Por cierto, una cosa curiosa y que me contó el amiguete de las sobrecubiertas. Para estos tochos de tantas páginas, la encuadernación sufre mucho, y siendo la paninesca más, y se jode el encolado en el lomo. Como bien sabe Morgan...
Pues bien, con la simple gilipollez de doblar un clinex a medida en la punta de abajo del tomo se mantiene perfecto. Y ademas, y sobre todo para la gente que vive en zonas húmedas o de playa , la celulosa del clinex "chupa" la humedad que vaya al libro. Y es además un indicador de humedad si el clinex se vuelve rigido o duro...
Un buen truquillo que estoy empezando en todos los megatochos