Pues tengo que reconocer que a mí me ha encantado Century. Tras terminarme mi segunda (o puede que tercera) lectura de la Liga de los Hombres Extraordinarios, he confirmado que es una de mis series favoritas de Moore. Un poco puzzle quizá con tanto guiño y referencia cultural, sobre todo en el Black Dossier y Century, pero eso ya entraba dentro del juego de la serie desde el principio. Lo que sí me parece es que es un tebeo muy particular, mitad cómic y mitad pulp, y seguramente es por eso por lo que a mí me ha ganado como lector fiel y devoto, más que por el despliegue de genialidad y erudición del que hace gala Moore.
Argumentalmente, gana además mucho con una lectura conjunta de todo lo que se ha ido publicando, porque te permite ir hilvanando correctamente la historia en el tiempo, que no es lineal, sino que va hacia delante y atrás, lo que puede resultar confuso para las lecturas aisladas, especialmente en el caso de Century.
Otra impresión personal es que a primera vista no me parecían demasiados tebeos para leer, pero luego a la hora de la verdad sí que acaban resultando en mucho material de lectura: aparte de las veces que hay que retroceder en lo que se está leyendo para pillar detalles, las partes noveladas resultan imprescindibles de leer y con igual atención que las partes de cómic. Desde luego es un tebeo exigente, pero también uno de esos que acabas amortizando con un montón de lecturas y de relecturas.
La pena de esta serie es que, pase lo que pase, ya la tenemos desvirtuada al faltar un capítulo tan aparentemente importante como The Black Dossier.
Es verdad. Lo de los puñeteros derechos no nos lleva a ninguna parte y esto no tiene pinta de que vaya a publicarse alguna vez. De cara al destinatario final de la obra, es decir, el público, los lectores, los que al final pagan el invento, habría que buscar soluciones en los copyrights internacionales para solventar este tipo de situaciones cuando se producen.
Yo no le veo solución y casi tengo completa certeza de que esto se va a quedar inédito. No vendría mal un comentario a fondo del Black Dossier para que Century no se le quedase tan desvirtuada a los que se la hayan llegado a leer.
Prospero, una especie de entidad que las guía en la misión, se pone en contacto con Lando, que intentará reunir al grupo.
Más o menos se consigue entender, pero sin el Black Dossier nos perdemos toda la gracia que pueda tener el personaje; o mejor dicho la adaptación que hace Moore del personaje.
Próspero, Duque de Milán, es el shakesperariano protagonista de
la Tempestad, la misma obra en que aparecen Ariel y Calibán, nombres que seguro son automáticamente relacionables para todos los buenos seguidores de Chris Claremont. En la ficción del Dossier Negro, Próspero es el protagonista de uno de los archivos que se contienen en el mismo,
Faerie´s Fortunes Founded, una supuesta obra teatral de Shakespeare inédita que trata de la llegada del astrólogo italiano y su paje Orlando a la corte de Glorianna, la reina duende de Inglaterra, un trasunto de la reina Isabel I de Inglaterra procedente a la vez de un poema de
sir Edmund Spenser y de una obra de Kipling mucho más conocida para nosotros,
las Recompensas y las Hadas.
A efectos argumentales, Próspero fue el encargado por la reina Glorianna de formar la primera Liga de los Hombres Extraordinarios en el siglo XVI, una liga compuesta por el propio Próspero, Ariel, Calibán, Orlando, el Capitán Robert Owemuch, Christian el peregrino, Mrs. Amber St. Clair y Don Quijote de la Mancha. Tras la disolución de aquella primera encarnación de la Liga, Próspero y sus dos espíritus se internaron en
el Mundo Llameante, un universo fantástico creado por una escritora del siglo XVII llamada Margaret Cavendish y que se le suele considerar por algunos como una de las primeras novelas de Ciencia Ficción.
Siguiendo los designios de Glorianna, puede decirse que Próspero es el regente del Mundo Llameante, siendo su misión la de supervisar una especie de guía o tutela encaminada a mantener la magia en la imaginación de los seres humanos y resolver los conflictos que puedan plantearse con otros universos (como por ejemplo con el de los dioses primigenios de Lovecraft o con el del Hijo de la Luna creado por Oliver Haddo) que tratan de introducirse en el nuestro, utilizando para ello a la Liga de los Hombres Extraordinarios en sus diferentes encarnaciones cuando le resulta necesario.
Y Próspero va siempre con esa especie de gafas de 3-D porque sólo con ellas se puede ver bien en el Mundo Llameante; de hecho, para leer toda esa parte final en cómic del Dossier Negro que transcurre en el Mundo Llameante, deben utilizarse esas gafas de 3-D que vienen incorporadas con el tebeo.
Además se establece que Haddo, consiguió fecundar su hijo, el cual se ha convertido en el anticristo, pero está recluido en una grieta dimensional. No se si lo he pillado bien, pero este nacimiento parece estar relacionado con la historia de texto protagonizada por Mina y que transcurre en la Luna.
Son tramas diferentes, aunque la inclusión de la Luna en los dos casos puede producir alguna confusión.
Oliver Haddo es el protagonista de una novela de principios del siglo XX titulada
el Mago, de William Somerset Maugham, que no hacía sino parodiar al conocido ocultista de la Golden Dawn,
Aleister Crowley, algo similar a lo que hizo años después Ozzy Osbourne en
el primer tema del Blizzard of Ozz. La similitud resultaba tan evidente que el propio Crowley, utlizando el seudónimo de Oliver Haddo, escribió una crítica de la novela poniéndola a parir. La relación que utiliza Moore en la Liga radica en que Crowley escribió a su vez una novela titulada
Moonchild, cuyo argumento va sobre una guerra de brujos en la que uno de ellos pretende incrementar su poder creando un Hijo de la Luna a través de la unión de una mujer mortal con un espíritu etéreo, es decir, exactamente lo que trata de hacer Haddo en Century: 1910.
Sobre esta base, lo que luego hace Moore es mezclar esa trama de
Moonchild con la obra más popular de la literatura fantástica a nivel mundial de estos últimos 20 años. El problema radica en que en la edición española de Century: 1969 quizá debiera haberse añadido una Nota del Traductor, ya que el juego de palabras que hace Moore en inglés para darnos el nombre del mago al que posee Oliver Haddo para crear por fin su anticristo (
My first name´s Tom, my middle name´s a marvel, and my last name´s a conundrum = Tom Marvolo Riddle = Lord Voldemort) no se pilla del todo bien al traducir la frase al castellano (
Me llamo Tom, mi segundo nombre es una maravilla, y mi apellido, un acertijo). La identidad de ese anticristo o hijo de la luna creado por Haddo/Voldemort, nos la proporciona Moore con la referencia
a la cicatriz que tiene en la frente, con lo que además luego cobra sentido la identificación de ese colegio al que masacra en Century: 2009.
Por el contrario, la trama de los Acólitos de la Luna, el pulp que acompaña a las tres entregas de Century, va por otro lado completamente independiente de la trama del Hijo de la Luna que pretende crear Haddo. De hecho, si nos fijamos en dónde se encuentra Mina Murray al principio de Century: 2009, esa historia de los Acólitos de la Luna que transcurre en 1964 y que firma el tal John Thomas, es el mismo relato que trata de recordar Mina Murray durante su larga estancia en el manicomio en el que la encuentra Orlando. Es decir, la Paciente que aparece al principio de cada entrega es la propia Mina.
Esta historia de los Acólitos de la Luna se sitúa cuando Mina acaba de abandonar la Liga de Superhéroes de la que formaba parte en 1964 bajo la identidad de Vull el Invisible. De regreso al Mundo Llameante, Próspero les encarga a ella y al
Muñeco de Trapo (cuya historia como Jackboy 60 es la parte que más me ha gustado del relato) que eviten la guerra que está a punto de producirse entre los
Selenitas Insectoides de HG Wells que aparecen en
los Primeros Hombres en la Luna y las
Amazonas Lunares de la bizarra comedia cinematográfica de Joe Dante, John Landis y demás, que tenía, entre otras, a las más que follables Sybil Danning y a la actriz porno Monique Gabrielle en el papel de las espectaculares amazonas que protagonizaban aquel enloquecido film de serie Z sobre el que giraba la peli.
Y ya que estoy, no puedo evitar hacer referencia a uno de los guiños de los Acólitos de la Luna que más gracia me ha hecho y que me parece bastante ilustrativo de los problemas de copyrights que tanto le gusta pasarse por los huevos a Moore y que producen situaciones como las que hacen que no se pueda publicar aquí el Black Dossier.
En este caso, la que habla es la reina de las Amazonas Lunares y la conversación gira sobre un gigante que tienen como vecino:
“
Hay quien piensa que su presencia es lo único que mantiene a raya al gigante solitario y pervertido que observa todo lo que hacemos desde la lejanía... Ya estaba aquí cuando los lunitas aterrizamos aquí hace muchas generaciones. No sale de su vecindario lunar, esa bolsa atmosférica azulada apenas visible sobre el horizonte, al oeste. Calvo y de unos cuatro metros de altura de vuestra Tierra, su única tarea parece ser holgazanear ataviado con un corto albornoz totalmente inapropiado y mirarnos sin pestañear mientras ejecutamos nuestro régimen diario de ejercicios militares. Nos referimos a él como el Mirón ”.
Al igual que Alan Moore, supongo que hay cosas mucho peores que vigilar a un montón de tías en bolas haciendo ejercicios físicos y contorsiones varias, aunque no sé si en la Marvel estarán por la labor de pensar lo mismo.
Nemo: Heart of Ice
Aunque también hay toques del
Gordon Pym de Poe y de
la Esfinge de los Hielos de Verne, no me parece mala idea que antes de leer este One-Shot dedicado a Janni Nemo, se hiciera una relectura de
En las Montañas de la Locura, y ya puestos, un revisionado de
Ciudadano Kane. Sí, ya sé que no tienen nada que ver la una con la otra, pero...
Y otra cosa que me parece importante es tener muy presente el primer viaje de Nemo a la Antartida que se cuenta en
el Almanaque del Nuevo Viajero dedicado a las zonas del Polo Sur. Y como doy por supuesto que la Ayesha de Rider Haggard es conocida por cualquier lector medio de la LEXG, no creo que sea necesario hacer mayor comentario sobre el tema.