He leído, en el siempre glorioso CES, la etapa entera de Lobezno de Tieri.
A lo tonto han sido 848 paginazas de cómics, con las historias contadas desde Wolverine #159 a Wolverine #189, más Annual mudo, en aquellos primeros dosmiles, donde empezaban a despuntar otra vez los cómics de calidad o, al menos, cómics rompedores con la tónica general de los 90.
Sinceramente, a mí me ha dejado bastante indiferente. Se me ha hecho muy turrón, muy pesada, toda esta etapa. Para mí, Tiere va saltando de villano tópico a villano tópico, piscópatas, mafiosos, etc., sin que nunca haya demasiada emoción, pues la completa invulnerabilidad de Lobezno hace perder credibilidad a las constantes amenazas de muerte que recibe, puñaladas, tiros, granadas y demás cosas que le hacen cosquillas. Por lo demás, su propio carácter superheroico hace perder credibilidad a las muchas amenazas de muerte que él pronuncia sobre sus enemigos, especialmente en el caso de dama mortal, por lo que sus enfrentamientos producen bostezos cuando deberían producir tensión.
Tieri demuestra conocer bien al personaje, respeta su legado y lo pone en situaciones donde se reencuentra con su pasado de forma coherente con lo que uno esperaría: Alpha Flight, Dama Mortal, Dientes de Sable, Ogún... hay una galería de gente que va apareciendo y todos hacen lo que uno prevé que harían... pero para mí de forma muy aburrida.
Los números que guioniza Dixon son puro relleno, con historias sueltas muy muy discretas en calidad pese a algún dibujante invitado interesante como puede ser Fraga. La parte final con algunos episodios escritos por Daniel Way es un cómic de no-Lobezno, en suma, una historia policiaca donde Lobezno solo aparece en pocas viñetas. Aunque no está mal del todo.
El dibujo de Chen es muy bueno, pero insuficiente para contrarrestar esa sensación de comer mantecados mientras lees. Cuando estás deseando que algo acabe y te duermes mucho con ello, no es buena señal. No creo que relea esta etapa en mi vida, aunque tampoco siento que haya perdido el tiempo. Pero sí que me la podría haber ahorrado.