A mí la Progre-Marvel no me parece mal de entrada. Porque a ver ¿qué es esto de ser progre? ¿Que haya más representación de minorías o incluso de mayorías infrarrepresentadas de la comunidad de superhéroes? Pues chapó, qué queréis que os diga. Ahora, otra cosa completamente distinta es cómo se ejecute. Cuando el principal atractivo de un cómic es la minoría a la que pertenece el protagonista, entonces mal vamos. Lo importante, obviamente es la calidad, y probablemente Marvel esté poniendo en el luminoso su pretensión de reflejar la diversidad de la editorial por encima de la calidad. Esto vale para alimentar posiciones de rechazo en lectores veteranos de cómics, que simplemente no están dispuestos a acercarse a todo lo que vean como "progre", probablemente perdiéndose en alguna ocasión cómics de gran calidad. La calidad de esas nuevas series es algo sobre lo que no puedo juzgar porque se da la casualidad de que las colecciones que sigo no son de las especialmente "progres" en ese sentido. Pero seguro que alguna buena habrá.
Quizá Marvel debería haber llevado la incorporación de "minorías superheróicas" más por el terreno del relevo generacional que simplemente sustituyendo, de buenas a primeras, a blancos heteros por gays, negros o hispanos. Es una pena que se genere tanta polémica por algo que debería ser secundario. Y en esto estoy completamente de acuerdo con Bendis cuando "hizo" a su Miles Morales. Antes de leer el número uno la gente ya renegaba de este tebeo. En parte se entiende el rechazo, pero si e tebeo es bueno ¿por qué no leerlo? Este fue un caso claro de relevo del trepamuros bien hecho, a mi entender. No acercarse a un cómic, por ejemplo, por el hecho de que el protagonista sea mujer, y juzgarlo sin leerlo antes me parece un error.
En resumen, hay gente que rechazan cómics de este jaez por el hecho de ser progre. Y claro, muchas veces Marvel echa leña al fuego porque da la impresión de querer ser progre por el mismo hecho de serlo. Es la típica situación de feedback negativo que no para de retroalimentarse por ambas partes, creo yo.
Que sí, que ya sé que siempre ha habido superheroínas mujeres líderes (Tormenta, Heather) en una época en la que no se daba esa necesidad de llamar la atención sobre la diversidad. Pero fomentar la diversidad tampoco me parece malo. No está reñida una cosa con la otra. También me parece un error asumir que solo las historias de mujeres, negros u homosexuales del pasado son las únicas que merecen la pena. Pero en fin, opiniones, opiniones.
Volviendo a lo que decía Unocualquiera, con el que estoy 100% de acuerdo: esto de poner números uno por encima de la calidad no me gusta mucho. Aunque quizá la estrategia adecuada sería como en lo de las minorías. Que hagan lo que quieran y no le demos tanta importancia. Centrémonos en las historias: olvidemos el número (aunque seamos de vocación coleccionista), olvidemos el género, la etnia y la orientación sexual.