Día 206: The X-Men vol. 1 #96. 26 de agosto de 1975
Mientras pasea por los bosques, Cíclope piensa en Ave de Trueno, que ya no está aquí: Wish You Were Here de Pink Floyd le acompaña en su pesar.
https://www.youtube.com/watch?v=IXdNnw99-Ic
Créditos: Len Wein, Chris Claremont (guion); Bill Mantlo (co-argumentista); Dave Cockrum (dibujo); Sam Grainger(entintado); Dave Hunt (rotulación); Phil Rachelson (color).
Portada de Sal Buscema
Seguimos aún con la resaca de la muerte de Ave de Trueno. No solo Xavier o Banshee se sienten culpables, también Cíclope: es su segunda misión con la nueva Patrulla-X y ya tiene un caído bajo su liderazgo. Curiosa composición de página inicial la de Cockrum, donde el rostro de Proudstar aparece en las rocas como si fuera una efigie del Monte Rushmore:
La pesadumbre da paso a la ira, y Scott la acaba pagando con los árboles, desahogándose con ellos al desatar sus rayos ópticos con toda su furia. Ya que estaba, también ha golpeado un extraño monumento en medio del follaje. Luego se detiene, consciente del peligro de su poder. Mira que si le llega a dar a algún excursionista o algo así... Por lo demás, estas escenas ya las hemos vivido en algunas viñetas de la Patrulla sesentera.
En el monolito está la clave del malo del día, pues, al romperlo, Scott ha liberado, sin saberlo, a Kierrok, un demonio perteneciente a los n'garai, una raza que poblaba la Tierra hace incontable tiempo. tras unas últimas palabras para John Proudstar, regresa a la Mansión.
La Mansión donde, por cierto, la Patrulla-X se encuentra entrenándose en una animada sesión de la Sala de Peligro, conociéndose mejor y puliendo su coordinación. Pero queda una invitada más por llegar: es ¡Moira MacTaggert! Es la nueva ama de llaves. Banshee, quien había sido llamado a un aparte por Xavier para discutir una deriva preocupante de Scott, amén de ser notificado de unas próximas vacaciones que Xavier se va a tomar, es quien corre a abrir la puerta, y queda prendado de la nueva empleada de Westchester, contra todo pronóstico, pues esperaba a una señora más mayor y más fea.
Con lo que sabemos hoy de Moira, no deja de ser irónico que el zorro de Xavier la presente como el ama de llaves. Ororo no se chupa el dedo y le hace ver a Xavier que los secretos de los mutantes pueden quedar expuestos. Pero Xavier la tranquiliza, y le dice que sabe lo que hace. Todo nos hace clic con nuestro saber acumulado sobre Moira: Xavier se quiere marchar "de vacaciones" y dejaría al cargo a su compañera genetista, para algo más que el servicio doméstico de la Mansión. Pero no nos adelantemos.
Cambiamos de escena hacia una antigua base militar secreta situada en las Montañas Adirondack. ¿Os suenan? Deberían, porque hicieron su primera aparición en TXM#13. Entonces, Bolivar Trask creó allí a sus centinelas. Ahora es el Dr. Steven Lang el que regenta el lugar. Lang recibe la visita de un viejo amigo, el coronel Michael Rossi, quien tiene que dar el visto bueno al programa de investigación científica antimutante de Lang, y no le gusta lo que ve. Rossi le comunicará a Lang que su programa, el Proyecto Armagedón, queda cancelado. Obsérvese el fanatismo de Lang en el rostro descompuesto que le pone a Rossi al anunciarle sus intenciones:
La jugada de Claremont está llena de sentido. Nos presenta a dos personajes nuevos, pero en una vieja situación. Lang es el heredero de Trask, y utiliza sus mismas instalaciones. En cuanto a Rossi, acabará siendo asesinado por Lang en lo que parecerá un accidente de helicóptero.
Esto último ocurrirá al final del número. Lang no podía dejar que Rossi regresara a Washington con su informe negativo. En aras de la economicidad reseñil, lo contamos aquí de corrido, porque esta parte de la trama es una semillita que tendrá un recorrido más largo. Aquí no volveremos a saber del tema.
Por cierto, premio para el que haya visto la pierna de un centinela en la viñeta anterior. Pero volvamos a la trama central. Recapitulemos: Cíclope ha reventado un monolito y Moira llega a la Mansión. Pues bien, cuando Xavier se pregunta dónde está Scott, aparece por la ventana.
Hay que ver lo que mola ver la Mansión hecha unos zorros. Qué sería de nuestras lecturas sin hacer balance mental de las facturas de reparación de ventanas, puertas y otro material inventariable. En esta ocasión, el responsable es... ¡¡Kierrok el destructor de almas!!
Con el poso de calma que dan años y años de lectura, es divertido contemplar esta situación. Vamos a ver: Cíclope liberó a Kierrok, pero se fue del bosque del monolito sin saber quién habitaba "en él". Más adelante se dice que el bosque está a 50 km de la Mansión (30 millas). No se llega a decir (juraría) que se trate de un bosque que está en los terrenos de la Mansión. Sea como sea... ¿cómo llegó Cíclope a la Mansión? ¿Kierrok le persiguió todo el camino durante 50 km y Ciclo se hizo los 50 km de marcha masculina?
Ignoremos este hecho. Tal vez se montara en un coche y Kierrok siguiera su esencia. ¿Por qué no?
Como a nadie se le escapa, la acción se desboca en la Mansión Xavier. Al principio, y esto es de abc de guion pijamero, los mutantes llevan las de perder. En concreto, adoro esta afectada escena, donde Rondador, que casi parece un mal actor, le espeta a su contendiente las típicas palabras de "¡cae, bestia inmunda, cae!". pero no cae, y se lleva un guantazo épico. El club de haters de Rondador está de enhorabuena. Algo parecido vemos antes con Coloso o Tormenta.
Solo Lobezno logra hacerle pupa con sus garras, intercediendo por su amigo (una novedad en estos momentos, que Lobi declare su amistad por el elfo). Sin embargo, Cíclope indica que él ya le derrotó antes, solo para que Kierrok se alzara más fuerte aún, lo que también ocurre aquí.
¿Qué hacer entonces? Xavier intenta escanear la mente del monstruo, pese a que Cíclope le advierte que es peligroso. El resultado es desastroso para Xavier, aunque a cambio nos deja una viñetaza de Cockrum que hay que pegar aquí, hombre por Dios:
¿Y ahora qué? Pues ahora llega Moira con un fusil de asalto a balear a Kierrok. Pequeño detalle de friki resabiado: compruebo que hay una armería en la Mansión, y que además está cerquita de donde la Patrulla toma el té apaciblemente. Ver para creer. Pero las balas tampoco valen. Aunque de paso se muestra que esta Moira es más de lo que parece.
La solución llegará gracias a Tormenta, MVP del partido con asistencia de Xavier. Durante su sufrido escaneo mental, Charles averigua que la clave está en el monolito. Hay que sellarlo y Kierrok se irá. Así que Tormenta se marcha volando al lugar donde antes estuvo Cíclope.
Pero Ororo no lo tendrá tan fácil: cuando llega al monolito, se ve atacada por demonios de luz al servicio de Kierrok. Sin ser telépata, ya intuye que un mal primigenio se esconde en el monolito, del que sale disparado un rayo que alcanza a Tormenta.
Al hacerlo, Tormenta se ve confrontada con sus traumas de infancia. En El Cairo, un derrumbe la deja encerrada junto a su madre, quien muere. Ororo se ve arrastrada a la oscuridad del interior del monolito, pero lejos de rendirse, se rehace, reventando de un rayo el monumento.
Hay aquí muchas cosas de las que hablar: 1) primero, es la primera vez que aparece un flashback de Ororo. Hoy ya sabemos mucho de esas escenas, pero leyendo por primera vez este material, no sabríamos cómo interpretarlas más allá de lo obvio, porque Claremont no escribe nada ahí. 2) ¿Por qué asaltan los recuerdos traumáticos de infancia a nuestra querida Ororo en este preciso momento? No tengo claro si es porque se ve llevada al interior de un sitio estrecho y oscuro, o porque el rayo que sale del monolito le provoca esos recuerdos para debilitarla. 3) Xavier le dijo a 'Ro que sellara el monolito, pero la verdad es que lo hace pedazos
Si Cíclope le arrancó un cacho... ¿no deberían salir ahora más ngarai de esos todavía, cuando se rompe entero? Pues no sé, pero el caso es que Kierrok "deja de existir".
Y con esto, acaba nuestra aventura del día. Pese a que Xavier pretende prender de miedo nuestros corazones, anunciando que los n'garai emergerán cuál Chtulu, la verdad es que no recuerdo qué secuela hubo de esto ahora mismo. Creo que nunca más se supo. Haciendo trampas en Internet, descubro que luego saldría en un anual noventero de Lobezno. Eso sí que da miedo
Y en fin, nos despedimos con la sensación de que, en esta época, hasta en el cómic con el villano más chustero, te aparecen momentos "definitorios", como lo de Moira. También la amistad entre Kurt y Logan, que revisitaremos en muy poco tiempo, o el romance en ciernes entre Sean y Moira, con el beneplácito de un Xavier que ha tenido su historia ahí, pero eso no lo sabemos. Basta ya de hablar, que la experiencia lectora no se resienta. Adiós.