Me he puesto al día con la miniserie principal. Aprovechando el insomnio, me he leído los tres últimos números.
Me posiciono con los que están disfrutando del evento. A ver, evidentemente no es una maravilla, y tiene situaciones que no me parecen bien resueltas, alguna conversación rara, etc., pero la verdad es que con todo, destaca y con mucho entre los tebeos de mes a mes que se publican ahora. No digamos ya entre los eventos de la editorial de los últimos años.
El gran acierto ha sido mantener al dibujante. Les pasó lo mismo con Civil War, y el tiempo acabó dándole la razón a Quesada cuando se empeño en esperar a McNiven. Y es que el dibujo de lo más recordable en aquella saga. Aquí no es exactamente eso, ya que no hay tanto desnivel entre guión y dibujo, pero igualmente se necesitaba a alguien como Ribic.