Que Watchmen es la radiografía de psicópatas con capa en un mundo nuclear. Pero igualmente son supers.
Y que Año Uno es en realidad género al 100% (negro) sin un solo elemento de super. Pero sale Batman.
Es todo semántica. Ambas cosas me valen, reconociendo el por qué de ambas perspectivas.
Ahí es donde creo que radica la clave: en que en ocasiones tendemos a trazar líneas demasiado finas, cuando de hecho es realmente complicado hacerlo en este caso. Porque, si al final lo resumimos y simplificamos todo, no se trata más que de tíos, habitualmente con poderes extraordinarios o sobrenaturales, disfrazados y embutidos en mallas para luchar contra el mal. A partir de ahí, ya entran en juego muchas otras consideraciones y factores. Pero lo fundamental es eso. Y eso es lo que, en esencia, supone ser un superhéroe.
Luego, por otra parte, también es lógico que cada autor lo lleve a su terreno, y tenga más o menos libertad para contar historias de otro tipo y de forma diferente, incluir temáticas diversas, innovaciones estilísticas... Pero eso es otra cuestión. La esencia es la que es. Y yo la observo en todas esas obras que se citan. Bajo esa óptica, por ejemplo, el Animal Man de Morrison me parecería menos obra de superhéroes, aún estando protagonizada por uno.
De hecho, no se si es una apreciacion mia pero creo que, al menos en el comic, los superheroes han dado un paso atras.
Tienes razón en esto. Lo que sucede es que los superhéroes llevan casi un siglo danzando por las viñetas, mientras que en la gran pantalla son mucho más jóvenes, y en TV ni te cuento. Y al final son medios muy diferentes. Por eso el potencial y las posibilidades que ofrecen en el medio audiovisual, hoy por hoy, son mucho mayores. Y la capacidad de crecimiento también.
Aún así, yo sigo teniendo algo de esperanza. Porque esto sucede mayormente con las dos grandes, Marvel y DC, que seguramente auspiciadas por el tirón cinematográfico, se han apoltronado desde comienzos de siglo, yendo a lo seguro y sin necesidad de arriesgar demasiado (también la crisis habrá tenido algo que ver). Pero, aunque no estoy demasiado puesto al respecto, hay más mundo más allá de las dos grandes, incluso dentro del mundo de superhéroes. Y las propias grandes, Marvel sin ir más lejos, hasta hace no demasiado estaban apostando por cosas como el Spiderman o Supreme Power de Straczynski, los New X-Men de Morrison o el Punisher de Ennis. Y, aunque no sea lo habitual, siempre tenemos a alguna figura como Morrison, continuamente en busca de la evolución, la ruptura de barreras y la exploración de nuevos horizontes en el género.
No sé, cada vez está claro que es más difícil innovar y ser realmente genuino. Pero eso no es sólo propio del cómic de superhéroes, sino del mundo del cómic en general, y también extensible a otras disciplinas artísticas incluso de forma más acusada: literatura, música, cine... Únicamente la TV, por su juventud, parece atesorar todavía un margen importante para la experimentación y el progreso. Y es por eso por lo que Daredevil también debería aspirar a más.
En cualquier caso, creo que tarde o temprano siempre acaba surgiendo ese "click", en el momento y lugar oportuno, que genera una soplo de aire fresco y toda una corriente detrás, por pequeña y breve que resulta esa "revolución".