He leído
Dial H Nº 1: Dentro de tí.
Nelson Jent es alguien que no está contento consigo mismo y la vida no le va demasiado bien. Un día, tras una discusión con su amigo, sale corriendo para intentar disculparse, cuando ve que le están dando una paliza. Cerca tiene una cabina de teléfono, marca apresuradamente y se convierte en Chico Chimenea. Este será el primer contacto de nuestro protagonista con el Dial Hero, un artefacto a caballo entre lo mágico y lo tecnológico, que transforma a su portador en un superhéroe al azar. Aunque los cambios irán entre lo estrambótico, lo directamente estrafalario y bizarro, a lo tremendamente poderoso. Este descubrimiento le introducirá en una trama donde un villano intenta hacerse con el poder del vacío; un poder que reside en otra dimensión. También conocerá a
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Me ha parecido una serie bastante entretenida, aunque la parte final se me ha hecho un poco pesada, todo hay que decirlo. También me ha costado cogerle un poco le ritmo, porque no reconocía la forma de llamar al villano en algunos personajes y porque no se explica prácticamente nada, con lo que te sientes igual de perdido que el protagonista, en muchas ocasiones.
La historia en sí, no está mal, me parece muy imaginativa, fresca y parece que puede salir algo interesante de ella. El problema que le encuentro es su confusa forma de narrar los acontecimientos, ya que más que promover la intriga de los diales, produce que el lector se encuentre muy perdido y se desconecte de la trama. Además, introduce conceptos sin previa explicación, que se notan que tienen cierta influencia de Lovecraft, pero que no ayudan a la fluidez de comprensión.
En mi opinión, la serie tiene un potencial enorme, pero tiene demasiados altibajos. Yo he pasado un rato entretenido, las bizarradas son de lo más original que veía hace tiempo, pero le falta algo que haga despegar la historia del todo. Amén de un desarrollo más fluido. Todo el tema del vacío, el portal a otra dimensión y la nomateria queda mezclado en un batiburrillo no demasiado comprensible al que cuesta cogerle el ritmo. Es obvio que falta más desarrollo, porque abruma al lector con tantos conceptos. No es la obra notable que había leído por ahí, pero sí que es muy original y tiene momentos divertidos. Si llego a leer el segundo tomo, veremos si hay alguna evolución positiva en su carencias.
El apartado gráfico está bastante bien. Mateos Santolouco hace un trabajo muy bueno, además de que las portadas de Bolland son una auténtica delicia. Desde luego, el dibujo no es el punto flaco de esta serie. No me atrevo a recomendarla muy alegremente, pero queda mi opinión para poder contrastarla con otras de la red.