Es que el programa de Santi Millán no era de humor propiamente dicho (de hecho puedo contar con los dedos los chistes buenos que me hicieron reir) era más programa de variedades, tipo crónicas Marcianas, mucho espectáculo, y sexo, todo el que se pudiera.
Me quedo con Buenafuente , que hace humor puro y duro, y sigue dándonos momentos brillantes cada día.