Tenemos campeón de Copa.
No debería sorprender a nadie a estas alturas, espero. Yo ya avisé de lo que pasaría y me llamaron exagerado. En la jornada de la final de Copa estaba claro que la Virgen se iba a volcar. No es ya que le gane el trofeo a un equipo con muchísima mejor plantilla y gestión, es que a la vez me va a adelantar por primera vez en la clasificación de liga. Los milagros se conocen por eso, por no dejar las cosas a medias: o se hacen por completo o no se hacen. Y yo ya advertí que esta jornada iba a ser de película de terror. Si Essex hubiera hecho 200 puntos, Nightwing habría hecho 300 con los mismos partidos exactos de sus jugadores.
Y es que es normal, mientras un equipo tiene que lidiar con rotaciones, desgracias varias, penaltis en contra y las vicisitudes normales de la liga en general y más concretamente de estas jornadas tan próximas entre sí, el otro se limita a rezar y ver como absolutamente todo le sale bien. Sin haberse preparado en lo más mínimo para las intersemanales, sin recambios, sin planes, sin hacer el más nimio intento de jugar para ganar: rodillas sobre banco, manos entrelazadas y a rezar.
No ha habido ni un participante de esta liga que no haya tenido que adaptarse a la dinámica de 2 jornadas semanales, salvo el de siempre. ¿Y como le ha ido?
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2 rotaciones en 5 jornadas, y su puntuación más baja es de 70 puntos. Jamás pudo haber ni la más mínima duda de quién se llevaba este año la Copa. Porque literalmente para sus jugadores la diferencia entre meter 2 goles haciendo el partido de sus vidas y no marcar ni asistir pero jugar relativamente bien es de solo 3 puntos (respectivamente 21 y 18). Porque Pellegrini toma nota de quienes son sus jugadores y a pesar de ser el segundo o tercer entrenador que más rotaciones lleva a cabo en la liga española esos pasan a ser titulares indiscutibles para siempre. Porque con él un Lucas Vázquez que encaja 2 goles siempre va a puntuar igual o mejor que un Araujo con la puerta a cero.
Y oye, si hay que aplaudirle yo le aplaudo. Es literalmente imposible que ningún otro participante tenga filosofías como salir a jugar sin portero, perderle 30 millones de euros a Eden Hazard o fichar jugadores desahuciados en sus clubes y llegue a puestos europeos. Cada uno tiene sus fortalezas como manager, sea controlar el entorno como Essex, tangar al resto a placer como durthu o fortalecer el banquillo como yo; si la del Compostela es rezar a la Virgen pues adelante con ella, a la vista está que da buenos resultados