En efecto, no había acrónimos en la época. La teoría más plausible que he oído al respecto es que sea una evolución del latín "pugnare". Por la Ley de Grimm, que alteró las oclusivas de las lenguas germánicas, la "p" se africó en "f" y la "g" se volvió sorda en "k", mientras que el resto de la palabra se recortó. De forma similar, la palabra "whore", en la que la "w" es muda, sería una evolución del latín "cara".