He leído Grandes autores de Batman: John Bolton: Intercambio.
Esta es una de esas ocasiones en las que un tomo de tapa dura es algo excesivo e innecesario, sobre todo porque el contenido del interior prácticamente tiene el mismo grosor que las tapas. Teniendo en cuenta que se han publicado un buen número de tomos en tapa blanda, con un precio inferior a este, creo que hubiese sido mejor así, para que no quedase un recopilatorio tan ridículo. Entiendo que es una novela gráfica, con un autor de renombre como John Bolton y tal, pero es que cuando lo tienes en las manos no puedes pensar otra cosa que es un sinsentido. De todas formas, edición correcta, con un prólogo muy adecuado, dedicado al autor, algo poco habitual en las ediciones de ECC.
El contenido de ese volumen de la línea grandes autores es muy escueto, de ahí su delgadez. Supongo porque al incluir en el título a John Bolton, un autor poco proclive a los superhéroes y a Batman en particular, limita mucho su contenido. Otro de los inconvenientes de esta línea que quizá debería estar enfocada a las obras, en lugar de los autores. Al fin y al cabo, no deja de ser un tomo autoconclusivo y siempre se puede llamar la atención de los aficionados con el nombre de John Bolton bien visible en la portada. La historia principal es la novela gráfica de 2003 Batman/Joker: Switch, escrita por la guionista Devin Grayson, que cuenta con el apoyo gráfico del mencionado John Bolton. Grayson, como el propio título indica, intenta explorar la posibilidad de que el Joker y Batman intercambien sus papeles. Aunque realmente la trama tiene como principal protagonista al Joker, que arranca en una situación bastante curiosa y loca, en la que tras un proceso de cirugía le han trasladado la boca a la nuca. De ese modo, el payaso del crimen intentará averiguar quién es el responsable, convirtiéndose en un detective muy particular y violento, que dejará un reguero de sangre durante su investigación en las calles de Londres.
Batman cede bastante protagonismo al Joker, aunque la curiosa situación provocará que inicie su propia investigación, tomando el control en la fase final de la historia. En otro tiempo, creo que admitiría que el intento del guionista de intercambio de papeles tiene cierto punto de originalidad, pero la verdad es que en los últimos tiempos ya he leído varias historias en las que se exploran circunstancias similares, buscando ahondar en la relación entre ambos antagonistas desde diferentes perspectivas. No obstante, Grayson, dentro del concepto algo fantástico de la premisa, sí que es cierto que lo que pueda parecer en un principio algo irrisorio o demasiado fantástico tenga cierta consistencia, al enfocarlo desde una perspectiva tétrica muy cercana al terror. A esto influye principalmente el arte de Bolton, un artista muy ligado al género del horror, que es capaz de convertir una situación a todas luces cómica y poco realista en algo sobrecogedor dentro de un ambiente oscuro y agobiante, como si la ciudad europea fuese una prolongación de Gotham. Y es que es este grado de ambientación el que permite que la historia, sin ser nada particularmente brillante, funcione y al menos nos deje una lectura entretenida y peculiar, que me temo que no pasa de ser una novela gráfica anecdótica.
Sobre John Bolton creo que poco se puede decir, de un artista que es de sobras conocido, y que quizá es el único aliciente para que ECC haya recuperado esta obra. El dibujante utiliza un estilo pictórico, además de una representación de los protagonistas que me ha recordado mucho a Simon Bisley, a caballo entre la sátira y el terror gótico. A pesar de que Bolton me parece un gran artista, me ha parecido ver ciertas irregularidades en su trabajo. Sin embargo, debo reconocer que no he sido capaz de vislumbrar si en ese intento de trazar una línea similar a la Bisley lo hace a propósito, o si realmente estaba un poco en baja forma. Sea como sea, el apartado gráfico sigue siendo el mayor reclamo de una historia que no consigue una nota muy alta, aunque tenga aspecto interesantes como la narrativa inicial o el giro final, en los que se demuestra que también hay cierto intento de experimentación y que tiene cierto trasfondo, aunque no haya sido desarrollado en su plenitud. Podríamos decir que es un intercambio que no termina de culminarse.
Finalmente, tenemos un pequeño relato en blanco y negro escrito por Ann Nocenti, publicado originalmente de complemento en las páginas de Gotham Knight #38. Una historia donde podemos ver de nuevo a ese Bolton a lo Bisley, al que bajo mi punto de vista no le sienta muy bien el blanco y negro, siendo el coloreado una de las facetas más importantes a la hora de utilizar este estilo con tintes pictóricos. Supongo que es un relato que se incluyó en las antologías de Batman Black & White, aunque no lo he comprobado, no me suena que se dejara nada inédito. Por otra parte Nocenti traza una historia en la que sus protagonistas no son los que parecen, y no es hasta la última página en la que se revela el secreto de algunos de los placeres más oscuros de los gothamitas. Desde luego, un complemento muy curioso que encaja muy bien con el tono de la novela gráfica, y no me extraña que ECC se animase a incluirlo.