He leído
Universo Sandman: El Sueño #3 Un movimiento mágico Continuamos la travesía emprendida en el
tomo 2: Cáscaras vacías con este tercer volumen que supone el final de la etapa de
Spurrier al frente de la cabecera, cerrando todas las tramas abiertas con un espectacular final, en el que es, apreciación como todas, totalmente subjetiva, el mejor spin-off que se haya hecho nunca de
Sandman, por delante no ya del resto del
Universo Sandman, sino de todas las series aparecidas en los noventa y dosmiles. Muy por encima del volumen 1 de
The dreaming,
Destino,
Sandman Presents etc. etc. Como digo, EMHO.
Una lectura densa, llena de detalles, guiños y homenajes, con muchas subtramas, pero que nunca se vuelve complicada o difícil de seguir, pero que sí es cierto que exige atención por parte del lector para no perderse algún detallito.
#13:La reftificaciónEs éste, un número que funciona de manera autoconclusiva y no desentonaría nada con las historias cortas de la serie madre, pero que como veremos más adelante, tendrá su importancia en el desenlace de la serie. Hablamos del declive de los mitos, de la decadencia, del olvido. El alzheimer de los dioses. El "auto-delete" involuntario impuesto cuando ya no hay recuerdos a los que aferrarse.
Nadie puede evitar el descenso, la ruina y la muerte.
Ishtar supo verlo a tiempo dentro de aquel maravilloso arco de
Vidas breves, pero claro,
Ishtar era diosa del Panteón del Amor y fue amante de
Destrucción. ¿Qué pueden hacer a su lado los mitos y leyendas que ocupan este número? Ni siquiera intuyen que nadie trastea con las listas del grupo de autoayuda del centro comunitario. Les queda el orgullo, el instinto, incluso podríamos añadir la estrategia del cambio, pero no es suficiente. Nunca lo es. Todo queda en un vano intento de evitar el aislamiento y la estigmatización antes del último desfile.
Solo son nombres
tachados olvidados en una lista. Ninguneados en la wikipedia. Se lo han arrebatado todo, salvo quizá el deseo de disolverse y desaparecer. De la rendición, pues ¿Qué queda de una historia si no hay nadie que la conozca?
Aguanta, mi niña, acuclillada entre la estructura de madera podrida de un puente de playa. No tiembles, no temas. La ayuda está en camino.
#14: La destrucción.Juguemos a un juego contigo. O juego a ser tú emulando ya sabes qué pero en otro orden de cosas. Entretengámonos con el juego del lamento. aunque no haya ni un alma que apostar.
Gaiman apostó por la esperanza con
Nada. El Pequeño Misterio también tendrá su as en la manga. ¿Quién soy? ¿Qué soy? Un deseo, una pregunta o una verdad. Elige la deuda.
Otro número muy logrado que gustará tanto a los adictos a la épica como los proclives a la estrategia.
#15-18: La corona Parte 1Algo se muere. Así comienza la matemática de los sueños, con mujeres como metáfora de esperanza que desaparecen del sueño repetido y mitos que transparentan su debilidad. La sociopatía infectando el sueño. En verdad cree ser bueno. Y generoso. Ya no eres necesario mi queridísimo amigo, nos dice mientras alimenta a la muerte.
Duele el corazón mientras algo muere desvalido e inválido, vulnerable entre el ruido de armas en la sien, cuchillas en el brazo y sogas al cuello. Porque el sueño que te liberaba de la silla de ruedas ha sido asesinado por la locura de la razón.
Parte 2Ciencia contra letra. La bruja nocturna. Un ser entre la duermevela y el sueño que devora tu miedo. La palabra es un arma poderosa. La utilizas y alguien deja de ser real para ser un simple giro en la trama de la historia de otra persona.
Redactar de nuevo los pensamientos. Borrar la irracionalidad mezclando código y magia. Eso es lo mejor cuando el algoritmo de filtrado no da resultados positivos. Crear algo para creer en todo.
La app El sueño de un cuerdo loco. Salvar el mundo ¿Qué puede salir mal?
Borrar el mito, la fe y ese color imposible que solo existe en tu mente. Reemplazarlo por lógica en un tercio de tu vida y llenar ese vacío con ciencia y líneas de código. Reescribir las líneas erróneas con tus privilegios de administrador y ocultar un simple comando de ejecución letal para cuando se active la subrutina. Un puto troyano disfrazado de polilla con una única tarea de carga: Arrebatar la omnipotencia con una mera sugestión y aniquilar la maravilla.
Parte 3Una biblioteca de sueños no puede ser digitalizada. Menos aún ser adulterada. Debemos ser fuertes. Hay que vencer al conferenciante ensordecedor. Habla tan alto que encubre nuestro sollozo mientras inculca en nuestras mentes el porcentaje de radiación óptimo de los paneles solares. La magia de la luz sobre la nieve es reducida a albedo.
Y la única respuesta posible a privarnos de fe, esperanza y sueños, es la tranquilidad del suicidio, porque ni
Abel, ni
el cofre negro, ¡ni siquiera
el Cuco! pueden plantarle cara. Así, en la oneirosfera (puto Spurrier) burbujas de sueños explotan en una última pesadilla agónica.
Y mientras, Lucien, que busca la muerte, es enterrado. A la antigua usanza. Cavando profundo. Con lágrimas a cada palada.
Parte 4Y así, un vórtice del sueño, decide no apartarse esta vez. Se siente vivo mientras se deja llevar por la marea.
Mientras, muy al contrario, un nuevo rey del Sueño, ignora sus propias acciones, ciego de su ceguera. La letargia domina el mundo, hay miedo a dormir cuando lo que se encuentran no son sueños, sino tribunos charlando sobre la química de las proteínas o recitando la tabla periódica.
Y como si fuera bruma en esa estación de nieblas que recitaba
Keats en su
Oda al otoño,
Dora, bruja y superstición, se disuelve. Un tesoro, escondido al final de su historia, la revivirá.
#19-20: Un movimiento mágico La dicotomía bipolar de un ente artificial. Comienza la batalla contra el enemigo interior. Abre tus chakras, tus ojos y tus bits. Busca la respuesta ¿Cómo apresar los sueños? Sencillo:
La Cábala. La Sefirá. El árbol de la vida.
Y nuestro querido
Spurrier nos va explicando todo el proceso para atrapar a
Daniel. Es lo suficientemente ladino como para no nombrarlo explicitamente, pero bueno, todos sabemos que
Bowie es el
Delgado Duque Blanco, ese personaje de camisa blanca, pantalón negro y chaleco. Lo que ya no sabrá tanta gente es que este apodo le viene de la canción
"Station to station" donde se nombra al
"The Thin White Duke" y por ello
Spurrier deja caer una frase de la canción
"un movimiento mágico desde Keter a Maljut", enlazando así el nombre del "villano",
Hyperion Keter con
La Cábala (Keter es la primera Sefirá).
Respecto a
Bowie, hay que decir que no es un nombre cogido de manera aleatoria. De hecho en el lp
"Station to station", aparte de las referencias en la canción que lo da título, también se puede ver en las fotos promocionales a
Bowie dibujando un esquema de las sefirot con tiza.
Respecto a
La Cábala, y dicho desde el niputaideísmo, comentar que
El Árbol de la vida (Cábala) está compuesto por 10 esferas o
sefirot (
séfira en singular) y que llevan al conocimento de Dios y su creación del mundo. También hay, claro,
un Árbol de la muerte. En el último número, el #20, un
Spurrier desatado lo explicará como si fuera un
Alan Moore en modo
Promethea. En dichas páginas se resumirán todos los números anteriores equiparando las sefirot a los distintos acontecimientos vividos en la serie.
Pero volviendo a nuestro
Universo sandman, ya sabemos que esa no es la meta. Atrapar al
Sueño es sólo un objetivo para un fin. Como en la teoría de las metas de logro
Conocemos que hay una subrutina en el código. Y además un vórtice. Se avecina la tempestad.
Cada parte de la historia que ha ido tejiendo
Spurrier en este atrapasueños, va tomando su lugar y cumpliendo su función, como
la enfermera Fowler, que protagonizaba aquel primer número del que hablaba al comienzo de este post,
La reftificación, esa muchacha en la playa que se disolvía, agradecida ahora por ser recordada y formar parte de la historia, encontrando el símbolo, ese tesoro que no está enterrado al final del arcoiris, sino más allá, en el límite lejano donde las historias casi son olvidadas.
Todo toma su lugar, su puesto en la función en este sublime #19 en el que todo encaja en un perfecto engranaje. Desarrolladores, magos, ocultistas y programadores son silenciados. Todo el servicio técnico cerrado por festivo. También todos los conjuros y símbolos repartidos para frenar el tatuaje y el horror que conlleva, formando una tupida red de seguridad. Por si falla el equilibrista.
Y un final, esta vez sí, a la altura del mito, con muertes obligadas para salvar el Sueño, vórtices en su apogeo y conversaciones no preceptivas aunque sí necesarias. Muy, pero que muy contento con este final. Es increíble la facilidad con que une, explica y define todas y cada una de las historias que nos ha ido contando.
Dora, Lucien, Abel (y Caín), los vacíos (Ziggy Stardust), El juez Gallows, Rose, Ivy (un pequeño McGuffin),
la enfermera Fowler,
Hyperion Keter, del que ya dio pistas en aquel lejano #3 de
Senderos y emanaciones. Todos son eslabones, capítulos de un libro que componen una historia mayor y que merece, lejos de toda duda, estar en la
Biblioteca de Lucien.
Conclusiones finalesHa sido una lectura reconfortante, en el sentido de que es la serie del
Sandman Universe que más se acerca al tono y tinte con que
Gaiman impregnó la obra.
Spurrier toma ideas y elementos de Sandman de un modo muy inteligente, y asentado sobre esas sólidas columnas, va lanzando hilos y tramas como si no hubiese un mañana, dejando que crezcan y maduren hasta volver a unirlos en un final en el que todo cobra sentido y razón de ser.
Es una pena que
Spurrier deje la serie, aunque ha sido una gozada poder leer un final tan contundente y al mismo tiempo abierto a todas las futuras historias que nos quieran contar los nuevos autores. Veremos a dónde nos lleva
G. Willow Wilson.