He leído
Elfos Nº 21: Renacimiento.
Retomo la lectura de la serie tras mi
anterior comentario.
La verdad es que he cogido este álbum con muchas ganas, sobre todo al descubrir que estábamos ante la continuación de las aventuras de Lanawyn, que poco a poco se ha convertido en uno de mis personajes favoritos de la serie. El guionista J.L Istin y el dibujante Kike Duarte realizan de nuevo un gran trabajo, poniendo de manifiesto que todavía tienen cosas interesantes que contar tras la gran epopeya que concluyera en el tomo 16 de la serie. Me ha encantado este volumen, no solo por la aventura en sí, que ha sido bastante buena, sino también porque deja las puertas abiertas a un futuro prometedor. En definitiva, como suele suceder con cada entrega de este título, que te quedas con ganas de mucho más, lo cual ya indica por sí solo la calidad del tebeo.
La historia podríamos decir que es una especie de epílogo a toda la gran guerra que se desarrolló a lo largo de bastante números de la colección. En el desenlace final, Lanawyn prometía a Lah'saa que haría todo lo posible por hacer resurgir a la raza de los elfos rojos exterminada hace tiempo. Para ello, dos elfos negros que viajan con ella están dispuestos someterse a un proceso mágico que los devuelva a su raza primigenia, los elfos rojos. Para esta misión, la elfa azul viaja con un grupo de hombres primero a Slurce, donde su petición no es vista con buenos ojos, sobre todo teniendo en cuenta que se quiere revitalizar una raza, pero es algo que contraviene a la existencia de los elfos negros. A partir de ahí, Lanawyn tendrá dificultades para llevar a buen puerto su misión, ya que parece que unos reyes poderosos están en contra de esta tarea. De ese modo, contratan a la Legión negra, perseguirá a los elfos para acabar con ellos. Además, durante el viaje, descubrirán que entre los hombres de Lanawyn hay un traidor, lo que dificulta aún más la situación.
Uno de los aspectos más interesantes de este volumen es la caracterización y tratamiento de los personajes. Sin duda, uno de los principales valores de eta serie desde sus inicios. El barco de Lanawyn se topara por el camino con el orco Uruk, que fue presentado previamente en el
spin-off "Orcos y Goblins", una serie que tengo pendiente de leer los primeros números, y que tras conocer a este personaje me han entrado muchas ganas de ponerme con ellos lo antes posible. Y es que Uruk es un orco mestizo, nacido del fruto del amor de una orco y un elfo, con una impresionante labia. Tanto es así, que durante la aventura mostrará cierto interés romántico por Lanawyn, que de momento parece rechazarlo, pero no está la cosa tan clara. La interacción entre ambos nos dejarán algunos diálogos muy divertidos, en los que se aprecia la clase de guionista que es Istin.
Otro personaje carismático que aparece en esta historia es Kowan Akeran, el capitán de la Legión negra, un enemigo muy elocuente que convierte su misión en algo personal contra Lanawyn. Estoy convencido que en el futuro tendremos un nuevo enfrentamiento entre ambos. Además, tendremos la presencia del mago Belthoran, aliado muy importante en el tramo final de la historia, y que nos presenta a una raza muy peligrosa, los Raykenn. Todos protagonizaran una impresionante batalla final en una isla, con la Legión negra, que sirve como colofón a una historia que lo tiene prácticamente todo, pero que le añade sus dosis épica en su momento culminante. Pero como decía la principio, si bien estamos ante un especie de epílogo, también estamos ante el prólogo de una nueva saga, ya que todavía queda por desarrollar quienes son los poderes fácticos que están tras el intento de evitar el resurgimiento de los elfos rojos, que son también los responsables de su extinción. También está por ver como se desarrolla lo que parece ser un nuevo peligro inminente para la tierra de Arran, con la visión final de Lanawyn. En definitiva, una gran serie, que se vuelve más adictiva en cada volumen.