He leído Grandes autores de la Liga de la Justicia: Kurt Busiek y Ron Garney: Reglas sindicales.
Se trata de una pequeña etapa relativamente próxima a la larga temporada que permaneció Joe Kelly al frente de la Liga, y la verdad es que me esperaba mucho más de este dúo de autores. Es una lectura moderadamente entretenida, pero también son tebeos algo mediocres. No vemos por ningún lado al Busiek que tanto ha deslumbrado en Astro City, Marvels o en los Vengadores, sino más bien a un guionista un poco por debajo de su nivel habitual. Algo parecido ocurre con Ron Garney, que ni el entintado del veterano Dan Green consigue ofrecer un resultado gráfico totalmente satisfactorio. Es realmente curioso, porque ambos artistas están muy desconocidos en este arco argumental, A mí, al menos, me ha costado mucho reconocerlos, muy lejos de su estilo clásico habitual. Desde luego, no parece el Garney de finales de los ochenta y principios de los noventa, pero tampoco se acerca al que hemos visto en Spiderman posteriormente. Tiene cierto aire noventero, sin que realmente llegue a ciertos niveles, pero afeando su resultado final. Sinceramente, si no leo los nombres en los créditos, ni por asomo creo que estos cómics hayan sido realizados por Busiek o Garney.
Uno de los aspectos que menos me ha convencido ha sido el desarrollo de la historia, que realmente parte de un planteamiento muy interesante, el cual en mi opinión podría haber dado mucho más juego. Durante gran parte de la historia, los protagonistas son el Sindicato del Crimen de Amérika (CSA), un grupo homólogo de la JLA en el universo de antimateria. Busiek nos lo presenta como los villanos que han llegado a la cúspide de su planes, como dominadores totales de su mundo, por lo que ahora deben buscar otros objetivos para no aburrirse, por lo que no cuesta nada entender que pondrán sus miras en otros planetas o realidades para seguir con su ansias de conquista. Por otra parte, la Liga acaba de derrotar a Krona, un enemigo con importantes poderes que afectan al Multiverso, incluido el mundo de antimateria. Cuando la CSA descubre que su mundo se muere, decide ir en busca de una solución al universo positivo, enfrentándose a la JLA, aunque pronto descubren que las normas habituales de ambas realidades han cambiado debido a la lucha contra Krona. De manera simultánea, veremos el alzamiento del planeta Qward, una civilización belicosa que tras ser atacada por la CSA inicia una campaña de conquista y destrucción que los lleva al universo positivo, enfrentándose también a la Liga.
Como decía al principio, tanto el planteamiento de Busiek, como muchos aspectos de su argumentos es muy interesantes. Por ejemplo, explorar las diferencias entre los miembros de las dos formaciones, ofreciendo esa dualidad entre la versión oscura de algunos de los protagonistas, o el curioso intercambio de papeles en algunas ocasiones. Además de plantear aspectos tan interesantes como las motivaciones de un villano cuando consigue aquello que ha codiciado con tanto anhelo. Sin embargo, la estructura de la trama se va ralentizando en exceso, el guion no termina de fluir con soltura, provocando que la historia no termine de enganchar, dejando cierta sensación de perdida de interés en algunos momentos. A pesar de la ingente cantidad de personajes que pasan por estas páginas, incluso las grandes dosis de acción que tenemos en muchos momentos, la verdad es que dista mucho de ser esa lectura adictiva que uno esperaría dentro del género y con estos ingredientes. El dibujo tampoco ayuda, supongo.
Con todo, hay que reconocer que la saga tiene buenos momentos, como la resolución del enfrentamiento de la Liga con los guerreros de Qward, o su posterior desenlace en el universo de antimateria, donde veremos una alianza algo impredecible. En definitiva, una pequeña etapa con su luces y sus sombras, que me ha defraudado un poco, sin llegar al punto del tedio absoluto, pero me esperaba al menos un producto mucho más dinámico y entretenido del que me he encontrado, sobre todo teniendo en cuenta los nombres de la portada. Una pena, pero la verdad es que son muy pocos los tebeos de la Liga que me acaban gustando plenamente, a pesar de los muchos intentos que he hecho por acercarme a este grupo durante tantos años. Tienen todos los componentes para protagonizar un buen cómics de superhéroes, pero muy pocos autores consiguen buenos resultados con ellos. Desde luego, es para reflexionar un poco sobre ello...