He leído Hombre Integral.
Se trata de un auténtico mamotreto de más 500 páginas, publicado por Panini Cómics dentro de su línea Evolution Comics, la cual ha recuperado alguna de las pequeñas joyas de la historieta patria. La edición está bastante bien, a pesar de su tamaño tiene una buena encuadernación, digna de una verdadera edición de lujo. También es cierto que son 60€, no es un producto precisamente económico y accesible, pero también creo que ofrece un producto de mucha calidad que bien merece una edición de estas características. Además, aunque el tomo pesa un poco, no es tan incómodo de leer como pueda parecer en un principio. Yo estoy francamente satisfecho con él y con su lectura.
Hombre es la obra de José Ortíz y el guionista Antonio Segura, ambos ya fallecidos por desgracia, los cuales crearon a este personaje que sería publicado principalmente en las páginas de la revista Cimoc, aunque también saldría alguna historia en K.O. Comics. En este voluminoso tomo se recupera todo el material perfectamente indexado y ordenado según los deseos expresos del propio Ortíz. Una edición muy cuidada y respetuosa con la que posiblemente está considerada como una de las grandes obras de ambos artistas. La serie consta de dos épocas perfectamente diferenciadas. La primera de ellas es en blanco y negro, ocupando prácticamente la mitad del volumen, mientras que la segunda es a color, coloreada por Ortíz, aunque en la fase final fallaron los materiales por motivos explicados en un pequeño texto, donde se indica el método que han seguido para su recuperación. Si bien es cierto que hay un salto cualitativo importante en el coloreado, al no disponer de los originales de Ortíz como en el resto de historias, la verdad es que el resultado sigue siendo muy bueno y se ha dotado a estas páginas de un color que tiene aspecto de clásico, acorde con el tono y la época de la serie. Aunque es un aspecto destacable, me parece algo meramente anecdótico, por lo que nadie debe frenar su interés por este integral si puede permitírselo. Al igual que ocurría con Torpedo, otro gran clásico del cómic español, Panini ha realizado un gran trabajo en esta edición en todos los aspectos posibles.
En líneas generales, creo que se puede afirmar sin demasiado rubor que Hombre es una obra maestra dentro del cómic español, europeo y de cualquier índole. Uno de los aspectos destacables es su protagonista: un hombre duro, que debe sobrevivir en un mundo postapocalíptico donde la supervivencia está por encima del heroísmo, pero que a medida que avanzamos veremos que hay algo mucho más profundo en él. Sin dejar de adaptarse a las duras circunstancias del momento, dentro de ese carácter rudo y violento se encuentra alguien sensible y con un código moral que está por encima de la miseria que le rodea. En la etapa inicial, los autores nos sumergen en un nutrido grupo de historias autocontenidas que sirven para establecer esa simbiosis entre el escenario y el protagonista. A caballo entre la ciencia ficción, el western, la aventura pulp e incluso el terror, nos sumergimos en una ciudad que ha sido aislada del mundo por culpa de las malas gestiones de políticos y militares, mostrado como un concepto nebuloso, pero que enlaza de forma natural con la situación de crisis económica que se vive en nuestro país, llegando un paso más allá, donde el pueblo es abandonado a su suerte. De ese modo, una historia clásico se convierte en un clásico atemporal que provoca que tantos años después siga teniendo la misma fuerza impactante en el lector que la que pudo tener en su momento. A partir de ahí, como suele suceder en este tipo de obras, los autores se dedican a explorar la condición humana y su sordidez en sus momentos más bajos. Básicamente son historias de supervivencia y miseria llevadas al extremo más humano, utilizando como vehículo a un personaje que utiliza todo su ingenio para poder sobrevivir.
Es muy complicado sintetizar cada relato y tampoco creo que sea necesario. Hay momentos verdaderamente increíbles e impactantes como la celebración de la Navidad, que se torna con cierto tono macabro. Asimismo, tenemos la presencia de enemigos por todos lados, ya sea en esa analogía al Flautista de Hamelín, con una historia donde la ratas cobran un gran protagonismo, acercándonos incluso al género del terror. Además, tenemos multitud de relatos que profundizan en Hombre, alguien que solo establece alianzas temporales, pero que se niega a tener compañía fija para no tener que sufrir su pérdida de nuevo. No obstante, caerá en las redes de una mujer que se autodefine como una mantis religiosa, que lo utiliza solo para tener sexo con él antes de intentar matarlo. Así como ese grupo de mujeres que lo rapta para convertirlo en una especie de semental, pero realmente estaba siendo utilizado para matar a una rebelde que iba contra su líder. Incluso tenemos ese sentimentalismo sobre los animales, en un escenario en el que los perro se han revelado contra el hombre y los caballos son un bien preciado tanto para desplazarse como para alimentarse. De esos elementos surgirán muchas historias, cuyos desenlaces no serán los realmente esperados.
En la segunda mitad del tomo tenemos la etapa a color de Hombre, donde podemos apreciar que se busca llevar la serie a los estándares que ofrece el álbum europeo, con historias de mayor longitud, cercanas a las 50 páginas. No obstante, salvo en casos puntuales, la verdad es que no dejan de ser relatos de entre 10 y 12 páginas en los que tenemos una especie de línea argumental con tintes de serial. No obstante, el principal atractivo es que se deja de contar aventuras inconexas, sino que se establece cierta cronología y una continuidad. Además, los autores buscan ahondar más en el lado humano de su creación, para que una y otra vez abrace el sueño de un futuro, para que se desvanezca en más de una ocasión. Tendrá que cuidar a un niño durante una temporada, incapaz de segar su vida y evitar el posible sufrimiento que le espera en esa vida. Incluso llegará establecerse por una temporada hasta devolver a su vida las ansias de venganza, un concepto ligado a Hombre desde sus orígenes, pero se trata de una forma diferente e interesante, dejando la reflexión de la venganza como algo que corroe por dentro, cuyo descanso quizá no llegue tras ser ejecutada. Un consejo que impartirá Hombre, pero que él mismo no podrá seguir nunca. El otro aspecto interesante se perfila con la llegada de Atila, una muchacha de la nueva generación de este mundo, nacida libre y salvaje, de la que nuestro protagonista acaba enamorado. Una mujer joven que sabe defenderse en este mundo cruel y despiadado, que no necesita la protección de alguien que ha envejecido como Hombre, aunque entre ambos surge una relación de amor y odio, aunque realmente hay mucho más amor, pero un escenario tan salvaje como este no se dejan llevar por el sentimentalismo, por mucho que sean incapaz de permitir que el uno u el otro sufran ningún daño si lo pueden evitar. Una relación con sus luces y sus sombras, que transpira realidad, pero que también pone sobre la palestra temas como la diferencia de edad, la independencia de la mujer como algo sólido y real, no como algo impostado y pueril, así como el enfoque tan diferente de la vida que tiene dos generaciones tan distintas: una que ha conocido el mundo tras la hecatombe y otra que solo ha conocido el hambre, la miseria y la supervivencia del más apto. esto es algo que a medida que avanza la serie se vuelve recurrente, en un intento por mostrar que el personaje está envejeciendo, retomando esa conexión con la realidad.
Sin duda alguna, un imprescindible del cómic en general, y de nuestro país en particular, siendo una lectura sumamente recomendable e interesante, que ofrece multitud de matices sobre un escenario que si bien se ha repetido el concepto base en los últimos tiempos, esta propuesta sigue manteniendo la frescura y la fuerza de antaño. Esta es una historia de supervivencia, es la historia de un Hombre, en el más amplio sentido de la palabra.