He leído
Hellboy Krampusnacht de Mike Mignola y Adam Hughes
Este One-shot ganó el prenio Eisner 2018 al mejor número único, y ha sido editado en grapa con portada bastante gruesa por Norma editorial.
La grapa consta de la historia propiamente dicha de 22 páginas, con el añadido de unos pin-ups de christmas navideños, uno de 1946, otro de 1995 y un tercero, ¡¡¡sin fecha!!!
(Mignola en modo cabronetti) en el que se ve a unos acaramelados Helboy y Alice abrazados mientras miran el horizonte.
Alice, por supuesto, es la humana que Hellboy rescató de las hadas cuando era un bebecín, y que ayudó a Hellboy en las epopeyas "artúricas" de Hellboy con Morgana, Mordred, la Reina de Sangre etc etc, y que son dos de mis arcos preferidos,
"La caza salvaje" y el fundamental
"La Tormenta y la Furia" Aunque no tenga fecha, dicho christmas, me aventuraría a decir que es de la época de esos dos arcos, aunque con Mignola, nunca se sabe, pero ¿quien no recuerda esta viñeta?
Sorry but you are not allowed to view spoiler contents.
Por cierto, leeos esos dos arcos antes de ver la peli que se nos viene encima, porque son canelita en rama, y no vaya a ser que los destrocen en el reboot cinematografico de hellboy.
Volviendo a
krampusnacht, el arte de Hughes es magnifico, y le da un tomo oscuro-romántico-mignolesco perfecto, con unas primeras páginas magistrales, en las que jugando con la luz del fuego de la hoguera, crea unas sombras y unos pasajes que no dejan de asombrarme. Luego el nivel baja un poco, pero sigue rayando a gran altura. Me pregunto cuántas veces dibujaría las sombras en las caras de Helboy y el krampusnacht cuando están sirviéndose vino, hasta conseguir ese toque que sólo saben dar los maestros.
La historia, pues bueno, es la típica que tantas veces hemos leído en Hellboy, presentación de personaje diabólico, fantasma que busca venganza, batalla, redención, lucha, todo ello aderezado con esa fórmula alquímica que tan frecuentemente usa Mignola, y con la que nunca falla. Esa repetición del "mátame" "mátame" en busca de liberarse de su prisión en la tierra, de la fatiga de su maldición, pone los pelos de punta.
No encontramos nada nuevo, ninguna sorpresa imaginativa, nada nuevo bajo el sol de Mignola. Ni falta que nos hace. Es Hellboy, nos gusta así, y no queremos que cambie.