McFarlane es un dibujante nefasto, pero abordó la serie de manera novedosa, con planteamientos que no sé si fueron originales o no pero que explotó al máximo, con mucha espectacularidad que conectó con toda una generación de lectores que babeaban con un dibujante diferente a todos los demás de su generación.
Es decir: sí, no tenía ni idea de narrativa, de composición ni de anatomía, pero era tan diferente y espectacular que a ninguno nos importaba un carajo. Así que tuvo un exitazo.
Y el hecho de que sea millonario viene de que, además, supo gestionar su éxito de manera profesional en su etapa Image, siendo formal como ninguno con su serie Spawn, que de hecho aún sobrevive.
Esto no tiene que ver con su calidad como dibujante, sino con saber aprovechar su oportunidad, explotar sus puntos fuertes e ignorar y/o ocultar sus (muchos) defectos.