He leído Dragon Ball Z: La resurrección de F.
Estamos ante un tomo bastante curioso, ya que el propio autor lo denomina como un anime cómic, o lo que es lo mismo la versión impresa de la película del mismo nombre, escrita por el propio Toriyama. No especifica si también la ha dibujado, pero en todo caso quien sea el artista es un autentico clon de Toriyama, por lo que en ese aspecto no se puede objetar nada. La edición mantiene le tamaño estándar del manga de nuestro país, con la característica principal de que es un voluminoso tomo de casi 350 páginas, a todo color, con papel satinado y sobrecubiertas. Toriyama dice que es una edición de lujo, pero no sé yo si la podemos calificar aquí de tal forma. Sea como sea, a pesar de estar acostumbrado a este tipo de tamaño, me ha costado unas páginas acoplarme a la miniaturización de las viñetas, quizá el tamaño kazenban le hubiese venido un poco mejor.
Otra característica es que la historia cubre un hueco que dejaba el propio manga Dragon Ball Super, donde todo esto se reducía a un comentario en un cuadro de texto. No sé como se hizo en la serie, ya que aquí se presenta prácticamente como una secuela de "La Batalla de los Dioses", y en cierta forma lo es, pero en el manga comentado más arriba sí había varias alusiones a esta aventura, principalmente por que es el debut de la nueva transformación de Goku y Vegeta, por lo que tenía interés en poder leerla. Lo curioso es que si bien se pone una pequeña presentación de los personajes al principio, el resumen de la primera película se incluye al final, cuando realmente debería haber formado parte del previo a esta historia, por si el lector no conocía la saga.
Centrándonos en la historia, podemos decir que está entretenida, pero se nota a leguas el esquema clásico de Dragon Ball en sus diferentes films. Aunque en realidad no deja de ser el mismo esquema de la propia serie, todo hay que decirlo. La saga está dividida en 5 capítulos y voy a intentar comentar lo más llamativo de ellos. Comenzamos, como no podía ser de otra forma, con la resurrección de Freezer, llevada a cabo por algunos devotos miembros de su ejército, que deciden utilizar las bolas del dragón de la Tierra para ello. El primer detalle contradictorio con el manga es que, sin que llegaran a verse, se hacía mención a otras bolas del dragón del tamaño de planteas, de las cuales ya habían reunido algunas, siendo esta una de las subtramas. Sin embargo, aquí se opta por quitarle las que tiene Pilaf y su grupo, a los que utilizan para poder invocar a Shenron. Teniendo en cuenta que la historia entra en continuidad y que está desgajada del manga, choca esta contradicción. Después está el hecho de la resurrección en sí misma, porque le dragón alude que lo puede resucitar, pero que su cuerpo está dividió en pedazos, tras como quedó tras la pelea con el Trunks del futuro, aunque no les preocupa porque han conseguido la tecnología para restaurar su cuerpo. Una limitación un poco extraña, porque recuerdo otras resurrecciones con cuerpos desintegrados como aquel que dice. Pero para colmo, resulta que ahora Shenron puede otorgar dos deseos en lugar de uno y a nadie se le ocurre pedir la restauración del cuerpo y después su resurrección. Encima se mete la cuña humorística con Shû pidiendo dinero y una cantidad algo ridícula, además. Si ya la resurrección del personaje me parece una chorrada de por sí, al ser un villano que consiguió ser bastante pesado y reiterativo, hacerlo de esta forma pues no me acaba de convencer. Al igual que la presencia de Pilaf y los suyos, o que Piccolo y Gohan se den cuenta pero que ni siquiera lo investiguen. Todo un poco forzado, salvo como excusa para presentar a Pan, la recién nacida de Gohan y Videl, cuya incorporación a la serie ha sido también bastante forzada. Para rematarlo, Toriyama se saca de la manga que Freezer es muy poderoso, pero que es algo innato y que no ha entrenado nunca, por lo que ahora decide hacerlo para poder culminar su venganza contra Goku. Sin palabras...
Continuamos con la incorporación de Jaco, al que ya conocimos en Dragon Ball Super, y que supone otra incorporación un poco extraña, sacando a colación una hermana desconocida de Bulma. Está claro que Toriyama se ha quedado sin ideas y todo lo que se le ocurre está cogido con pinzas. Parece ser un antiguo amigo de Bulma y su padre, perteneciente a la desconocida Patrulla Galáctica, como si no hubiese dado tiempo de exponer este concepto en la serie regular. Será jaco el encargado de viajar a la Tierra para avisar de la llegada inminente de Freezer. No lo recuerdo bien ahora, pero diría que aquí han colado otra incongruencia, porque el personaje afirma que el Dios de la Destrucción es un mito, incluso se quiere hacer una foto con él cuando aparece, pero en Super fue diferente, a no ser que fuera en momentos posteriores a esta saga. Mientras llega Goku, ya un clásico en esta serie, Bulma reúne a varios de sus amigos para defender la Tierra, a la vez que avisa a Whis para que traiga a Goku y Vegeta, que se está encargando de entrenarlos. No hay mención alguna al torneo, ni nada similar. Solo se entrenan para ser más fuertes, otro clásico. La elección no deja de ser curiosa. Krilin, que ahora es policía, y está considerado el humano más fuerte de la Tierra, pero su mujer A-18, se queda al margen para cuidar de la niña. Soy consciente que en los últimos compases de la serie hubo saturación de secundarios, y Krilin mola, pero es una elección extraña, igual que lo es su regreso a la estética clásica, afeitándose la cabeza. Juraría que esto tampoco se refleja en el manga en los primeros compases del torneo.
Piccolo era esperable. Gohan me resulta llamativo, porque hasta el momento había permanecido al margen de todo esto. Mutenroshi es toda una sorpresa, aunque es un personaje que me sigue gustando mucho, no lo veía de nuevo en primera línea, y menos en deferencia de Yamsha. Ten Shin Han era otro que entraba dentro de las quinielas, pero la verdad es que ha servido más de bulto que de otra cosa. Todo un desperdicio, la verdad, como en los últimos tiempos, tampoco debemos sorprendernos por eso. Este es el grupo que se enfrenta al ejército de 1.000 hombre de Freezer, en una pelea bastante chula y que ocupa bastantes páginas. Hay que decir, que la narrativa no favorece mucho a este tipo de escenas. Y es que al estar pensado todo para un visionado por fotogramas, se pierde parte de la narrativa propia del cómic. No obstante, creo que se disfruta bastante viendo en acción a estas viejas glorias. Desde luego, es un guiño a épocas pasadas. Solo destacar que Gohan no se convierte en supersayano hasta el final, contra uno de los lugartenientes de Freezer, dejándolo KO muy pronto, pero contra el propio Freezer no aguanta ni un asalto. Yo lo veo un poco incongruente, pero entiendo que era la forma de aguantar un poco más hasta la llegada de Goku y Vegeta.
La pelea de Goku y Freezer está bastante bien, es entretenida al menos, pero adolece del mismo esquema que la propia saga. A pesar de que Freezer toma su última transformación sin ningún prolegómeno, Goku ha mejorado muchísimo y no necesita ni transformarse en supersayano. La cosa cambia cuando el villano muestra su reciente adquirida transformación, llamada Golden Freezer, por razones obvias. Goku hace lo propio con la versión supersayano Dios, pero ahí las pasa canutas, cuando realmente debería haber sido al revés. Finalmente, para darle emoción, Vegeta estará ahí para solicitar intercambio, Goku estará al borde de la muerte y al final será Whis el que tenga que darle una lección a los dos, para que Goku remate la faena. Tampoco es que fuésemos a esperar otro final, ¿no?
Más allá de lo dinámico y espectacular del enfrentamiento, seguramente mucho más en versión animada, yo creo que se le ha dado muy poca cancha a vegeta aquí. Si bien es cierto que se trata sobre su rivalidad eterna, manteniendo intacta esa esencia de Vegeta con cierta inclinación hacia el mal, en contraposición al buen corazón de Goku, se hace demasiado hincapié en su negación a colaborar juntos, cuando parece que aquí se han olvidado que ambo se fusionaron contra Bû, y juraría que en alguna película también. Hombre, no son amigos como el caso de Piccolo u otros, pero creo que esa rivalidad enconada pasó hace tiempo, gracias en parte a que se convirtió en padre y a su relación con Bulma, suavizando un poco su carácter. Diría que aquí se olvida todo esto y se produce ciertas involución del personaje. Y encima en la primera película lo ridiculizaron al máximo con aquella escena del baile, para que ahora diga que no es capaz de colaborar con Goku así lo maten. No tiene mucho sentido y solo obedece al plan esquemático del guión, que parte de su entrenamiento con Whis, donde este saca a relucir sus puntos débiles, como después ellos hacen lo mismo con Freezer.
Tampoco se presenta con la fanfarria esperada la nueva transformación de supersayano. Si bien es cierto que se vio anteriormente, y no se denominaría supersayano blue hasta más tarde, aquí es cuando se muestra que ambos personajes dominan la técnica, hasta el nivel de plantar cara a alguien tan poderoso como Freezer, que también hay que decir que se ha exagerado un poco. Posiblemente sea la primera transformación del a historia de Dragon Ball que se ha hecho de esta forma tan poco artificiosa. Por último, otra involución es dejar fuera de la ecuación a Trunks y a Goten, ambos han sido la generación pujante y deberían haber estado presente. Como si no hubiese habido enemigos y adversarios de sobra para los dos niños. Mi sensación es que se obvian muchos personajes para que el autor no tenga que hacer el esfuerzo de cargar con tantos secundarios, además de que en cierta forma tenemos un guiño casi a la primera época de la serie, donde muchos de ellos ni siquiera existían, aunque faltaba Chaoz.
En definitiva, mi valoración es positiva, sobre todo a nivel de entretenimiento, aunque hay muchos matices y se nota que Toriyama está lejos de su mejor momento. Quizá esto sirva más bien de guiño a esos buenos tiempos que a otra cosa. Y es que a veces, hay series que es mejor no retomar nunca. O por lo menos no como hace Planeta, que te cuela varias grapas para dejarse la serie a medias...