Hay dos detalles llamativos en los lomos.
Uno, el logo de Panini que falta, pues Muerte se niega a compartir espacio con nadie.
Otro, que de todos esos personajes el que menos tamaño ocupe sea Ben
Porque se siente apartado, un monstruo mal maquetado, más que un hombre. De ahí que esté mirándose las manos, a ver si están proporcionadas. Se queda atrás, al fondo, meditabundo, mientras los demás dan un paso adelante hacia nosotros, los lectores, que vemos consternados, desde nuestros sillones orejeros, esta drama que se desarrolla ante nuestros ojos, en nuestras propias estanterías.