Doctor Extraño: Omnigold tomo 2: ¡Saluda al Maestro! (1968-1974) Tras el baile de guionistas que reinaba en la parte final del primer tomo, este segundo recopilatorio abre con la entrada de Roy Thomas, que será el guionista fijo durante una buena temporada.
El primer número incluido es el primero en llevar como cabecera el nombre de nuestro protagonista, así que, como es habitual, se aprovecha para volver a contar el origen del personaje, en un buen trabajo gráfico por parte de Dan Adkins. El dibujante se encarga también del segundo número, en que Extraño se enfrenta a Pesadilla.
Otro habitual entintador, Tom Palmer, toma los lápices en el primer número del primer arco importante, la búsqueda de Clea. Momento en que ocurre el primer hecho trascendental, la entrada del nuevo y flamante dibujante.
Gene Colan en modo supremo.El gran Colan apenas necesita un número de aclimatación a la serie. Prácticamente desde la primera página que dibuja lo de este hombre es insultantemente superior. Claro, que también contribuye a ello el entintador total, Tom Palmer, que sabe perfilar como nadie los trazos de Gene. Desde luego estamos ante uno de los trabajos mejor dibujados de Marvel de los 60, por no decir de su historia, y tal hecho acontece unos años antes de que el tándem obtuviera el reconocimiento de todo el gremio en la obra maestra La Tumba de Drácula.
El aporte de Thomas en esta etapa no está a los niveles del equipo artístico ni mucho menos, pero hace un trabajo más que correcto.
Eso sí, el trabajo de personajes secundarios es flojito. El discípulo de Stan Lee se saca de la manga un nuevo personaje, Charles Benton, antiguo colega cirujano del Doctor, que de momento parece limitarse a dar la matraca a Extraño para que vuelva a su antiguo oficio. Además de darle minutos a la recuperada secundaria, Victoria Bentley, cuya única utilidad parece ser la de originar un triángulo amoroso junto a Clea y nuestro héroe.
Así, entramos en el arco de la búsqueda de Clea, donde Extraño se enfrenta a Dormammu y donde finalmente acaba recibiendo ayuda interesada de Umar, hermana del poderoso villano.
Lo más destacable está en la llegada por primera vez a la Tierra de Clea, ya como amada de Stephen. Una Clea que, como criatura de otra dimensión, pronto se siente como una inadaptada en el planeta hogar de su amado.
A partir de aquí la colección se adentra en el campo del terror gótico, a lo que contribuye la amenaza de un nuevo villano infernal, Satannish, y por supuesto el trazo de Gene Colan. Son relatos de ambientación lúgubre y temática sobrenatural, en los que Thomas hace un buen trabajo. El lenguaje majestuoso habitual de esta serie, equiparable al usado en las de Thor y Namor, es de lectura cómoda y sus guiones, aunque simples, son un buen medio para que Colan se explaye a gusto.
Nuestro protagonista no llega a enfrentarse al propio Satannish en ningún momento, sino a sus discípulos. En un primer aperitivo el antagonista es Lord Nekrón y a continuación los llamados Hijos de Satannish, unos encapuchados consagrados a los cultos satánicos liderados por Asmodeo. Como objetivo, el libro de los Vishanti, que todo lo puede, y dominar hasta al propio Satannish.
La extensa saga es magnífica a todas luces, pero cabe resaltar el arte gráfico de un Gene Colan absolutamente espectacular. Me atrevo a decir que el maestro revolucionó gráficamente los cómics de la Casa de las Ideas en esta colección, porque hasta entonces no se me ocurre ninguna serie con tal despliegue visual, en cuanto a composición de viñeta y en cuanto a creación de ambientes. Esto ya no tiene nada que ver con Ditko. Sin poner en duda en lo más mínimo el talento de aquel y su enorme poder creativo, Colan opta por páginas con apenas dos o tres viñetas, en muchas ocasiones una o espectaculares splash pages. Creando ambientes donde predominan las nieblas, explosiones de luz y color, atmósferas tenebrosas, que parecieran concebidos en un viaje ácido. Además de un dominio técnico del dibujo impecable. Bien es cierto que la colección es diferente al resto y parece hecha para este tipo de narrativa, pero ahí queda dicho.
La única mancha de la presente saga estaría en el momento en que Asmodeo es desenmascarado, para resultar ser Charles Benton. ¿Tantas apariciones estériles de este hombre para tan simple desenlace?
Y bueno, también está el momento en que el Doctor se ve forzado a modificar su traje y su faz, que pasa a ser una especie de máscara azul que le cubre la cabeza por entero. Una excusa como otra para intentar revitalizar las ventas de la colección, brindando una nueva imagen a nuestro héroe.
Sigue la saga en la dimensión reinada por Tiboro, donde Extraño debe viajar con la ayuda del Caballero Negro. Para concluir como crossover en la serie de los Vengadores, enfrentándose todos en conjunto a Ymir y Surtur, a quienes había convocado Asmodeo antes de perecer.
El siguiente arco no le va a la zaga, con un Colan más espectacular, si cabe. El enfrentamiento de Extraño contra Pesadilla en su mundo de los sueños, donde tratará de liberar a Eternidad. Con la intervención de un manipulado Juggernaut, el clásico enemigo de la Patrulla-X, que yacía exiliado en la dimensión carmesí.
La presencia de Juggernaut en esta colección tiene todo el sentido. Cabe recordar que el origen de sus poderes va enteramente ligado a las artes místicas, a Cyttorak.
Sea como fuere, otra maravilla de indescriptible belleza visual.
Al final de este arco ocurre un hecho de dudosa cualidad. Eternidad, agradecido, brinda al Doctor una nueva identidad, dado que había quedado demasiado expuesto que el Doctor y el maestro místico eran la misma persona. Total, que al regresar de su viaje a la dimensión onírica se encuentra que todo su rastro en la Tierra ha cambiado al nombre de Stephen Sanders.
Resulta extraño que ésta fuera una de las series menos vendidas de Marvel, hasta llevarla a su cancelación, porque estaba en un momento muy dulce. Visto ahora parece inconcebible que, por lo menos la parte gráfica, no cautivara lo suficiente.
La serie original del Doctor Extraño cierra repentinamente dejando interrumpido un arco. Thomas se las arreglaría para terminarlo en las colecciones de Namor y Hulk, pero es una lástima porque ese primer número estaba siendo muy interesante.
La etapa no puede terminar de peor forma para nuestro héroe. Al final del mencionado número de Hulk, el Doctor cuelga la capa, es decir, deja las artes místicas y vuelve a su vida como médico. Aparentemente era una decisión firme, como si el personaje ya lo hubiera dicho todo en el Universo Marvel. Algo insólito que, afortunadamente, rectificarían un año y medio más tarde.
Segunda oportunidad y nueva era para el hechicero.Como bien sabemos, el Doctor Extraño regresó a la actualidad de Marvel de la mano de un nuevo grupo, los Defensores, formado por personajes poco aceptados por la sociedad como Namor y Hulk.
Pero antes había que dar una explicación a su regreso a las labores superheroicas. Así que, en el primer número de los Defensores en Marvel Feature, se incluye una historia de complemento del Doctor Extraño guionizada por el propio Roy Thomas y dibujada por Don Heck. Una floja historia funcional en la que se explica su regreso a la responsabilidad como maestro de las artes místicas. Stephen Sanders ya es historia.
No pasaría mucho tiempo hasta que Extraño recuperara su serie propia, en Marvel Premiere. Y ni más ni menos que de la mano de Stan Lee a los guiones, que en aquellos tiempos prácticamente ya no guionizaba. Pese a todo, el bueno de Stanley sólo se encarga del primer número.
Pronto empieza una larga saga donde, curiosamente, sus cinco primeros números están dibujados por cinco dibujantes diferentes: Barry Smith, Irv Wesley, Frank Brunner, Craig Russell y Jim Starlin. Los guiones de esos números corren a cargo de Gardner F. Fox quitando el primero a cargo de Archie Goodwin. Justo antes de que la colección obtenga por fin guionista y dibujante estables, como veremos más abajo.
Hay que tener en cuenta que, al principio de cada número, una indicación nos avisa de que se incluyen conceptos creados por Robert E. Howard, por lo que algunas ideas de los guionistas hay que atribuirlas al escritor estadounidense, creador de Conan. Parece que también existe una fuerte influencia de H.P. Lovecraft en la presente saga, hecho que personalmente no puedo certificar.
En esta nueva saga la colección entra de lleno en el género del terror. Tenemos Un pueblo que emana maldad, unos habitantes poseídos, una sacerdotisa oscura, varios seres monstruosos y una casa embrujada, además de un misterioso oponente demoníaco, Shuma-Gorath, el que duerme y despertará. Todos los ingredientes para contar una historia de terror, eso sí, con el inevitable componente sobrenatural. El terror era la nueva tendencia en Marvel y realmente se hace notar. La primera mitad de la extensa trama argumental podría perfectamente pertenecer a las colecciones del Hombre Lobo o el Hombre-Cosa.
El nuevo equipo estable para la colección formado por Steve Englehart y Frank Brunner, es el encargado de finalizar la prolongada saga.
Cierto es que hay una alta concentración de conceptos, seres demoníacos, personajes en general, y que resulta posible perderse ante tanta sobreargumentación. Pero creo que la saga va de menos a más hasta acabar siendo muy disfrutable. En especial el inesperado giro final.
Resulta que Shuma-Gorath reside en la mente del Anciano, a quien el ser endemoniado usa como portal desde su dimensión. Finalmente, con el Anciano en coma, Extraño debe viajar a través de su mente en busca de señales que le permitan derrotar a Shuma-Gorath, pero fatídicamente se da cuenta de que no puede hacer más que matar al Anciano. Es la vida de uno contra la del Universo entero.
El Anciano, en realidad, pasa a otra existencia en la que lo es todo, y nada al mismo tiempo. No sin antes ceder el testigo a su discípulo. Ahora Extraño es, al fin, el Hechicero Supremo, pero deberá vivir sabiendo que lo es por haber matado a su maestro, aunque este último lo hubiera ideado para que así fuera.
Gran final de saga, se supone que ideado por Steve Englehart, y quizás también Frank Brunner que, por cierto, hace un magnífico trabajo gráfico.
La trama final del tomo supone una decepción tras la monumental saga vivida.
Extraño debe viajar al pasado tras el Barón Mordo. El villano pretende contactar con Cagliostro, un hechicero gitano que le brindaría todo el poder para ser él el Hechicero Supremo. Un Cagliostro que resultaría ser un maestro místico del futuro llamado Sise-Neg, que pretende convertirse en Dios.
Creo que falta un mayor desarrollo en las ideas, que acaban siendo bastante banales. Además de algunos giros argumentales más efectistas que otra cosa. Se acaban mezclando cosas sin ton ni son para desembocar en una ida de olla importante, Sise-Neg perpetra una segunda creación del Universo, pero idéntica a la ya vivida puesto que no era mejorable.
También me esperaba más de los diálogos, que en ocasiones se limitan a explicar lo que ya vemos en imágenes. Por lo menos el trabajo de Frank Brunner es bastante más disfrutable.
Pese a los altibajos, creo que estamos ante un tomo muy recomendable. Especialmente por la etapa Colan, que ya por sí sola, por el apartado gráfico, debería ser de obligada adquisición. Luego, la saga de Shuma-Gorath también es bastante recomendable, mientras que las partes inicial y final del tomo flojean.