Yo disfruto Casino Royale porque soy muy fan de Sellers y Allen, pero la verdad es que la película es un sindiós, como demuestra que tiene ¡5! directores acreditados (entre ellos John Huston, que debía tener muchas facturas pendientes) y alguno más sin acreditar; además Sellers, que era el protagonista, se largó en pleno rodaje, con lo que su personaje desaparece de pronto a media película.
Pero, aunque se trate de una comedia disparatada, tenían los derechos de la novela Casino Royale, por lo que David Niven es un James Bond "oficial", aunque la película no forme parte de la serie que arranca con Dr. No (el mismo caso de Nunca digas nunca jamás).