Vaya cuadro. De película, vamos. Pobre chaval, ahí con cara de "pues me voy a quedar sin pasta", siempre evitando la mirada directa porque imagino que se estaría acordando de toda su familia. Debería pagarle los 5.000, un plus por el impulso y si me apuras, otro por repetir "que mal rollo" ochocientas veces, como bien apuntó Chistianspi.