Namor: Marvel Limited Edition tomo 1: Principe de Atlantis (1965-1968)
Tras la recuperación del príncipe de Atlantis para el nuevo universo creado por Stan Lee en el número cuatro de los Cuatro Fantásticos y pasearse por varios títulos durante tres años, el siguiente paso era que Namor volviera a recuperar sus propias aventuras.
Pese a que en algunas apariciones parecía más un villano que otra cosa, siempre se le acababa dando el beneficio de la duda al final de cada aventura.
Al recuperar su serie propia en la colección Tales to Astonish, Namor pasa a ejercer de anti-héroe a horario completo. Etiqueta que integra también labores de super-héroe a tiempo parcial.
Los primeros números se enmarcan en una larga línea argumental que consiste en la recuperación del trono usurpado a manos de Krang. Números que situamos fácilmente en el género de la aventura fantástica pero con la particularidad de que se emplazan bajo los mares, como es propio del personaje que nos ocupa.
Namor se enfrenta a todo tipo de criaturas marinas y seres mitológicos imaginados por Stan Lee y ejecutados por Gene Colan. Sin duda un inmejorable tándem para empezar la colección, aunque el entintado de Vince Colletta perjudica claramente el resultado final. Hay una diferencia notable entre el acabado de estos números y los posteriores entintados por Dick Ayers o Dan Adkins.
La fase más ingenua de Marvel ya empieza a quedar atrás, con lo que aquí nos encontramos con guiones sencillos pero diálogos bastante más maduros. El lenguaje aristocrático de los personajes, como en la serie de Thor, ayuda bastante en la más refinada prosa.
Sin ser ninguna explosión de creatividad ni una lectura profunda, personalmente me parecen números entretenidos. Sencillos, sólo la aventura por la aventura, sin destacar entre las demás colecciones pero a un nivel bastante aceptable.
El siguiente arco argumental consiste en el clásico enfrentamiento con los hombres de la superficie, ante los destrozos provocados en Atlantis por culpa de la irresponsabilidad de los humanos hacia su pueblo y la vida subacuática. Lucha social y ecologismo desde el punto de vista de Namor, claro.
La eterna batalla que en ocasiones ha llevado al monarca a comportarse como un villano. Desde el punto de vista de los humanos, claro.
Pero la cosa no acaba de avanzar y la serie entra en unos números un tanto grises alternando la acción entre tierra firme y las profundidades.
Los guiones y los diálogos decaen un tanto, no hay lugar para las sorpresas. Se recurre a un personaje tan poco adecuado para la colección como el Amo de Marionetas que aporta previsibilidad. Siempre me ha parecido un villano muy poco creíble y con el único recurso de sus muñecos para hacerse con la voluntad de la víctima de turno. No era la primera vez que el infortunado era Namor.
La relación con Lady Dorma en esta etapa es de amor/odio ante la desconfianza de Namor a supuestas traiciones que no son. El trato es un tanto autoritario como monarca intocable que es, quizás demasiado. Y Dorma también es de armas tomar, dispuesta a conseguir el amor de su príncipe de forma poco ortodoxa si hace falta.
El regreso de Bill Everett a su creación llega quizás en el peor momento de esta etapa. Los guiones se hacen repetitivos, limitándose al tirano de turno que quiere hacerse con el trono de Atlantis, ya sea, Attuma, Byrrah o Krang. Además, los dibujos de Everett no han aguantado demasiado bien el paso del tiempo, tienen un aspecto demasiado primitivo vistos ahora.
El aterrizaje de Roy Thomas, como guionista intermitente en una serie de números, trae consigo unas historias algo más llevaderas pero sin pasar de lo correcto.
Es al final del tomo, cuando Thomas se hace con las riendas definitivamente, donde encontramos lo mejor. La saga de Destino y su casco me parece el punto de inflexión que necesitaba la colección. Cómics bastante interesantes, con dibujos primero de Gene Colan y luego de John Buscema, donde se aprovecha para contar brevemente la trayectoria de nuestro protagonista, aprovechando que pasa a tener título propio. Unos números que marcarán el futuro inmediato de la serie.
En resumidas cuentas, un tomo muy irregular, con demasiados números que no llegan al aprobado o llegan justito. Por lo menos tenemos una primera parte entretenida y un final muy interesante, no sé si suficientes para ser recomendado.