He leído
One Piece Nº 76.
Retomo la lectura de esta colección tras mi
anterior comentario.
Bueno, parece que por fin se va perfilando el final de la saga. Una historia repleta de subargumentos y en la que Oda sigue demostrando su habilidad para manejar a multitud de personajes en muchos escenarios simultáneos. No obstante, diría que el autor ha encontrado su límite, porque gran parte de este tomo es un auténtico caos y me ha costado mucho seguir el hilo de la trama. Si bien es cierto que es una forma de trasladar al lector todo lo que se desata en Dressrosa, no deja de ser algo frustante para la experiencia lectora. Sinceramente, a pesar de lo mucho que me gusta la serie y, sobre todo, esa manera que tiene Oda de trazar planes a largo plazo, creo que aquí se le ha ido la mano bastante. Sin llegar a ser una saga aburrida, sí que se está alargando bastante y en muchos momentos el lector puede llegar a sentirse algo confuso y perdido. Lo peor es que cuando el tomo se estaba poniendo realmente interesante, concluye.
El primer capítulo de este volumen es un ejemplo perfecto del caos que tenemos en las viñetas a nivel narrativo. Es decir, en Dressrosa impera el caos. Por un lado, tenemos al ejército rebelde intentando detener a la familia de Doflamingo, por otro tenemos al pueblo en busca de la recompensa, mientras que a su vez está la banda de Luffy con pretensiones de llegar hasta el lugar en el que se encuentra uno de los grandes siete piratas con la intención de acabar con él. Todo ello en una batalla campal que prácticamente parece un todos contra todos pero, sin embargo, tenemos alianzas muy importantes entre los participantes del torneo del coliseo, así como los diminutos, Luffy y los suyos y la antigua familia real de la isla. Un verdadero batiburrillo de personajes inmersos en una lucha por instaurar la paz.
En medio de esta situación tenemos la resolución de una de las tramas que teníamos pendientes, ya que Kinnemon consigue encontrar a su amigo Kanjurô, que no solo resulta ser un samurái del país de Wano, sino que también tiene los poderes de una fruta demoníaca, siendo capaz de dar vida a todo aquello que dibuja, aunque no dibuje especialmente bien. Esta habilidad será la clave para su fuga y será de ayuda para otros, a pesar de que este personaje todavía no tiene muy claro quién es amigo y quién enemigo.
Lo que está claro es que Oda ha puesto todas sus energías en que esta saga cuente con los personajes más extravagantes que hemos visto a lo largo de toda la serie. Esto me hace pensar que posiblemente estemos ante le conjunto de episodios más proclives a la comedia, a pesar de que deberíamos estar en el punto más serio de la saga. No obstante, hay momentos tan divertidos como "bochornosos", al igual que tenemos mucha acción, con multitud de técnicas de combates y una encarnizada lucha a cada página que pasemos.
En una de las ubicaciones tenemos la pelea entre Zoro y Pica, que no solo es muy interesante, sino que, como ya vaticinaba, es un
coitus interruptus, y que no deja de ser una más de las batallas que se desarrollan en este abarrotado escenario. Solo veremos escenas muy concretas, en las que Zoro distrae a su adversario para que Robin y Rebecca puedan seguir su camino. Sigo echando en falta enfrentamientos más desarrollados, uno de los elementos que parece haber ido desapareciendo de esta serie. Lo mismo sucede con Sabo y Fujitora, cuyo enfrentamiento apenas ha ocupado unas viñetas, pero queda en tablas y se precipita hacia
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La destrucción de la fábrica de Smile era una de las subtramas que se ha ido quedando relegada a un segundo plano, pero no totalmente olvidada. Franky continúa con su enfrentamiento con el "nadador", al que se le suma Kyuin, la capataz de la fábrica, que además tiene que hacer frente a una sublevación por parte de los diminutos, que a su vez están preocupados por su princesa, que se encuentra retenida en algún lugar. La fábrica no parece que vaya a caer de momento, pero casi estamos a punto de ver su final, así como el rescate de la princesa.
Mientras, tenemos el avance de Luffy, en medio de un auténtico caos. Cuenta con la ayuda de Cavendish,
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y con Kyros, a estos se les sumaran Robin y Bartolomeo (el de la cresta). Aquí se producirá un enfrentamiento con Graduis, pero lo realmente importante es que Luffy prosiga su camino con Law hasta el campo de girasoles, donde Rebecca le entregará la llave que libere a Tra. Mientras espera, se las verá con Diamante,
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Una vez más, otro enfrentamiento es eludido y nos adentramos en el castillo con Law y Luffy, la pareja aliada que hará frente a Doflamingo, posiblemente la pelea más esperada de toda la saga. Aunque antes deberán vérselas con Sugar, que será "abatida" por Usuff, en una escena que nos deja sin palabras, entre otras cosas.
Mientras vemos como algunos de nuestros protagonistas se van agrupando, o como se van calmando los ánimos entre la amenaza ciudadana, Oda se centra en los que se convertirá en el trío protagonista de la parte final del tomo: Luffy, Trafalgar Law y Doflamingo. Al escena se une Bellamy, que será manipulado por Do durante la pelea, que comienza de un modo bastante interesante, pero dando la sensación de que Luffy quema demasiado pronto el elemento sorpresa, dejando la sensación que quizá en esta ocasión el enemigo le supera, a pesar de contar con un aliado tan poderoso como Tra. También tenemos al de los mocos, Trébol, otro de esos enemigos que no aportan demasiado, salvo su extravagante diseño, por decirlo de alguna forma. Cómo no podía ser de otra forma, el combate es detenido para ciertas revelaciones o la semilla de otros misterios que parecen resistirse a ser revelados. Por ejemplo, conoceos que
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y a reglón seguido nos sumergiremos en uno de esos flashback que tanto gustan a Oda, para conocer la infancia y el origen de Tra, que está cargado de odio, dramatismo en una historia trágica y sentimental. Además, servirá para conocer un poco mejor a la familia de DoFlamingo y sobre todo a su hermano Corazón, que sigue la estela de los personajes raros que pululan por esta saga. Sin embargo, parece encerrar un importante secreto sobre la "D" de los nombres, que está relacionada con un nombre secreto y que Law también posee. ¿Podríamos estar a punto de conocer uno de los enigmas de la serie? Quién sabe. Sea como sea, esto nos dará pie a un nuevo flashback, dentro del flashback, que nos lleva a profundizar en los orígenes de Doflamingo, cuya historia también está preñada de tintes dramáticos, ya que sus padres quisieron dejar de ser Dragones Celestiales, abandonando su condición de dioses en la tierra para pasar a forma parte de los humanos, pero esto dio lugar a
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Una interesante historia que saca a relucir el tema de las clases sociales, algo recurrente en algunas sagas de la colección y que ya se vislumbró en la isla de los peces. Un hecho traumático parece ser el desencadenante del nacimiento de alguien como el Joker que, a su vez, siente cierta pena por el drama de Tra, adoptándolo en su familia y enseñándole todo lo que sabe sobre la lucha y la piratería. Interesante flashback que parece que aún no ha terminado...
Tema: Atravesando el Nuevo Mundo: Hilo de One Piece IV (Leído 169989 veces)