Día 146: X-Men: The Hidden Years #10. Septiembre de 2000
Banda sonora: En 2003, Pearl Jam recuperaba un clásico de los Who de hacía, entonces, 20 años justos: "Love reign 0'er Me"
https://www.youtube.com/watch?v=feJJen25u5Y
Créditos: John Byrne (guion, dibujo, rotulación); Tom Palmer (tinta); Gregory Wright (color).
Portada de John Byrne.
Estamos ante uno de esos episodios puente donde se dan explicaciones y se plantean nuevos escenarios. Algo muy conveniente teniendo en cuenta que venimos de un ritmo frenético de aventuras. Eso no quiere decir que los mutantes lo vayan a tener fácil. ¿Dónde estaría la gracia?
El tebeo comienza con Anfibio rescatando a Magneto. Recordemos que solo hace un par de números se tiró de un avión volador en marcha hacia un desconocido destino, más bien mortal. Ahora vemos que, por tercera vez, fue a parar al agua. Qué raro. Pero el fiel Anfibio le salva.
Atención, porque, aunque no vuelven a salir estos dos en el cómic, van a parar a una misteriosa y desconocida isla... casualmente la misma a la que llegó el Dr. Lykos, quien ahora está allí con un Bobby amnésico. Se avecina confluencia tensa.
Byrne aprovecha para recontar la historia de la No-muerte de Lykos, permitiéndonos acceder a "escenas eliminadas". Podemos ver perfectamente como Lykos en realidad no se mató, sino que quedó en un saliente mientras la Patrulla descendía en su búsqueda a la Tierra Salvaje.
Más tarde, Lykos accedería a una isla solitaria para aislarse y así evitar poner en peligro a los nativos de la Tierra Salvaje. Pues bien, este peñón empieza a estar bastante concurrido.
Dejemos estos avatares y pasemos a la posesión de Jean por parte del Fénix. Moira está haciéndole unas pruebas en la isla Muir. Allí ha acudido nuestra pelirroja favorita con Xavier, diciéndole a sus compañeros que ha ido a Boston a ver médicos. El motivo es mantener el secreto.
Jean no se siente cómoda con tantas mentiras, pero Xavier le explica que no es cuestión de que no confíe en sus pupilos. El peligro está en que, cuanto más saben, más le pueden sonsacar sus enemigos. Jean es la única que puede conocer estos pequeños secretos por su telepatía. Sería la única resistente a lavados de cerebro. Con este recurso, Byrne permite situar a Jean en escenarios complicados desde el punto de vista de la continuidad, como la isla Muir, pero de paso le da un barniz más amable a las manipulaciones de Xavier. No miente por gusto.
Sea como sea, el caso es que Jean parece estar completamente normal y no se atisba rastro alguno del Fénix con los artilugios de Moira. Así que regresan a la Mansión-X. Tras ello, se embarcan en la misión de encontrar a una nueva mutante: la que vimos al final del capítulo previo.
¿Alguien se acuerda de la pequeña Ashley? La habíamos dejado en un pequeño pueblo de Illinois, llamado Dunfee, abordada por un Centinela, de forma bastante amenazadora. Bueno, pues resulta que ese es el pueblo donde viven los padres de Hank McCoy. Así que aprovechan para hacerles una visita. Algo, sin embargo, empieza a no cuadrar. Ashley había sido amenazada por un centinela, pero aquí la vemos tan campante a la mañana siguiente ¿qué pasó con el robot? Pensaba que iba a capturarla o algo peor. Cómo nos la juega Byrne ¿eh?
Otra cosa que nos mosquea un tanto es que, cuando Hank y el Profesor se acercan al pueblo de Ashley, la signatura mutante apenas se detecta en el Cerebro portátil, cuando, por lógica, debería ser más potente la señal. Algo raro pasa aquí.
En la Mansión, encontramos que Jean y Scott se las han arreglado para dar con Warren después de buscarlo con Cerebro. Esto da el pie perfecto para que aparezca Candy Southern, quien ya conoce la identidad secreta de la pareja -toma ya- y quiere unirse a la búsqueda del Ángel.
Candy sabe mucho ¿verdad? Pues, sabe más todavía, parece, porque, además de querer encontrar a Warren porque es su novio, desliza que hay un motivo para que ello lo hagan pronto. Pero nada más nos dejan saber, me temo. De momento al menos. ¿Y qué está haciendo el ocioso trío de Ka-Zar, Alex y Lorna? Pues al fin han hallado la localización de Bobby, y allá que van, en su nave salida de no se sabe dónde. Así que sí, en la isla esa donde Lykos quería estar solo se va a montar una buena fiesta. Y Magneto ya ha llegado.
Tras visitar a su madre, Hank investiga en el viejo granero donde jugaba Ashley, para encontrarse con ¡¡el centinela!! ¿Ashley lo tenía guardado aquí? Pero ¿qué es esto? El Centinela resulta ser hostil con Hank y le arrea un buen sopapo, atravesando de camino la casa familiar de Ash.
Recordemos que Warren se encontraba con Avia en un barco, y que el capitán del mismo había accedido a vender a los dos especímenes alados a un desconocido. Candy -disfrazada de Chica Maravillosa B-, la propia Jean y Ciclo llegan al barco y se encuentran con una compañía extraña y hostil.
El trío se abre paso entre lo que parece el plantel de un freakshow de circo, para llegar a un compartimento del mercante donde encuentran a Ángel, aparentemente colgando y en malas condiciones. Mientras tanto, Charles habla con la pequeña Ashley, hasta que la pelea entre Hank y el Centinela se traslada justo ante ellos. Este deja KO a Charles y a Hank utilizando gas nervioso. Es curioso, porque parece obedecer a Ashley. Sospecho que el poder mutante de la niña tiene que ver con el control de las máquinas. Sin embargo, la directiva dada al Centinela por Larry Trask parece ser más fuerte que la orden de Ash, ya que la atrapa y le recuerda que están programados para matar a todos los mutantes.
Me ha gustado este capítulo. Es, como decía, un tebeo de transición, pero donde la trama se vuelve interesante y se siembran muchas intrigas que nos hacen querer seguir leyendo.
Hay un detalle que me ralla particularmente. Cuando Jean le presta a Candy su traje verde de Chica Maravillosa, Ciclo le pregunta a Jean que por qué se sigue poniendo el traje antiguo. Jean contesta que le da un sentido de continuidad, y está más cómoda.
Sigo pensando que esto tiene que ver con que el Fénix poseerá a jean en el futuro mientras esta lleva el traje verde. Y es como si instintivamente le repeliera la idea de llevarlo. Pero en fin, eso, si es que es así, lo veremos en próximas entregas. De momento, es mi impresión que la serie remonta un tanto. Peor ya veremos si se mantiene el nivel.