Yo también tuve una época hace 3-4 años.
El que me gustaba más era uno que el dueño era calvo, estaba el padre pululando por ahí soltando sentencias y el hijo era medio parvo. Era bastante didáctico y no tenía la sensación de montaje ni falta de respeto a los que vendían.
El que no me gustaba era uno, creo, en Detroit que era uno con pinta de macarra y un hijo y una hija en el negocio (bastante grande). Muy de perdonavidas y con jaleos en la tienda que pintaban a montaje descarado.
Recuerdo ver el cacho de un programa español que sí me pareció lamentable. Eran dos, y el de barbas me mató con la chulería que se gastaba el pobre.
Y del estilo, otro que no me disgustaba era de uno delgado y otro gordo calvo tatuado que iban comprando trasteros en subastas. Eso sí, me parece increíble que les aparezcan las cosas que sacan en los programas.