Nuevo Capítulo recién salido del horno
En esta ocasión no tengo mucho que añadir, simplemente decir que en origen iba a ser más extenso, pero cortando dónde lo he hecho queda tan centrado en la temática que...
El próximo se verá afectado y quizá será más corto. Pero mientras, espero que disfruteis este
CAPÍTULO XIV: LA NUEVA ATLANTIS
7.000 a.C. – 6.500 a.C.
Un aventurero del siglo XX llamado Guardián llega a este período temporal a través de una brecha espacio-temporal causada por su traje de alta tecnología. Tras materializarse en Ganímedes, uno de los satélites de Júpiter, los sistemas del traje fallan y comienza a perder rápidamente la consciencia debido al intenso frío y la falta de oxígeno.
Tras quedar inconsciente, Guardián es hallado por unos cuantos miembros de la raza Quwrll que se hallan en misión colonizadora. Mediante su avanzada tecnología logran preservarle con vida. Una vez conseguido esto tratan de curar sus heridas, pero al desconocer la fisiología humana también arreglan los sistemas de su traje uniéndolo a su propio cuerpo y convirtiéndole en un ciborg.
Poco después Guardián despierta, sorprendido de seguir vivo. Durante un tiempo convive con los Quwrll, y descubre gracias a sus sistemas de observación que no sólo ha viajado en el espacio si no también en el tiempo.
Los Quwrll proponen a Guardián mantenerlo en animación suspendida hasta alcanzar aproximadamente el período temporal al cual pertenece, tras lo cual despertará con una nave a su disposición. Guardián acepta y, agradecido por toda la ayuda brindada, es introducido en una cámara criogénica.
6.500 a.C. - 6.000 a.C.
Los atlantes, ahora divididos en vastas tribus con elevado poder militar, se extienden por todo el océano Atlántico reclamando para sí amplios territorios.
Dos tribus, la de los Mares del Este dirigida por Stegor y la de los Mares del Oeste comandada por Tanas, entran en conflicto. Alentados por las leyendas que hablan de tesoros sin igual, ambos líderes deciden encontrar la antaño capital de Atlantis hundida durante el Gran Cataclismo, pero acabando antes con su mayor rival.
Tras largos meses de batalla ambas tribus logran hallar las ruinas de la capital de Atlantis. En un punto cercano a ellas Stegor y Tanas se encuentran frente a frente en solitario, como dicta la tradición, y comienzan a luchar. En cuestión de segundos el primero logra clavar su lanza en el pecho del segundo y le causa la muerte.
Elanna, esposa de Tanas y practicante de ritos místicos, presencia gracias a sus habilidades la muerte de su marido. Jurando matar a Stegor con sus propias manos, ordena a su ejército que se reagrupe y parte hacia el campo de batalla a lomos de una manta gigante.
La batalla entre ambos ejércitos se prolonga durante horas causando numerosas bajas. El portador del estandarte de la tribu de los Mares del Oeste es asesinado por Stegor con su lanza a escasos metros de Elanna. Recogiendo el estandarte, Elanna se enfrenta al propio Stegor y logra darle muerte con su espada. Clavando el estandarte junto al cuerpo inerte de su rival, Elanna proclama que ella gobierna los mares.
Orrek, hermano de Stegor, es informado del devenir de la batalla. Como aspirante a liderazgo de la tribu hace llamar a Kamuu, su propio sobrino e hijo de Stegor, mientras urde una manera de que el chico perezca sin levantar sospechas. Una vez el muchacho ante él, le encomienda una misión de reconocimiento en las ruinas de la antigua capital de Atlantis, a la cual Kamuu parte inmediatamente.
Kamuu llega a las ruinas y comienza a recorrerlas con cierto temor a las amenazas que puedan acecharle, lo que provoca que descuide sus pasos y caiga hasta una cámara situada varios metros por debajo, perteneciente a un antiguo templo dedicado a la divinidad Bishru, quedando inconsciente debido al impacto.
Tras despertar, es sorprendido por la forma esquelética de Shabarr, guardián del templo sacado de su letargo por su presencia. Creyéndole un demonio invocado por Elanna, Kamuu se enfrenta con su espada a Shabarr, pero tras unos pocos envites este logra partirla en dos. Desesperado, Kamuu trata de huir tan rápido como puede, llegando finalmente hasta la que fuera la sala del trono de Atlantis. Súbitamente varios recuerdos que no le pertenecen asaltan su mente, sintiendo que ya ha estado en ese lugar, y cuando Shabarr llega a la sala recuerda que la espada que se halla envainada junto al trono es poseedora de un gran poder. Tras unos pocos segundos forcejeando logra sacar el arma, y esta comienza a emitir un halo de energía resplandeciente mientras Shabarr depone su arma y se arrodilla ante Kamuu, llamándole “amo” e implorando su perdón al no reconocerle. Confundido por Shabarr y las luces de la espada, Kamuu se desmaya.
Segundos después Kamuu despierta en otro plano de la existencia, dónde los espíritus de Kamuu y Zartra, los que fueran últimos reyes de Atlantis, le reciben. El Kamuu original, con quién comparte un notable parecido físico, le insta a observar un orbe al que llama la Esfera de los tiempos. En el orbe comienzan a sucederse imágenes del porvenir, mientras el espíritu del antiguo rey explica que Kamuu y su pueblo deben asentarse en las ruinas de la antigua Atlantis y fundar un reino con el mismo nombre, que crecerá durante siglos hasta gobernar todos los océanos pese a todas las adversidades, y que un día su estirpe engendrará un rey sin igual que será conocido como “El Hijo Vengador” y llevará al imperio a su máximo esplendor. Tras asegurar al joven Kamuu que él debe ser quién inicie todo lo que le ha sido mostrado, ambos espíritus se desvanecen. En un parpadeo, Kamuu vuelve a estar en la antigua sala del trono, dónde el esqueleto de Shabarr vuelve a descansar sin vida.
Kamuu regresa a la parte superior de las ruinas y proclama que cumplirá la misión que le ha sido encomendada, arrebatando el control del lugar a Elanna y sus ejércitos. En ese momento una muchacha llamada Zartra, hija de Tanas y Elanna, se acerca hasta él. Zartra le explica que su madre, gracias a sus habilidades místicas, conoce el destino que aguarda a Kamuu, y le propone una alianza entre ambas tribus para poder llevarlo a cabo. Kamuu, esperanzado, acepta.
La guerra entre las dos tribus atlantes concluye y ambas se establecen como un único reino denominado Atlantis. La consolidación de la unión entre ambos pueblos tiene lugar con la celebración del matrimonio entre Kamuu y Zartra.
Durante las siguientes décadas el reino de Atlantis prospera en todos los aspectos y su población aumenta.
Nace Harran, hijo de Kamuu y Zartra.
6.000 a.C. – 5.900 a.C.
Los atlantes descubren la existencia de Neptuno, el dios olímpico de los mares, y comienzan a adorarle. Se crea una orden de Sacerdotes de Neptuno.
Tras la muerte de Kamuu y Zartra, Harran es coronado como rey de Atlantis.
Nace Kalen, hijo de Harran y su reina.
Kalen se embarca en un largo viaje a través de los mares.
Una raza de seres de pequeño tamaño sin rasgos faciales aparentes y guiados por puro instinto llegan a Atlantis, dónde comienzan a sembrar el caos debido a su elevado número y su incapacidad de cansarse. Durante días asolan el reino y provocan numerosas bajas. Los atlantes les conceden el nombre de Los Sin Rostro.
Una tribu del Atlántico norte, liderada por un hechicero llamado Suma-Ket, llega a Atlantis. Suma-Ket y los suyos acuden al palacio de Harran, dónde le explican que serían capaces de expulsar a los Sin Rostro, pidiendo a cambio poder instalarse en Atlantis. Harran acepta e inmediatamente Suma-Ket emplea sus conocimientos mágicos para enviar a los Sin Rostro lejos del reino.
Mientras el reino se recupera, gran parte de los atlantes comienzan a pensar que quizá Harran no es tan buen monarca después de todo, y que necesitan alguien que detente verdadero poder como Suma-Ket. Sabedor de esto, el hechicero alienta a una facción de atlantes a acceder a la sala del trono y hacer prisionero a su rey. Para demostrar su lealtad a Suma-Ket ellos mismos dan muerte a Harran, y el hechicero se proclama nuevo dirigente de Atlantis.
Bajo la dirección de Suma-Ket y de su esposa Artys-Gran, los atlantes renuncian a su fe hacia Neptuno y comienzan a adorar a las mismas deidades que la tribu de sus nuevos amos, los Antiguos. Se realizan campañas para dar muerte a los Sacerdotes de Neptuno y derruir los templos dedicados al dios olímpico.
Suma-Ket, como profeta de los Antiguos, nombra a su esposa sacerdotisa, y esta comienza a realizar sangrientos rituales en la corte real con atlantes de todas las edades. Los ciudadanos de Atlantis comprenden su error al haber entregado su reino a un tirano, pero todo intento de rebelión es castigado con la muerte, por lo que continúan obedeciéndole. Sin embargo, Suma-Ket comienza a capturar a los hijos de los atlantes para sus rituales, alimentando el deseo de venganza de sus súbditos.
Poco a poco Atlantis se convierte en un reino sombrío plagado de muerte y destrucción, con una población sumida en la pobreza y cada vez más reducida.
Kalen regresa a Atlantis y descubre la traición de su pueblo y la muerte de su padre. Enfurecido, ordena a los atlantes que abracen de nuevo la fe en Neptuno y se alcen contra sus opresores para devolver la gloria a Atlantis.
Los atlantes toman el palacio real comandados por Kalen, y comiezan una encarnizada batalla con la tribu de Suma-Ket. Ante las numerosas bajas atlantes que se producen, el propio Neptuno se une a la batalla junto a sus súbditos. Poco a poco las fuerzas de Suma-Ket y los suyos disminuyen y son capturados. Incapaces de destruir a Suma-Ket por sus propios medios, Kalen ruega a Neptuno que se encargue de él y sus seguidores. El dios olímpico abre un portal hasta las Aguas Grises, una prisión interdimensional, y uno por uno los seguidores de Suma-Ket lo cruzan. Antes de que se produzca la entrada de Suma-Ket, Kalen da muerte a Artys-Gran, asegurándose de que el hechicero no puede contactar con sus deidades al no contar con su sacerdotisa. Enfurecido y mientras atraviesa el porta, Suma-Ket profetiza que el día en que su sangre y la de Kalen se unan, él y los suyos regresarán para vengarse. A continuación, Neptuno cierra el portal y se desvanece.
Kalen es nombrado nuevo rey de Atlantis. Todo aquello relacionado con Suma-Ket es eliminado y se reestablece el culto a Neptuno, incluyendo los Sacedortes.
Durante las siguientes décadas, el reino vuelve a crecer y prosperar.
5.900 a.C. – 5.600 a.C.
Una importante cantidad de atlantes deciden migrar en busca de nuevos territorios hacia el oeste, llegando al que será conocido como océano Pacífico. Allí encuentran las ruinas del antiguo reino desviante de Lemuria, dónde deciden instalarse adoptando ese mismo nombre para su nuevo pueblo.
Durante una expedición entre las ruinas, unos lemurianos encuentran la Corona Serpiente, todavía asida por los esqueletos de Atra y Phraug. Comprendiendo que se hallan ante algo maligno, vuelven a cubrir su hallazgo y deciden marcar el lugar como prohibido.
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