podría ser mejor, pero también podría ser peor. Prefiero no quejarme, la verdad, hemos vivido tiempos peores en ese aspecto.
La grapa se divide en dos partes claramente diferenciadas, aunque ambas se complementan perfectamente. Por un lado, tenemos el final de la saga titulada "Historias de fantasmas", y por el otro el quinto anual de la serie, protagonizado por Clowhunter. Ya he mostrado mis reservas ante todo lo concerniente a Ghostmaker, por ser a mi entender un refrito de otros conceptos mil veces explorados. Sin embargo, admito que Tynion parece tener un plan para él. Uno que diría que es muy interesante, incluyéndolo en la batfamilia y formando parte de una asociación en en esta lucha por preservar las calles de una Gotham que ha evolucionado tras la guerra del Joker. En un principio, no me parece mala idea, aunque todos sabemos como acaban este tipo de relaciones cooperativas con Batman. No obstante, todo parece indicar que el escritor lo quiere utilizar para llenar un hueco en la vida de Bruce. Solo queda ver como se desarrolla la idea y si realmente resulta tan interesante como el planteamiento inicial.
En este final de arco no solo se profundiza en Ghostmaker, sus orígenes y su relación con el Bruce Wayne del pasado, sino que también tenemos un nuevo paso en la trayectoria de Clownhunter y su conflicto con Harley Quinn. La redención es el tema principal de toda esta historia, algo que en mi opinión Tynion trata de forma bastante acertada. Por un lado ese acercamiento a Harley y su nuevo estatus, libre del Joker, no solo emancipada, sino también con ganas de intentar explotar su faceta como heroína. Me gusta mucho como Tynion profundiza en los personajes y sus emociones, con diálogos que nos llevan a la esencia más pura de la filosofía de Batman: la búsqueda de justicia sin matar. Sin duda, un concepto que está en el personaje desde hace mucho tiempo, y que de algún modo lo define y lo convierte en un héroe más del Universo DC. Con es férrea determinación y esa creencia de que se puede cambiar al mundo, incluso a algunas personas, convirtiéndose en el leit motiv de toda esta trama. No ha sido un arco argumental redondo, ha tenido algunos altibajos, y a veces se ha dejado llevar un poco por el efectismo, a mí sí que me ha gustado este enfoque en su resolución, más centrado en los personajes y sus motivaciones. Alejándonos de una batalla final al servicio del fandom, y acercándonos más al diálogo pausado y al desarrollo de los conceptos en profundidad. Si Tynion consigue encontrar el equilibrio entre lo que vemos en estos números y lo que ya se ha mostrado en los interiores, quizá tengamos una etapa más interesante de la que estamos teniendo hasta el momento, y algo mucho más próximo a lo que esperamos de este autor en la cabecera de Batman.
La grapa cierra con un anual que sigue la línea de los números de la serie regular, pero centrado en Clowhunter, cuyas motivaciones homicidas quizá no sean las más adecuadas. Par ayudar a encauzar al joven entra en escena Leslie Thompkins. A mí me ha parecido una historia francamente buena. Soy consciente de que Tynion parece estar creando personajes que muestran muchas similitudes con Batman y sus orígenes. Ghostmaker tiene las mismas motivaciones en cuanto a acabar con el crimen, aunque con un criterio diferente, buscando una solución más permanente, por así decirlo. Clowhunter, parte también de un hecho luctuoso tan devastador como el asesinato de sus padres a manos del Joker, un escena que se vuelve recordar con mayor detalle si cabe. De ese modo, Tynion desarrolla al personaje con profundidad, y nos va mostrando la evolución que tiene tras su encontró con Harley y su intensa charla con Leslie sobre aquellos aspectos de la vida que solo se pueden aprender madurando. Una historia cargada de humanidad que nos permite ver al personaje bajo un prisma distinto y que ofrece la posibilidad de un cambio. Una nueva incorporación a la cosmología de Batman, algo que parece ser algo recurrente en la etapa de Tynion, solo queda ver si aguantan el paso del tiempo, o acaban cayendo en el ostracismo. Sea como sea, solo el tiempo tiene la respuesta...