Nick Furia, Agente de SHIELD: Omnigold tomo 1: El Mejor Hombre (1965-1968) Nick Furia nace en 1963 en una colección ambientada en la segunda guerra mundial. De género bélico, nada que ver con los superhéroes, y aparentemente sin intención de integrarla en el UM.
Debido al éxito de la serie y al carisma de sus protagonistas, me imagino que a Stan Lee se le ocurre integrar a Furia y los suyos en el universo superheroico. De esta forma, en un número de los 4 Fantásticos, incluido al inicio del tomo, tenemos la primera aparición de Furia en tiempo presente, aun sin parche en el ojo, y aparentemente sin que se le note el más mínimo envejecimiento respecto a la serie ambientada en los 40.
El siguiente paso no fue otro que brindarle su propio serial. El título genérico elegido sería Strange Tales, sustituyendo a las aventuras de la Antorcha Humana.
Stan Lee al mando.Ya el primer número no deja lugar a dudas sobre el género en el que se enmarcan los relatos de Nick, el espionaje.
Desde luego la premisa es de lo más atrayente. Furia es requerido por una organización secreta gubernamental llamada SHIELD, ilimitada en recursos tecnológicos, para liderarla, haciendo frente a otra organización criminal igualmente sofisticada llamada Hydra.
Fácilmente ya hay puntos a destacar desde el principio. Un Stan Lee haciendo gala de unos diálogos maduros y dando trazos del humor mordaz que caracteriza al líder de SHIELD, y un Jack Kirby genial, especialmente en la constitución de algunas viñetas espectaculares.
El baile de dibujantes en la primera mitad del tomo es total, aunque siempre bajo los bocetos de Kirby. Pese a ello no queda afectado el rumbo de la serie, primero porque casi todos son más que dignos y hacen un trabajo adecuado, y segundo porque los guiones y diálogos son lo suficientemente interesantes.
Estamos hablando principalmente de John Severin, Don Heck y John Buscema, además del propio Jack Kirby, que va intercalando sus espectaculares dibujos entre unos y otros.
Furia, acompañado de sus colegas de los Comandos Aulladores, Dum Dum y Gabe Jones, se somete a todo tipo de peligros en una interesante primera fase en que el antagonista es exclusivamente Hydra y sus muchas patas. Tony Stark juega un importante rol secundario, muy pertinente para este tipo de historias.
En un segundo tramo, Hydra pasa a la sala de espera y se opta por villanos de poca enjundia como Mentallo y el Arreglador o el Druida.
Llegados hasta este punto, no es que estemos ante tramas creativas o ingeniosas, incluso conservando todavía un punto de inocencia. Pero sí son lo suficientemente entretenidas y dinámicas para pasar un rato ameno. Lo mejor está en los textos de Lee y su humor ácido, así como en la inventiva visual de Kirby.
Avanzamos con las Ideas Mecánicas.A partir de la llegada de otra de las creaciones esenciales de esta serie, el trabajo argumental sube otro escalón. Estoy hablando de IMA, otra organización criminal de alto standing que dará mucha guerra en la casa de las ideas.
El arco argumental de presentación de IMA es el mejor hasta el momento. Stan Lee está ya volcado en la colección y cuida los textos como mejor sabe, soltando una ocurrente colección de sarcasmos por boca de Nick Furia, la mayoría destinados a Jasper Sitwell, un agente novatillo idóneo para la ocasión.
La trama es compleja pero se sigue muy bien. Además de IMA, aparece involucrado el Imperio Secreto y finalmente Hydra, todas como parte de un entramado que se ha ido tejiendo en diferentes series. Además de la que nos ocupa están también las colecciones del Capitán América y Hulk, que concurren en mayor o menor medida en los hechos que aquí se narran.
Con el regreso de Hydra, que en realidad no se había ido nunca, y su nuevo juguetito, el Cuerno del Apocalipsis, es el momento de una de las incorporaciones más importantes a nivel artístico. Jim Steranko pasa a los lápices, aunque en primera instancia tras los bocetos de Kirby. El trabajo gráfico de momento no acaba de relucir. No se acaba de imponer ni Kirby ni Steranko y el resultado es un poco impersonal todavía, aunque correcto. No en vano el estilo de Steranko está influido por Kirby.
El desenlace del largo arco quizás resulta demasiado simple para las expectativas que se habían creado. Hemos vivido números de pura acción, sin apenas respiro, pero en la parte final se nota cierto agotamiento, un darle vueltas a lo mismo, y da la sensación de que resuelven la trama por la vía rápida. Con todo, el nivel mostrado ha sido bastante satisfactorio.
El turno de Jim Steranko.Tras un par de números guionizados por Roy Thomas, Steranko se hace con el control total de la colección. Guión y dibujo, ya sin los bocetos de Jack Kirby.
Se estrena en un nuevo arco en el que es revelada la identidad del Hydra Supremo, con sorpresa incluida. No es más que una nueva batalla contra la organización criminal tras el transitorio desenlace del anterior arco, prolongando la misma línea argumental.
La trama en este caso incluso apuesta más por el espectáculo, aunque quizás le sobre alguna vuelta de tuerca. Con un Jim Steranko que empieza a dar muestras de su peculiar estilo a los lápices, aunque sin llegar todavía a su cénit.
Es con la saga de Garra Amarilla cuando el autor se suelta totalmente y nos regala los mejores números de esta primera etapa incluida Strange Tales.
La anatomía no es el fuerte de Steranko, así como tampoco las expresiones faciales. Sus vías de expresión son la composición de viñeta, la narrativa gráfica y su imaginación en la creación de construcciones, ambientes y artefactos. No necesita más que eso para codearse con los mejores.
Su estilo se puede describir como una mezcla de influencia de Jack Kirby y arte psicodélico. A lo que añadiría el uso de tramas gráficas hipnóticas y hasta diría que cierta influencia del surrealismo daliniano.
El arco a nivel de guión quizás es algo mejor que los anteriores, aunque no difiere demasiado en cuanto a ingredientes.
El tono no es necesariamente más adulto. Esto sigue siendo un cómic de los 60 con sus situaciones inverosímiles y algún punto inocente, aunque quede disimulado entre tanto lenguaje técnico y grandilocuente. Tenemos a la chica que se quiere ligar al héroe, un Nick Furia que está a las puertas de la muerte cada tres segundos y que por arte de birlibirloque siempre logra darle esquinazo. O tampoco faltan diálogos haciendo gala del lenguaje simplón del bueno contra el malo malísimo, habitual de los cómics de mediados de los 60.
También hay algún recurso ya usado anteriormente como la chica que traiciona a su tío/padre villano, o sin ir más lejos las muchas “muertes” de Furia.
Quizás, comparando con los diálogos de Stan Lee, se echa en falta ese humor sarcástico que The Man imprimía a los diálogos, sobretodo de Furia. O por lo menos creo que a Lee se le da mejor este tipo de humor.
Nada de esto impide que estemos ante entretenidas aventuras llenas de acción, intriga, y el infaltable tono superheroico y futurista. Bueno, sorpresa final aparte.
Pero sobretodo destacan por el deleite visual en un montón de viñetas y splash pages que ya por sí solas valen la pena. Mención aparte la espectacular splash page desplegable en cuatro páginas en el número 167, que resume a la perfección el estilo gráfico de Steranko.
Como curiosidad a comentar, se me ocurre que la Unidad PSE puede haber sido fuente de inspiración para los Precognitivos de la película de Spielberg, Minority Report. Ignoro si puede haber alguna conexión.
También los muchos utensilios milagrosos que el inventor de turno le entrega a Furia, me recuerdan a otros tantos que usa el personaje de Tom Cruise en la saga Misión Imposible. Pero aquí la conexión ya es menos probable. Seguramente no son los únicos casos de relatos en los que se usa este recurso.
Creo que estamos ante un tomo recomendable. No creo que haya ningún arco que esté por debajo del aprobado así que creo que es de las colecciones más regulares de los 60, además de incluir algunas historias más que buenas. Si nos atenemos a la parte gráfica, la recomendación es mayor.