He leído
Los Vengadores Nº 48 - 55 y
Los Nuevos Vengadores Nº 47 - 54.
Retomo la lectura de ambas colecciones tras
este comentario y
este otro.
Antes que nada, debo aclarar que iba a comentar los dos bloques de cada serie en sus respectivos hilos, pero a medida que iba avanzando en la lectura me pareció imposible hacer una separación clara de los hechos de cada una, por lo que creo que como comentario único sobre el final de la etapa de Hickman en los Vengadores, es más apropiado hacerlo aquí. Sin más dilación, comenzamos, porque se acaba el tiempo...
Tengo que reconocer que Hickman me ha sorprendido gratamente en este periplo por las cabeceras de los Héroes más Poderoso de la Tierra. Si bien es cierto que su manera de alargar los argumentos no es algo que beneficie al formato, incluso esa manera de obligar al lector a alternar las grapas puede llegara ser un auténtico suplicio, pero al contrario que en otras de su creaciones, ha sabido contemporizar y dar un pequeño sprint final en el que todo queda más o menos explicado. No obstante, todo es tan complejo y enrevesado, que aunque la sensación general es la de un trabajo bien realizado, no puedo evitar tener dudas sobre algunos temas en los que quizá la pregunta quedó en el aire y no fue respondida del todo. Al final, lo de la libreta y las relecturas que comenta
Julián en los Spot On es algo más que necesario para afrontar esta lectura. Desde luego, como ha dicho mi amigo
David en más de una ocasión, este guionista piensa a lo grande y pone sus expectativas en el Omnibus. Aunque no me importaría releer la etapa en un futuro de manera más lineal, tengo que reconocer que el puzzle de las grapas me da una pereza terrible, a pesar de que el formato en sí me gusta mucho. Ahora que está tan de moda la no reenumeración y las colecciones largas, creo que esta etapa podría haber sido publicada en una única cabecera sin ningún tipo de problemas, al ser una historia completamente cohesionada. Para las relecturas sería mucho más cómodo, desde luego.
Una de las grandes sorpresas para mí es que esta parte, lejos de ser un punto final es un
road to en toda regla hacia un evento que promete ser el desenlace de la macrohistoria que viene cocinando el guionista desde que comenzó su andadura en ambos títulos. Haciendo honor a la verdad, prácticamente toda la etapa lo es. Además, da un salto temporal de 8 meses que, en un principio, te deja descolocado, pero que, poco a poco, todo va cobrando cierto sentido. A pesar de que la historia que plantea Hickman me parece interesante y presenta una lectura muy adictiva, hay un aspecto que empieza a mosquearme en la Marvel actual. Todos los guionistas parecen estar enfrascados en jugar con multiversos, saltos en el tiempo y una serie de herramientas narrativas que se repiten en diferentes títulos de la editorial casi de manera simultánea. Hasta en los Muertos Vivientes de Kirkman se está viviendo algo similar. Tampoco se puede negar que el tema apocalíptico sea el tema predilecto de los escritores actuales. Ese mensaje de cuenta atrás en la portada es un perfecto ejemplo de ello. Todo esto, a mi entender, aunque genere historias más o menos interesantes, me deja la sensación de que parece haber una corriente de pensamiento unilateral en la que difícilmente puedas leer algo novedoso o mínimamente alternativo. Viajes en el tiempo, mundos que se destruyen y todo este tipo de elementos comunes son el pan nuestro de cada día en una sociedad que parece estar obsesionada inconscientemente con el caos y el final de la vida. Desde luego, cuanto menos parece curioso. Pero si hay algo que no me ha gustado es que para leer el verdadero final de la etapa me tenga que introducir en un evento. A nivel argumental será algo destacable, pero como lector yo me siento estafado. Es decir, después de seguir religiosamente las dos colecciones desde un tiempo que ahora no recuerdo exactamente, pero que supera el año, me parece injusto que esa fidelidad se pague trasladándonos a otro sitio. La etapa en los Vengadores acaba, pero la historia queda en el aire con aspectos tan importantes como el plan del Dr. Muerte y el Hombre Molécula, los personajes que se encuentran en el Universo Ultimate, o los últimos momentos del propio Universo Marvel tradicional. Bajo mi punto de vista, todo debería haber acabado aquí para, a continuación, explorar las consecuencias de lo sucedido en Secret Wars, pero no dejar al lector colgado de esa manera de forma consciente.
Otro aspecto destacable es ver como Hickman introduce en su compleja trama innumerables guiños a la saga original. Incluso rescata personajes que tuvieron un papel importante para darle un lavado de cara, dotándolos de mayor profundidad y sentido. Me ha gustado mucho eso de que
Sorry but you are not allowed to view spoiler contents.
Y eso son algunos ejemplos, después tenemos pequeños guiños como la nave del Todopoderoso reciclada en una creación de Tony para
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Toda una mezcolanza de elementos que es quizá el verdadero punto fuerte de esta macrosaga. El guionista es capa de reutilizar conceptos que cualquier lector más o menos curtido pueda reconocer para, a continuación, darle un enfoque diferente. En esta saga tenemos ecos de Civil War, de Crisis en Tierras Infinitas, de Escuadrón Supremo, no solo por la utilización de ciertos personajes y el grupo en sí, sino por la forma en la que los héroes deben afrontar una situación, cuya única salida no les convierte precisamente en héroes, y, obviamente, en Secret Wars. Todo esto, y algún pequeño ingrediente más, son introducidos en una especie de coctelera creativa y surge la etapa de Hickman, que bebe directamente de la ciencia ficción más trasgresora y vanguardista, combinando el género superheroico con la potencialidad que ofrece el cosmos universal de la Casa de las Ideas. De ese modo, tenemos una etapa marcada por la épica y la trascendencia dentro del universo de ficción, que se convierte en el centro neurálgico del Universo Marvel en los próximos 8 meses.
A diferencia de lo que hizo Bendis, Hickman consigue mantener el interés a lo largo y ancho de una etapa que nos ha mantenido en vilo hasta el final. En todo momento hemos tenido una serie coral, algo que se acrecenta en el tramo final, donde los miembros del grupo se disgregan para intentar solucionar el problema a su manera. De ese modo, cada protagonista de su escisión de los Vengadores ha quedado perfectamente retratado, siendo bastante fieles a su esencia y mostrando una evolución lógica. Reed Richard, Tony Stark, T’Challa y Steve Rogers son de alguna forma las punta de lanza en una historia donde la ciencia es la principal arma para defender al mundo pero que, a pesar de sus conocimientos, el final parece algo irremediable. La famosa frase “Todo muere”, que ha sobrevolado por toda la etapa, se convierte en una verdad lapidaria que llena de impotencia a las mentes más privilegiadas del Universo Marvel, quedando en jaque ante una situación que los supera. Es muy interesante ver como el autor analiza las reacciones de muchos personajes ante lo que va sucediendo, al igual que hemos visto como se ha profundizado en las repercusiones que ha tenido tanto la ocultación de las Incursiones como la destrucción de otros mundos. Quizá la única pega es que esto no ha tenido demasiada repercusión fuera de esta etapa. Ni siquiera en los 4F de Robinson, donde vemos una escena del futuro, se ha querido dejar entrever nada de todo esto. Posiblemente para que Hickman de las sorpresas en esta serie.
Como decía antes, mi sensación general es que se ha cerrado el círculo, algo que el propio autor se empeña en mostrar en algunas escenas que nos recuerdan como nació esta última encarnación de los Vengadores. Además, también obtenemos respuestas para el enigma del Cisne Negro, los Sacerdotes Negros, la identidad del destructor y toda una pléyade de dudas que han impregnado una buena parte de la etapa. No obstante, algunos aspectos del salto temporal han quedado en el aire, algo que no sé si realmente se va a tratar más adelante. También hay algo que me sorprendió bastante, ya que cuando nos adelantamos en el tiempo, mi primera sensación es de un avance tecnológico impresionante. Después la sensación se desvanece, pero en los primeros números, cuando aún no te has situado del todo en la trama, da la sensación que ha pasado mucho más tiempo del indicado. Sin embargo, estos pequeños detalles no enturbian en absoluto el resultado final que a mí me ha dejado bastante satisfecho. Los Vengadores ha vuelto a ser un título interesante, épico y grandioso, algo que nunca debió deja de ser. Ahora solo queda ver si en el evento Hickman no patina y le sabe darle un digno final a una de las mejores etapas del grupo desde la de Busiek.
Para terminar, me gustaría hablar del apartado gráfico, que está a años luz de la calidad de la historia. Dicen que Deodato ha estado puliendo su estilo, pero yo lo veo cada vez peor. Si la trama no fuera tan absorbente, me sacaría de ella constantemente. Los únicos que hacen un trabajo más o menos aceptable son Stefano Caselli y Kev Walker. Mayhew es un auténtico horror. Después hay otros, pero su trabajo tiene poca presencia. Yo entiendo que seguir el ritmo de esta serie tiene que ser agotador, sobre todo cuando muchos meses han salido más de un número, pero en Marvel deberían de cuidar un poco más tanto la cohesión de estilos en una etapa de estas características como que la calidad de los dibujantes sea superior. En los últimos tiempos no sé si las fechas de entrega son tan asfixiantes, pero el nivel artístico deja mucho que desear y las elecciones de ciertos dibujantes para algunas series también. Demos gracias a Odín que por lo menos se dejan leer.
En definitiva, Hickman da carpetazo a una etapa que posiblemente esté por encima de la media, en cuanto a lo elaborado y complejo de su trama, con respecto a lo que podemos leer en la Marvel actual, dando como resultado un producto final muy entretenido e interesante. Quizá no me atreva a decir que es redonda a falta de ver como se desarrolla Secret Wars y si se solucionan algunos argumentos que han quedado colgados, pero estoy convencido que ha concluido una etapa que realmente va a marcar una antes y un después en la colección. El listón ha quedado muy alto, pero espero que el sucesor cambie el tono y nos de buenas historias con otro estilo. Al fin y al cabo, el fin del mundo solo puede pasar una vez. O eso dicen.