A mí me parece que no es para tanto. Me explico.
Que sí, que está bien, pero... no deja de ser una historieta un poco manida y que recicla temas de, ¿terror?, que en los cómics de los 50-60 había a duro la docena, y que con el argumento de este cómic se lo ventilaban en seis páginas.
Lo que nos pasa es que es un soplo de aire fresco porque estamos acostumbrados a que con nuestros personajes se puedan contar un único tipo de historias, lo que no es verdad.
El planteamiento de Ewing, como digo, no es malo, pero que termine siendo bueno o se quede en nada dependerá de cómo lo haga evolucionar, de si tiene un plan o de la calidad de cada historia individual.
Así que, bien, pero hombre, poner ésto como la octava maravilla marvelita así de inicio, como que tampoco. Veremos.