Y por mucho que se diga, como producto masivo, los 80 y más en los 90, los cómics ya no lo eran tanto. Las tiradas masivas y los kioskos con montañas de cómics estaban era algo más de los 70 y primeros 80s, y vendian en realidad más porno que cómics. Es verdad que los kioskos estaban en todas las calles de todos los barrios, y por supuesto se vendia más que ahora, pero tampoco era el Dorado, eso son ensoñaciones y recuerdos nostálgicos nuestros. Los kioskos no llevaban 40 colecciones y vendían 50 copias de cada ejemplar. Los kioskos pedian salvo algún paraíso, cuatro cosas cada semana, las que vendían, 1 o 2 copias, y tenías que recorrer media ciudad para encontrar según que colección. Y no era compra masiva. Era un producto popular, por formato, precios incluso por oferta temática (supers, mortadelos, comic alternativo, revistas, adultos...), pero al final, pasada la edad de la compra con la paga o regalado por el familiar de turno al niño al coger el periódico o el Pronto, poca gente compraba digamos más allá de los 12 años, unos pocos tal vez llegaban a los 15-16 años, y salvo gente muy rara o pillada como nosotros, raro era el adulto que comprase para él, y ese adulto era como ahora gente muy aficionada desde años atrás, pero no eran millones, eran pocos como los aficionados a cualquier otro hobby.
Y con los mangas está pasando también lo de la falta de relevo. Lo compra gente mas joven, pero solo hay que fijarse en que el perfil del comprador está ahora por encima en los 30 años, comprando formatos más caros de reediciones de mangas que siguieron hace años.